(L623) La maravillosa vida breve de Óscar Wao (2007)
Junot Díaz, La maravillosa vida breve de Óscar Wao (2007)
Extraordinaria novela de
este autor puertorriqueño-norteamericano. Junot Díaz (Santo Domingo,
1968) obtuvo el premio Pulitzer 2008 con esta novela escrita en
inglés. Utiliza abundantes palabras dominicanas, así como de la jerga de los
hispanos (spanglish) que habitan en
las ciudades del cinturón industrial de New Jersey.
Argumento: el
narrador nos cuenta que cuando llegó el Almirante a La Española (República
Dominicana) se desencadenó el fukú en el mundo. El sumo promotor o sumo
sacerdote fue Rafael Leónidas Trujillo Molina en Santo Domingo. Allí ejerció de
1930 a 1961 la dictadura más atroz del hemisferio Sur. “Mulato con ojos de
cerdo, sádico, corpulento: se blanqueaba la piel, llevaba zapatos de
plataforma, y le encantaban los sombreros al estilo de Napoleón. Trujillo llegó
a controlar casi todos los aspectos de la política, la vida cultural, social, y
económica de la R.D. mediante una mezcla potente (y muy conocida), de
violencia, intimidación, masacre, violación, asimilación, y terror; así llegó a
disponer del país como si fuera una colonia y él su amo. A primera vista,
parecía el prototipo del caudillo latinoamericano, pero sus poderes eran tan
fatales que pocos historiadores o escritores lo han percibido, y me atrevo a
decir que ni siquiera han imaginado. (…) un personaje tan extraño, tan
estrafalario, tan perverso, tan terrible que ni siquiera un escritor de ciencia
ficción había podido inventarlo. Famoso por haber cambiado TODOS
LOS NOMBRES A TODOS LOS SITIOS HISTÓRICOS de la República
Dominicana para honrarse a sí mismo; por monopolizar con descaro todo el
patrimonio nacional (convirtiéndose de repente en uno de los hombres más ricos
del planeta); por armar uno de los mayores ejércitos del hemisferio (por amor
de Dios, el tipo tenía bombarderos); por echarse a cada mujer atractiva que le
diera la gana, incluso las esposas de sus subalternos, millares y millares y
millares de mujeres; por tener la expectativa –¡no, por insistir!– en la
veneración absoluta de su pueblo (significativamente, la consigna nacional era
«Dios y Trujillo») por dirigir el país como si fuera un campo de entrenamiento
de la Marina norteamericana; por quitar a amigos y aliados de sus puestos y
arrebatarles las propiedades sin razón alguna; y por sus capacidades casi sobrenaturales”.
“Incluso la gente educada
se creía que cualquiera que conspirara contra Trujillo incurriría en uno de los
fukús más poderosos durante siete generaciones y quizá más. Solo con que se le
ocurriera pensar algo malo sobre Trujillo, ¡fuá!,
un huracán barría a su familia hacia el mar, ¡fuá!, un canto rodado le caía del cielo azul y lo aplastaba, ¡fuá!, el camarón que comió hoy se
convertía en el cólico que lo mataba mañana. Eso explica por qué todo el que
intentó asesinarlo siempre acabó muerto, por qué esos tipos que por fin lo
lograron pagaron con muertes espantosas. ¿Y qué decir de ese cabrón de Kennedy?
Fue él quien dio luz verde para el asesinato de Trujillo en 1961 y pidió que la
CIA llevará armas a la isla. Mala movida, capitán. Lo que a los expertos de
inteligencia se les pasó decirle a Kennedy fue algo que todo dominicano, desde
el jabao más rico de Mao hasta al más pobre güey en El Buey, del
francomacorisano más viejo al carajito en San Francisco, sabía: quien matara a
Trujillo –y también su familia– sufriría un fukú tan terrible que, en
comparación, haría parecer un jojote el que le cayó al Almirante”.
Óscar es un obeso nerd dominicano-estadounidense que
presuntamente arrastra el fukú de sus antepasados isleños, una versión de las
maldiciones mágicas tan afín a los pueblos latinoamericanos, que en su caso le
impide rapar, es decir, tener relaciones sexuales. Amante de la ciencia
ficción, Óscar vive a la sombra de su hermana, Lola León, y de su madre, Beli
Cabral, lo que da pie a relatar la vida de su abuelo, Abelard Cabral,
personajes víctimas, de uno u otro modo, de la dilatada y monstruosa dictadura
de Trujillo.
Comentario: The Brief Wondrous Life of Oscar Wao es
un libro divertidísimo y ameno. Está, a mi entender, tan bien traducido del
inglés por la escritora y periodista cubana Achy Obejas, que te
parece que estás leyendo el español de la República Dominicana y el Spanglish de los dominicanos emigrados a
New Jersey.
