(L726) Soy leyenda (1954)

Richard Matheson, Soy leyenda (1954)

Segunda novela que os traigo de Richard Matheson (1926-2013), autor norteamericano de culto dentro del género de lo fantástico y de la ciencia-ficción. El libro ha sido llevado al cine en varias ocasiones.

Argumento: Richard Neville vive solo en una casa fortificada. A veces sufría ataques violentos que dejaban tablones rotos o medio arrancados y debía repararlos: “Permaneció allí durante un rato de pie en el jardín contemplando la calle larga y silenciosa. Era un hombre alto, tenía treinta y seis años y su ascendencia era inglesa y alemana. En su rostro, nada llamaba especialmente la atención, excepto la boca, ancha y firme, y los brillantes ojos azules, que observaban ahora las ruinas de las casas vecinas. Las había quemado para evitar que se acercaran por los tejados”.

Cuando se pone el sol la casa es rodeada por ellos: “Extendió la mano, aumentó el volumen de la música y trató de leer una página entera sin detenerse”. (…) “Cerró el libro de golpe. ¿Por qué no le dejaban tranquilo? ¿Creían que sería de todos? ¿Eran tan estúpidos? ¿Por qué venían todas las noches? Después de cinco meses podían haber desistido y probar suerte en otro lugar. Fue hasta el bar y se sirvió otra copa. Mientras volvía a su sitio oyó que unas piedras rodaban por el tejado y caían entre los arbustos del fondo de la casa. Además del ruido de las piedras, se oían los acostumbrados gritos de Ben Cortman: — ¡Sal, Neville!

Algún día agarraré a ese bastado, pensó mientras bebía de un sorbo el amargo líquido. Algún día lo encontraré y le clavaré una estaca, justo en el centro de su maldito pecho”.

“Era sorprendente el efecto del ajo. El olor debía alejarlos, ¿pero por qué? Había muchos puntos oscuros: que no salieran de día, que no soportaran el ajo, que los mataran definitivamente las estacas, que temieran las cruces y que evitaran lo espejos. Según la leyenda, eran invisibles en los espejos o se transformaban en murciélagos. Pero la ciencia y la realidad habían logrado vencer aquellas supersticiones, Asimismo, era disparatado creer que se transformaban en lobos. Sin duda alguna, existían perros vampiros; los había visto y oído fuera de la casa, de noche. Pero sólo eran perros”.

Comentario: mi primera aproximación a esta historia fue a través del cine. De las tres versiones cinematográficas que existen la que marcó mi infancia fue The Omega Man (El último hombre vivo) (1971), dirigida por Boris Sagal y protagonizada por Charlton Heston (foto). La primera adaptación fue The Last Man on Eart (El último hombre en la Tierra) (1964) protagonizada por Vincent Price. La versión más actual, y conocida, es I Am Legend (Soy Leyenda) (2007) protagonizada por Will Smith. Ni que decir tiene que son muy diferentes a la novela, sobre todo en su final.

La historia, postapocalíptica, se desarrolla en la ciudad de Los Ángeles, comprendida entre el año de 1976 y el 1979. El protagonista ha sobrevivido a una pandemia provocada por una guerra bacteriológica que ha arrasado con todas las personas que había en la Tierra; sin embargo, estos no están muertos, sino que se han convertido en portadores de una bacteria que produce los clásicos síntomas del vampiro mítico.

En la novela Robert Nevil se siente atormentado por estar solo. En la película de Charlton Heston éste se organiza perfectamente, bebe buen vino, escucha música clásica, juega al ajedrez consigo mismo [hoy podría hacerlo con un ordenador] y se muda de etiqueta los domingos para romper con la rutina semanal. Evidentemente extraña no poder relacionarse con una mujer, puesto que habla con un maniquí. No quiere perder los hábitos sociales y convertirse en un salvaje.

«Un horror acumulado termina convirtiéndose en una costumbre» dice el protagonista en cierto momento. Neville Se ha insensibilizado matando vampiros.

La literatura de Matheson va de la rebelión del mundo moderno a la paranoia, el encierro y la asfixia como motores del suspense. Soy leyenda presenta la evolución del mito del vampiro, que por primera vez es una plaga, no una singularidad. Un concepto que después han desarrollado de forma magnífica Stephen King en El misterio de Salem’s Lot (1975). Pero hay más, para entenderlo solo hay que irse a una película esencial para el terror moderno, y que bebe muchísimo del libro de Matheson, casi hasta el punto de ser una versión apócrifa de la novela: La noche de los muertos vivientes (1968) de George A. Romero.

BIBLIOGRAFÍA

Ivana Ares Seijo, Música clásica para esperar a los vampiros, Tusitala 451, 07/12/2020.

Ferre, Música para un hombre solo, Retroklang, 26/12/2007.

Marina Garcés, El control social será uno de los grandes ganadores de la pandemia, El Diario de la Educación, 02/04/2020.

Antonio Martínez Asensio, 'Soy leyenda', una novela crucial en el desarrollo del concepto de monstruo en la literatura, Cadena Ser, Un libro una hora, 02/04/2023.

Richard Matheson, Soy leyenda, Editorial Planeta, Barcelona, 1985.

Boris Sagal, El último hombre vivo, Warner Bros, USA, 1971, 98 minutos.

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