(L616) Poemas selectos (1298)

Todros Abulafia, Poemas selectos (1298)

Todros nació en 1247 en Toledo, en el seno de una de las familias judías más consideradas de la ciudad, a la que pertenecían algunas personalidades de gran prestigio en el mundo judío como Rabí Meír ben Todros Ha-Leví Abulafia, que era un gran rabino talmúdico, o Rabi Todros, un importante líder espiritual de la comunidad judía y tío del propio poeta. Vivió buena parte de su vida en esta ciudad, en estrecho contacto con los personajes más destacados en la economía, la política y la vida social de la corte castellana.

Todros ben Judah Halevi Abulafia (1247-1306), recopiló sus poemas en un diván, el Jardín de proverbios y enigmas (1298). El encarcelamiento en 1281 de los judíos marcó su vida y su obra, arrancado de su placentera vida aristocrática y arrojado a una existencia miserable en las mazmorras toledanas. Una vez libre esta inseguridad jurídica (que diríamos hoy) marcó profundamente su vida y su poesía intentado acercarse a su Dios.

La Toledo de la época constituía un centro cultural de gran vitalidad y actividad, un punto de encuentro de intelectuales, traductores, escritores de diferentes orígenes, lenguas y religiones. Bajo el amparo de la corte de Alfonso X el Sabio (1252-1284) se llevaron a cabo grandes proyectos en diversos campos del pensamiento y la creación como la filosofía, el arte, la traducción y la literatura. El crecimiento económico de Castilla propició que fueran muchos los judíos que ascendieran a altos cargos del comercio y las finanzas. Otros actuaron como médicos, diplomáticos, recaudadores de impuestos o prestamistas. Numerosos intelectuales judíos participaron en los proyectos de traducción impulsados por la corte gracias a su dominio multilingüe.

Por su experiencia durante el dominio musulmán y su conocimiento de la lengua árabe, los judíos podían asesorar al monarca cristiano en todos los campos, tanto en cuestiones administrativas como en traducciones científicas o conocimientos médicos. Se llegó a crear una relación de mutua dependencia entre el gobernador cristiano y los judíos: el primero los necesitaba en diferentes campos y los segundos necesitaban su protección regia.

No todos los judíos eran fieles seguidores de su religión. Había judíos seguidores de la filosofía averroísta que criticaban las costumbres judías y se negaban a cumplir con los preceptos. Esta influencia se dejaba ver en la vida familiar; eran frecuentes las relaciones fuera del matrimonio, el concubinato –incluso con mujeres árabes o cristinas‒. Las costumbres caballerescas, tales como montar a caballo o la falta de modestia en la manera de vestir, eran motivos de crítica por parte de la sociedad judía tradicional.

Este poder adquirido fue la envidia de los nobles y de las altas autoridades eclesiásticas cristianas y el odio de los pagadores de impuestos, en su gran mayoría hidalgos, fue deteriorando la relación del monarca con los judíos; en sus últimos años su actitud devino marcadamente antijudía.

Los poemas de Todros se pueden clasificar en varios grupos: panegíricos, poemas del deseo (Expresan un anhelo que nunca llega a consumarse; la sublime belleza de la amada o del amado se describen con detalle, el poeta se detiene en sus labios, ojos, mejillas cabello, uñas, etc. Esta belleza se convierte casi en un arma cruel, porque su poseedor o poseedora se mantiene siempre en una actitud reservada.), poemas del vino (Se describen situaciones en las que se bebía vino acompañando a otros deleites como la música, la danza, los aromas, la conversación amistosa y el amor mismo, tales como las fiestas cortesanas, donde hombres y mujeres jóvenes lo servían al tiempo que cantaban y deleitaban al público. A menudo el escenario de estos banquetes y reuniones es el jardín aristocrático, otro motivo favorito también de la poesía árabe andalusí), elegías, cantos litúrgicos, filosóficos (los temas son el destino del hombre y la humanidad, el carácter pasajero y transitorio de la vida, la esencia efímera de lo humano) y poemas sobre el arte de la poesía.