El tratamiento del
lenguaje es uno de los puntos fuertes de la novela junto con la historia. Junot
Díaz utiliza un lenguaje fresco e innovador, rebosante de expresiones endémicas
del caribe y propias del mestizaje cultural que trajo consigo la diáspora
dominicana en los Estados Unidos. Os dejo algunos ejemplos: panas (compañeros,
amigos. La palabra se repite 20 veces), jabao (de jabados), güey, fukú (fucú,
mala suerte. Se repite 51 veces), francomarisano (Natural de San Francisco de
Macorís), carajito (Persona que está en la niñez, poco maduro. Sale 5 veces), nerd
(se repite 45 veces), fokin (foquin y este del inglés fucking: joder. Se repite 60 veces), domos (dominicanos), portorros
(natural de Puerto Rico), fantasy, zafa (Mantener alejada la mala suerte. Sale
11 veces), es old school pa eso (es
de la vieja escuela para eso. 5 veces), parcha, jonronero (béisbol: de home run), fly bachatero, jevas (mujer
joven, novia. 33 veces), rapar (follar. Sale 14 veces), jalón, galletazo,
fracatán, bilongo (maleficio, hechizo), chamacos, cometortas, papichulo, pariguayo,
nerdería (de nerdo), cartoon (comic), closet (guardarropa), loser, bróder, baro
(dinero), urikán (huracán), bochinche, yola, mijo (mi hijo), chusmita, parqueo
(estacionar), can kiss my ass (bésame
el culo), gaijín (del japonés: extranjero), borrincheras, locker (armario
pequeño), mon frère, ciguapa,
tígueres, melnibonean (de Melniboné: isla imaginaria), gobbledygook (galimatías),
testes, mamagüevo, mayimbes, chofán (del chino chow fan: arroz frito), ringwrait (el espectro del anillo), orc
(Orco), popola, drive-by (tiroteo), calibán
(Personaje de La Tempestad de W.
Shakespeare), lana (dinero), chapalear, corotos, joie de vivre, baká (espíritu maligno del vudú), plepla (tonta),
chabine (persona de rasgos africanos pero de piel clara), Nueba Yol (Nueva
York), townies (pueblerinos), macana
(disparate), roommate (compañero de
cuarto), guanguas (indígenas), bitch
(puta), balrog (criaturas demoníacas
ficticias pertenecientes al universo de J. R. R. Tolkien), boricua (natural de
Puerto Rico), goth (gótica. Sale 5
veces), caco (cabeza), mamasota, bonches (fiesta), chocha (vulva. 5 veces),
perico (droga), jeepeta (relacionado con los jeeps), peledísta (Militante del Partido de la Liberación Dominicana),
yola, toto (vulva. Sale 13 veces), chacabana (guayabera), ñema (cabeza del
pene), franchipanes (planta Alelí), guachimanes (vigilante o guardián), bakiní
(de baká), mamajuana, comparona, niggerkiller
(matanegros), geas (diosa tierra), Florsheim (marca de zapatos), mojón (niño,
persona de poca altura), jurona (de hurón: astuta).
Hay tres personajes emblemáticos
y conocidos a nivel mundial de la República Dominicana: el dictador Leónidas
Trujillo, la actriz María Montez y el playboy Porfirio Rubirosa. Resulta que la
tan buscada y cacareada “Gran Novela Americana” está ambientada (en su mayor
parte) en la República Dominicana. Uno de los mejores relatos que he tenido la
oportunidad de leer en los últimos meses. Junot Díaz nos regala los sueños y
pesadillas de Óscar Wao, su familia y la tierra de sus ancestros, mezclando
héroes de cómics del Universo Marvel con villanos tan reales como el dictador
Trujillo.
Es difícil no enamorarse
de cada uno de los personajes principales (Óscar Wao, Lola, Belicia Cabral,
Yunior y Abelard Luis Cabral que era el abuelo médico de Óscar y Lola), por
mucho rechazo que puedan causar en un momento dado, el autor siempre vuelve a
un punto de su cronología en el que el personaje te encandila y atrapa. Si
encima el lector tiene un puntito nerd
(persona vista como demasiado intelectual, obsesiva, introvertida o carente de
habilidades sociales) la conexión es total. Uno de esos libros que no quieres
que se acabe.
Esa capacidad para vestir
la tragedia en traje de comedia, unida a una carga de sensualidad o
"carnalidad" que lo empapa todo, definen la literatura (y a lo mejor la vida) caribeña. Muchísimas referencias nerd
a comics, series de televisión y juegos de rol que al que las vaya pillando le
encantarán, y todo ello con un estilo que mezcla el español estándar, con el
español coloquial dominicano, con expresiones de Spanglish que le dan al texto un lenguaje muy especial, muy “nuevo”
y muy “vivo”. Tiene un final precioso, tal vez me estoy volviendo viejo y
blando pero me ha conmovido.
Para mí la novela de
Junot Díaz formaría, junto a La fiesta
del Chivo (2000) de Vargas Llosa y Galíndez
(1990) de Vázquez Montalbán, la trilogía perfecta para conocer lo que fue la
dictadura de Trujillo en la República Dominicana. Contándonosla de modos
diferentes, pero todos ellos con un mismo veredicto de condena.
BIBLIOGRAFÍA
AA.VV., Diccionario de americanismos,
AALE (Asociación de Academias de la Lengua Española, 2010.
AA.VV., Tesoro de los diccionarios históricos de la
lengua española, RAE, 2021.
Junot Díaz, La maravillosa vida breve de Óscar Wao,
Mondadori, Madrid, 2009.
Aleyda Gutiérrez M., La
transcolonización literaria en la maravillosa vida breve de Óscar Wao de Junot
Díaz, Barranquilla-Cartagena de Indias, Colombia, Revista
Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica, ISSN-e 2390-0644, ISSN
1794-8290, Nº. 9, 2009, págs. 177-196.
Miguel D. Mena, Junot Díaz y sus
traductores, Cielonaranja.com. 2008?
Francisco Moreno
Fernández, Diccionario
de anglicismos del español estadounidense, Instituto Cervantes
at FAS - Harvard University, 2018.
Comentarios
Publicar un comentario