(G351) La Oveja Negra (Basbastro, Huesca)

Restaurante La Oveja Negra (Barbastro, Huesca)

Una excursión para oxigenar a los cuidadores de los abuelos, que no dejamos de ser nosotros mismos, y para visitar el castillo templario de Monzón, terminando el día comiendo en La Oveja Negra, Calle Oncinellas, 5, 22300 Barbastro, Huesca. Todo un descubrimiento. Galardonado con un gourmet de la Guía Michelin y destacado como restaurante del mes de enero.

La joven pareja al frente, Rafa Bautista tras los fogones y María Vegue pendiente de la sala, ambos procedentes de Jaén, pone ilusión y trabajo en cada servicio, con modernos platos de gusto tradicional que procuran exaltar los productos del Somontano de Barbastro ‒de los que hemos descubierto, no solamente el conocido tomate rosa de Barbastro, sino también el romanesco, el bróquil pellao, las borrajas o los cardos‒ y que constantemente hacen guiños al sur, recordando así sus raíces.

Un único menú diario de seis pases entre semana con una sola variación en los segundos. Empezamos con dos aperitivos: Degustación de aceite (foto) y pan de horno de leña. Cosecha temprana de Acebuche salvaje. Es el aceite más herbáceo, que hemos probado hasta la fecha. Silvestre, sabe a campo, romero, tomillo, oliva, hinojo, aunque curiosamente no es demasiado picante. Su recolección es dificultosa y se necesitan casi 20 kg de olivas para un litro de aceite. Además posee innumerables beneficios para la salud. El segundo aperitivo fue una Ensaladilla templada de tocino ibérico y espárrago blanco (foto). Muy rica.


Como entrante Pimiento del piquillo confitado y almendra (foto). Plato sublime donde los haya. Como primer plato Lechuga fresca aliñada con moscatel y huevo ecológico frito (foto). Curiosa y buena combinación.


El segundo plato se podía elegir y nos dividimos. Albóndiga de longaniza de Barbastro a la brasa y salsa brava (foto). Espectacular, otro plato para recordar. Guisantes con foie y tocino (foto). Correcto sin más.


El postre Torrija “del Rebaño” (foto). Rica aunque demasiado dulce para mí que no soy muy aficionado a ese tipo de postres. Finalizamos con un café solo.

Para beber un vino Chardonnay de la zona que embotellan y personalizan para el restaurante. De la bodega Otto Bestúe, viñadores del Somontano. Bestué 2024 (foto). Se perciben frutas tropicales, piña, mango, lima, plátano. Es un blanco joven con un punto de acidez correcto y que acompaña tapas y otros platos ligeros. Cumplió sin destacar.

La música de lo más variada y amena. Girls and Boys (1994), de la banda británica Blur. (What A) Wonderful World (1960) de Sam Cooke. Daddy Cool (1976) del mítico grupo Boney M. Y finalizo con la excéntrica y divertida Carmensita (2007) del músico estadounidense-venezolano Dendra Banhart.

Precio del Menú 25 euros en día laborable y 33 en noches y festivos que incluye agua, vino y pan. Los cafés aparte. Les pregunté cómo lo hacen y me contestaron “con mucho cariño”. “La mayoría de las veces trabajamos con productos muy humildes, pero que tienen la mayor frescura posible… ¡esa es la clave!”. Fecha de la visita 24 de enero de 2025.

PUNTUACIÓN: 6,5-7

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