(L112) Vidas minúsculas (1984)


Pierre Michon, Vidas minúsculas (1984)

Un nuevo autor francés para minorías, un autor casi secreto. Se trata de Pierre Michon (Cards, 1945). Su primera novela, que es la que comentamos hoy, la escribió con casi cuarenta años, después de haber intentado convertirse en escritor durante mucho tiempo, pero la apatía y las drogas le mantuvieron en un casi permanente estado de postración. En estas Vidas Minúsculas (1984) nos rescata del anonimato y del olvido a una serie de personajes que conoció durante su juventud: son familiares, amigos, novias, enfermos, locos del manicomio, etc. Este esfuerzo por salvarlos de la nada le sirvió al propio Michon para salvarse a sí mismo de la destrucción.

Argumento: Vida de André Dufoneau. Los abuelos de Michon solicitan a la asistencia pública que les confíe un huérfano para que les ayude en los trabajos de la granja, se llama André Dufoneau: “El niño escucha, repite temeroso primero, luego complacido. Todavía no sabe que a los de su clase o especie, nacidos más cerca de la tierra y más prontos a volver a caer en ella, la Bella Lengua no les da grandeza, sino nostalgia y deseo de grandeza. Deja de pertenecer al instante, la sal de las horas se diluye, y en la agonía del pasado que siempre comienza, el porvenir se alza y de inmediato echa a correr. El viento golpea la ventana con una rama descarnada de glicina; la mirada azorada del niño se pierde en un mapa de geografía” (p.13). La escritura: “no sabía que la escritura era un continente más tenebroso, más incitante y engañoso que África; el escritor, una especie más ávida de perderse que el explorador; y, aunque explorase la memoria y las bibliotecas memoriosas en lugar de dunas y selvas, que volver de allí repleto de palabras como otros lo están de oro o morir allí más pobre que antes –morir de eso- era la alternativa que también se ofrecía al escribano”. (p.18). André se va a África en busca de fortuna.

Vida de Antoine Peluchet. La abuela Élise tiene una reliquia de una pequeña virgen con niño de porcelana. En un cajón ha tres libros que pertenecieron a Peluchet. Ante la indiferencia del hijo por las labores del campo el padre lo echa de casa: “Hay que imaginar entonces que un buen día Toussaint percibió en el hijo –y desde entonces ya nunca dejó de percibir- algo, gesto, palabra, o más probablemente silenció, que le desagradó: un toque demasiado ligero en las manceras del arado, una pereza de vivir, una mirada que seguía siendo obstinadamente la misma, ya se detuviera en unos centenos perfectos o en unos campos de trigo en los que se ha revolcado la tormenta, una mirada igual a la tierra innumerable y siempre igual. Pero el padre amaba su parcela: es decir que su parcela era su peor enemigo y que, nacido en esta lucha mortal que lo mantenía de pie, le hacía las veces de vida y lentamente lo mataba, en la complicidad de un duelo interminable y que había empezado mucho antes que él, tomaba por amor su odio implacable, esencial. Y sin duda el hijo entregaba las armas, porque la tierra no era su enemiga mortal: su enemigo era quizás la alondra que va demasiado alto y con demasiada belleza, o la vasta noche estéril, o las palabras que flotan alrededor de las cosas como ropa vieja comprada en una feria; y entonces ¿contra qué podía uno medirse? (p. 35). Pasa el tiempo sin tener noticias de Antoine, se supone que está en América. Fiéfié un campesino aficionado al vino ayuda al padre en las tareas del campo. Llega la noticia de que Antoine iba al presidio de la isla de Ré. La madre, Juliette, muere. Al final Fiéfié también muere quedando solo el padre.

Vidas de Eugène y de Clara, son sus abuelos. Clara es comadrona. La superioridad de las mujeres de su familia sobre los hombres. Eugène había sido albañil, de carácter débil. El matrimonio se había separado y vuelto a juntar ya mayores. Cuando el narrador tiene veinte años va a verlos en su casa de Mazirat, sus recuerdos, no los vuelve a ver nunca más.

Vida de los hermanos Bakroot. La época del internado, las peleas, las vejaciones del grupo. El profesor de Latín, Achile, la maldad del pequeño Remi Bakroot. El mayor, Roland, lee continuamente, cuando se encuentran los hermanos se dan de tortazos. El profesor de latín siente predilección por Roland, le regala libros y le aconseja lecturas. Mientras Remi salé con chicas de falda plisada. La muerte del profesor Achile, el destino de los libros: “En la casita del camino de Courtille donde tantas veces Roland había comido los pasteles de la señora de Achille, la locuela, bajo la mirada buena y sentenciosa del viejo maestro, me pregunto qué pasó con la única posesión que le importaba a Achille, todos esos libracos sin heredero; me pregunto en qué salón de ventas, en qué buhardilla se pulverizan o en qué sótano se pudren, descansando como muertos pero a los que cualquier mano amiga puede resucitar, los libros ingenuos que todavía tenía para Roland y no alcanzó a regalarle, y los demás libros, pomposos, ingenuamente humanistas y tautológicos, con los que se prometía alegrar sus últimos años” (p. 102). Remi se hace cadete de Saint-Cyr.

Vida del tío Foucault. Años setenta del siglo pasado, el narrador sale con Marianne, se emborracha, se mete verbalmente con un tipo en un bar, éste le da una paliza, lo tienen que hospitalizar y operar. Allí conoce al viejo Foucault que tiene un cáncer de garganta del cual no se quiere operar. Los médicos vienen a convencerlo, pero él se declarara analfabeto. No quiere ir a París a que lo operen para no sufrir más humillaciones.

Vida de Georges Bandy. Se retira a Annency para poder escribir. Mourioux de donde procede. No escribe nada, son continuos las borracheras y los barbitúricos. Narra los pocos encuentros con Marianne hasta que ésta lo abandona. Permanece dos meses en un sanatorio de locos. Se reencuentra con el padre Bandy, antiguo sacerdote de Mourioux. Lo recuerda joven, atractivo, de verbo fácil, con una motocicleta BMW, fumando cigarrillos rubios. Su afición por las mujeres y las Escrituras. Actualmente es un viejo borrachín. Michon acompaña a los locos a misa, en una iglesia medio derruida, oficia la misma el padre Bandy quien ha perdido su antigua oratoria. Celebra misa como un disco rayado. El caluroso verano de 1976 encuentran al padre Bandy muerto en el bosque.

Vida de Claudette. Se traslada a París buscando una última oportunidad. Conoce a Claudette quién lo lleva a Normandía para que pueda escribir, él continua con los barbitúricos.

Vida de la pequeña muerta. Los recuerdos de su hermana muerta. El conocimiento de Rimbaud. La muerte de los niños, su prima Bernadette muere de leucemia. Su hermana nació en 1941, le llaman Madeleine, muere en junio de 1942, la vuelve a ver el año 1963 en una niña campesina de diez años.

La vida de Michon es ascética, la escritura en cambio no lo es, es rica en imágenes poéticas, bellísima para describir escenas que casi siempre es complicado elaborar sin parecer ridículo o de mal gusto. Los textos de Michon caminan al borde de un abismo existencial, en el contenido y en la forma, que es tortuosa. Busca en todo momento la expresividad del lenguaje, la reflexión y la memoria.

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