(L583) Huasipungo (1934)

Jorge Icaza, Huasipungo (1934)

Antes de la eclosión del llamado boom de la literatura hispanoamericana también había excelentes escritores. Este es el caso del ecuatoriano Jorge Icaza (1906-1978) de quien os traigo su novela más emblemática, de temática indigenista y de una riqueza narrativa y de vocabulario más que notables.

Argumento: Don Alfonso Pereira está aguzado por las deudas: “A su tío Julio Pereira, al señor arzobispo, a los bancos, a la Tesorería Nacional por las rentas, por los predios, por la casa; al Municipio por...”. El tío Julio le propone asociarse con un gringo llamado Míster Chapy que ha olido que en los terrenos de don Alfonso puede haber petróleo. El gringo pondrá el dinero. Solamente exige que se construya una carretera y que limpien de huasipungos las orillas del rio. Los indios que habitan esos bosques servirán de mano de obra.

“En pocas semanas don Alfonso Pereira, acosado por las circunstancias, arregló cuentas y firmó papeles con el tío y míster Chapy. Y una mañana de los últimos días de abril salió de Quito con su familia –esposa e hija–. Ni los parientes, ni los amigos, ni las beatas de la buena sociedad capitalina se atrevieron a dudar del motivo económico, puramente económico, que obligaba a tan distinguidos personajes a dejar la ciudad. El ferrocarril del Sur –tren de vía angosta, penacho de humo nauseabundo, lluvia de chispas de fuego, pito de queja lastimera, cansada– les llevó hasta una pequeña estación perdida en la cordillera, donde esperaban indios y caballos”.

“Después de breves comentarios la pequeña caravana siguió la marcha. Ante lo riesgoso y monótono del camino, doña Blanca pensó en la Virgen de Pompeya, su vieja devoción. Era un milagro avanzar sobre ese océano de lodo. (…) pensó más de una vez la inexperta señora sin apartar de su imaginación la pompa litúrgica de la fiesta que sin duda alguna harían a la Virgen sus amigas cuatro semanas después. No obstante, ella, doña Blanca Chanique de Pereira, estaría ausente. Ausentes sus pieles, sus anillos, sus collares, sus encajes, su generosidad, su cuerpo de inquietas y amorosas turgencias, a pesar de los años”.

“En la mente de los indios –los que cuidaban los caballos, los que cargaban el equipaje, los que iban agobiados por el peso de los patrones–, en cambio, sólo se hilvanaban y deshilvanaban ansias de necesidades inmediatas: que no se acabe el maíz tostado o la mashca del cucayo, que pase pronto la neblina para ver el fin de la tembladera, que sean breves las horas para volver a la choza, que todo en el huasipungo permanezca sin lamentar calamidades –los guaguas, la mujer, los taitas, los cuyes, las gallinas, los cerdos, los sembrados–, que los amos que llegan no impongan ordenes dolorosas e imposibles de cumplir, que el agua, que el poncho, que la cotona...”.

Comentario: estupenda novela donde la temática indigenista predomina pero que se deja leer con sumo agrado. Los abundantes términos y palabras en lengua quechua los va integrando el lector conforme los va leyendo. Eso sí, al final del libro hay un pequeño vocabulario de ayuda. Además he dejado el enlace al estupendo Diccionario de Americanismos.

Están muy bien definidas y presentadas las clases sociales que aparecen en la novela: el terrateniente, la iglesia, los políticos, los aparceros, los cholos (mestizos), los chagras (campesinos), los indios, etc. que dotan a la novela de un colorido social y que conllevan toda una serie de relaciones de dominación, servidumbre e intercambio en algunos casos muy curiosas, algunas de ellas heredadas del período Inca como la Minga: una especie de trabajo comunitario forzoso.

Jorge Icaza en su novela refleja a los habitantes de la Sierra ecuatoriana, y tiene como propósito hacernos llegar la cultura, la lengua, las tradiciones y la cosmovisión de los indígenas. Niega el Romanticismo y el Idealismo, así como sus características literarias que idealizaban al indígena, describiéndolo como un ser exótico o pintoresco. No se le daba importancia, sino que aparecía como personaje secundario. En la novela hay una denuncia social de la manera infrahumana con que se trataba al indio. Busca la reivindicación y valoración de su etnia. Estas características son todas ellas comunes a la novela indigenista.

Me he dado cuenta que muchos de mis comentarios son utilizados por estudiantes. Así que para quien quiera o necesite profundizar en la novela adjunto una bibliografía que puede servirles de ayuda.

BIBLIOGRAFÍA

ASALE, Diccionario de Americanismos, Asociación de Academias de la Lengua Española, 2010.

Jordy Alexander Aguirre Crespo, Las relaciones de poder en la obra Huasipungo, de Jorge Icaza, Universidad Central de Ecuador, Quito, 2019.

Jorge Icaza, Huasipungo, Plaza & Janés editores, Barcelona, 1979.

Nancy Elisabeth Lanche Paltín, Análisis literario de la novela Huasipungo desde una perspectiva poscolonialista, Universidad Católica de Loja, Ecuador, 2016.

Kari Soriano Salkjelsvik, El precio de la palabra: la voz indígena en Huasipungo de Jorge Icaza, Anales de Literatura Hispanoamericana, 2016, vol. 45 325-341.

Comentarios

Entradas populares de este blog

(L56) Las afinidades electivas (1809)

(L111) El mundo de ayer. Memorias de un europeo (1942)

Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)