(L679) Fundación (1951)
Isaac Asimov, Fundación (1951)
Hoy toca un clásico de la
ciencia-ficción del gran escritor y divulgador científico Isaac Assimov (1920-1992)
que dio lugar a una saga de novelas. La primera entrega nos puede dar una buena
idea de por dónde va el resto de la historia.
Argumento: Asimov
toma como punto de partida de su narración-especulación el comienzo de la
decadencia en un remotísimo futuro –de un colosal imperio galáctico que abarca
a toda la humanidad, diseminada por millones de mundos. La capital de este gran
estado cósmico es Trántor, un planeta íntegramente destinado a las tareas
administrativas, totalmente dependiente de los suministros exteriores y por
ello extremadamente vulnerable.
Hari Seldon es un
psicólogo y matemático genial que prevé el derrumbamiento del Imperio y el
subsiguiente caos, y decide emplear la ciencia
psicohistórica (una especie de psicología de masas matemáticamente
estructurada) para reducir al mínimo el inevitable período de barbarie que
antecederá a la consolidación de un Segundo Imperio.
Para ello establece dos Fundaciones, una en cada extremo de la Galaxia, con el fin de preservar todo el saber de
la humanidad escribiendo una Enciclopedia Galáctica.
A partir de aquí, se irán
sucediendo diversas épocas –cuyo advenimiento vendrá marcado por otras tantas
crisis– previstas por la psicohistoria, en las que cambiarán las cabezas
visibles del poder y las formas de ejercerlo, pero en las que la Primera
Fundación (de la segunda no tendremos noticias hasta la última parte de la
trilogía) irá expandiendo y afianzando cada vez más su influencia sobre la
Galaxia.
Inspirándose directamente
–como él mismo ha reconocido– en la historia de nuestro pasado, Asimov bosqueja
los procesos sociopolíticos de su futuro hipotético, el paso de una forma de
gobierno basada en la religión a una plutocracia más explícita, o, si se
prefiere, del supersticioso Medioevo al Renacimiento, con sus príncipes
mercaderes.
Así, en este primer
volumen asistimos a las «crisis de crecimiento» de la Primera Fundación, hasta
que extiende sus dominios hacia el mismo centro de la Galaxia donde,
inevitablemente, tropezará con los restos del antiguo Imperio, desmembrado y en
continua decadencia, pero todavía poderoso.
Este colosal encuentro
cósmico dará lugar a la segunda parte de la trilogía, Fundación e Imperio, donde la súbita aparición de un factor
imprevisible amenaza con desbaratar el gigantesco y meticuloso plan de los
psicohistoriadores. Pues dicho elemento perturbador es un mutante, un individuo
dotado de extraordinarios poderes mentales y que la psicohistoria no puede
integrar en sus cálculos, ya que se trata de un individuo aislado y esta
ciencia sólo puede operar sobre la base de grandes masas humanas (del mismo
modo que la teoría cinética de los gases puede predecir el comportamiento
global de millones de moléculas, pero no el de una molécula determinada).
Entonces entrará en
escena la Segunda Fundación, dando paso a la tercera y última parte de la
serie...
Comentario: la
trama detectivesca de la novela atrapa al lector a las pocas páginas de empezar
su lectura. Los comportamientos humanos y de relaciones de poder son los mismos ahora que en el treceavo milenio adonde nos ha llevado Asimov.
El Imperio tiene su
centro en Trántor que además está situado en el centro de la galaxia. Un
universo poblado de millones de planetas habitados todos ellos por la especie
humana!?
“TRANTOR -.
...Al
comienzo del decimotercer milenio, esta tendencia alcanzó su punto culminante.
Como centro del Gobierno imperial durante ininterrumpidos centenares de
generaciones, y localizado, como estaba, en las regiones centrales de la
Galaxia, entre los mundos más densamente poblados e industrialmente avanzado
del sistema, no pudo dejar de ser el grupo humano más denso y rico que la raza
había visto jamás.