La Toledo de la segunda mitad del siglo XIII llevaba ya un siglo y medio bajo dominio cristiano. Sin embargo, gran parte de sus habitantes seguían utilizando el árabe como lengua tanto de uso cotidiano como para creación intelectual y literaria. Todros aprendió árabe en su juventud y conocía bien el gran legado literario en esta lengua; compuso las introducciones a sus primeros poemas en árabe erudito, siguiendo la tradición judía andalusí.

Los poetas judíos engarzaban infinitas citas del Antiguo Testamento en sus poemas. Estos fragmentos de la Biblia, de la Mishná o del Talmud se denominan shibutz (engarce). Las citas no son de versículos completos, sino parciales, y pueden consistir en una o dos palabras del original bíblico. Con función de dar sentido a los poemas o meramente estético en otros casos. Todros utiliza metáforas y metonimias, de este modo, el vino rojo en la copa de cristal se transforma en fuego dentro del hielo, y las cejas de la persona deseada en arcos que son las armas con que combatir en las guerras del amor.

Poemas

 

Yo soy el amor

 

Yo soy el amor: todos mis días

gobierno sobre todas las criaturas;

 

acampo en la intimidad de los corazones

y resido en las moradas de las almas.

 

Son mis amadoras las almas de los generosos

y mis enemigos los espíritus de los viles;

 

los reyes triunfan unos de otros

mas todos caen rendidos a mis pies.

 

A los más valientes perseguiré todos mis días;

someteré y derrotaré a los nobles en mis guerras.

 

No tengo combatientes salvo mi ejército,

ni quien empuñe la lanza sino mis doncellas.

 

Los cuerpos de las gacelas graciosas son mis flechas

y las cejas de las ciervos son mis arcos.

 

Unas veces amargaré como la artemisia

y otras mi néctar tendrá la dulzura de la miel.

 

¿Qué más puedo decir de mis prodigios?

Mis labios declararán mi gloria.

 

Desde antiguo es famoso mi nombre en el mundo

y son mis sirvientes los hijos de los condes.

 

El tañedor es el anhelo de mi corazón

 

El tañedor es el anhelo de mi corazón

y mi copa es mi porción y mi regalo.

 

En verdad mi copa me hace olvidar mis tribulaciones

y el tañedor aumenta en extremo mi alegría.

 

A veces no habrá vino en mi copa y entonces

mi vino será el de los besos de mi gacela graciosa.

 

Y a veces no tendré tañedor ninguno;

serán mis tañedores la tórtola y el vencejo.

 

________

 

Acepta tu suerte, pues ¿cuántas secretas

obras prodigiosas hace Dios?

 

Las abejas fabrican miel, y para

algunas enfermedades existe remedio;

 

vendrá lluvia bienhechora después de los truenos

y la luz se descubrirá después de las tinieblas,

 

y en la prisión oirás pronto una voz

que anuncie para ti juicio de liberación.

________

 

Se descabaló el fruto de mis pensamientos

 

Se descabaló el fruto de mis pensamientos,

se cegaron mis manantiales;

 

todos mis amantes me han sido infieles;

hoy, incluso, mis propios labios.

 

No encontraré un poema en mi boca, pues

la acalló la muchedumbre de mis oprobios.

 

Tornaré a mi Dios y fiaré en Su Nombre

y en el mérito de mis Padres;

 

confiaré en Su gracia: ¿qué será de mí

cuando mis propósitos se vean decepcionados?

________

 

La imagen de mi amado está grabada dentro de mi corazón,

y aunque esté lejos en mi corazón permanece.

 

________

 

La gacela graciosa

 

La gacela graciosa tiene senos

que aún no han tocado manos;

 

yo me adentré en el mar de su deseo,

y era un mar grande y espacioso.

 

BIBLIOGRAFÍA

AA.VV., Literatura hispanohebrea, Wikipedia, Consultado el 19/11/2022.

Todros Abulafía, Poemas selectos, Hiperión, Madrid, 2019.

Aviva Dorón, La poesía de Todros Ha-Levi Abulafia como reflejo del encuentro de las culturas: la hebrea y la española en la Toledo de Alfonso X el sabio, Cervantes Virtual.

Comentarios

  1. Muy buen estudio, Tomás.
    Eres un pozo de cultura. Genial.
    Gracias por compartir con nosotros tu conocimiento.
    Adelaida

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

(L56) Las afinidades electivas (1809)

(L111) El mundo de ayer. Memorias de un europeo (1942)

Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)