Su
urbanización, en progreso continua, había alcanzado el punto máximo. Toda la
superficie 1.200 millones de kilómetros cuadrados de extensión era una sola ciudad.
La población, en su punto máximo, sobrepasaba los cuarenta mil millones Esta
enorme población se dedicaba casi enteramente a las necesidades administrativas
del imperio, y eran pocos para las complicaciones de dicha tarea. (Debe
recordarse que la imposibilidad de una administración adecuada del imperio
galáctico bajo la poca inspirada dirección de los últimos emperadores fue un considerable
factor en la Caída.) Diariamente, flotas de decenas de miles de naves llevaban
el producto de veinte mundos agrícolas a las mesas de Trántor.
Su
dependencia de los mundos exteriores en cuanto a alimentos y, en realidad,
todas las necesidades de la vida, hicieron a Trántor cada vez más vulnerable a
la conquista por el bloqueo. Durante el último milenio del imperio, las
numerosas y hasta monótonas revueltas hicieron conscientes de ello a un
emperador tras otro, y la política imperial se convirtió en poco más que la
protección de la delicada yugular de Trántor...
Enciclopedia
Galáctica
Me ha llamado la atención
de la novela es que en Trántor ya no existen espacios verdes. La ciudad está
protegida por una cúpula, la gente no sale al aire libre, y muchos de sus
espacios están situados dos quilómetros bajo tierra.
Había una visión
compartida por los autores de ciencia ficción de la época, años cincuenta de
siglo pasado, sobre la evolución de la humanidad: exploración espacial,
colonización de planetas, surgimiento y auge de un imperio galáctico compuesto
por muchos mundos, caída del imperio, interregno caracterizado por la barbarie,
vuelta a la civilización y surgimiento de un nuevo imperio.
La novela, que describe
los primeros ciento cincuenta años tras la creación de las fundaciones, sigue
una estructura narrativa muy similar en todos los relatos: aparición de una
amenaza que atenta contra la misma existencia de la Primera Fundación, lo que
se da en llamar Crisis Seldon, solución a la crisis, e incremento de la
influencia de la Fundación. Se trata de un esquema claramente influido por las
teorías del historiador Arnold J. Toynbee
(1889-1975), quien en su A
Study of History opinaba que las civilizaciones progresan a
medida que se enfrentan a desafíos que son capaces de solucionar, pues sin
retos la civilización decae, y ante desafíos que no puede resolver, colapsa.
En Asimov su fe en la
ciencia se manifiesta en el llamado “espíritu Galáctico”. Fue también un convencido
defensor de la energía nuclear con fines pacíficos. En el futuro que refleja en
sus obras tiene una gran importancia la energía atómica para el desarrollo de
las civilizaciones. Su pacifismo es manifiesto en toda la obra: “la violencia
es el último recurso del incompetente”. Y su moral profunda: “Nunca impidas que
el sentido de la moral te impida hacer lo que está bien”.
Fundación
está indicada para los amantes de la ciencia-ficción. Creo que el público
femenino, al menos el que yo conozco, no disfrutará tanto con su lectura. Ellas
buscan historias más intimistas, relacionadas con los sentimientos y las relaciones
personales y grupales.
BIBLIOGRAFÍA
José Luis Arroyo
Barrigüete, Transtextualidad
en ciencia ficción: exégesis de la trilogía ‘Foundation’ de Isaac Asimov,
Tesis Doctoral, Universidad de Sevilla, 2018.
Isaac Asimov, Fundación, Editorial Bruguera, 1995
(13ª. Edición).
Javier Jiménez, Asimov
y la invención de la psicohistoria, Xataca, 31/07/2020.
Jaime Ricardo Reyes
Calderón, Aproximación
semiótica estructural a ‘Fundación’ de Isaac Asimov, Káñina,
Rev. Artes y Letras, Univ. Costa Rica XXXVIII (2): 127-140, 2014 / ISSN:
2215-2636.
J.M. Sadurní, Isaac
Asimov, maestro de la ciencia ficción, National Geographic,
19/04/2022.
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