(L335) Roma (2004)

Ugo Cornia, Roma (2004)

Hoy os traigo a un nuevo y joven escritor italiano. Se trata de Ugo Cornia (Módena, 1965). Me llamó la atención una crítica periodística que hablaba del libro y del autor en clave optimista y vital. La novela va de cómo un joven se enfrenta a su primer trabajo estable y lo que ello significa para alguien que ha estado estudiando y viviendo un poco a salto de mata.

Argumento: Hasta los treinta y tres años el narrador no ha tenido un trabajo fijo. Explica alguno de los trabajos esporádicos. El mejor es el de agente del censo en Módena. Nos cuenta la libertad que le produce. Le gusta el contacto con la gente, ver cómo viven, las casas que habitan. Se sorprende ante la cantidad de viudas que hay. Descubrir en cada nuevo reparto calles que no conoce de su ciudad, casas que antes no existían.

Le gustan los trabajos en los que está todo el día por ahí. Por ejemplo de camionero dos meses al año. El padre se pone nervioso cada vez que encuentra un trabajo porque teme que no acabe la Universidad. Le gusta salir a callejear cada tarde sin saber a dónde ir ni cuándo volverá. Sin embargo le aterra viajar y tener que ver cosas por obligación.

Dos meses al año los pasa en Guzzano en una casa. Sus padres se ponen enfermos simultáneamente. Para poder estar con ellos su hermana y él trabajan de lavaplatos en un local a días alternos, trabajando hasta bien entrada la madrugada. En poco más de un año mueren ambos. En verano al ver clarear el día, dice que a esa hora se respira mejor, porque hay más espacio disponible.

Trabaja unos meses en un centro haciendo declaraciones de renta. Superado el examen final del curso fiscal lo ponen de cara al público. Después trabajó de archivero junto a una chica. Allí están fuera del control de los demás. Le gustan los trabajos de vaciamiento en los que la cabeza se te va del cuerpo: atención al público, cajera de supermercado, etc.

El trabajo fiscal dura cinco o seis meses al año y si no haces tonterías te llaman cada año. Tiene un contrato de veinte horas semanales, a veces hace alguna hora extra. Su horario es de dos a seis de la tarde. Los días van encajando a la perfección uno tras otro. La llegada de la noche le provoca angustia. Tiene una relación con una amiga muy intensa y sexualmente agradable.

Le avisan para un trabajo en Roma en una gran empresa. Se aloja en casa de unos parientes lejanos. Tiene un largo trayecto al trabajo. Algunos días pasa a buscarlo Stella, su Jefa de oficina, en coche. Durante el trayecto ésta le da clases de Marketing. El único problema es que en el coche no se puede fumar.

Para Ugo el decir que se está bien físicamente conlleva como poco estar triste, sino se dice estar bien a secas. Él se siente como si se hubiese desencolado trozo a trozo. Consigue la reconstrucción de su persona durante sus paseos mirando los pinos y fumando.

Comentario: El protagonista de la novela, que no deja de ser él mismo, es un ser vitalista. Se encuentra bien en todos los trabajos y lugares a los que va. La muerte de sus padres la liquida en dos líneas, aunque más adelante entra en un estado de melancolía por su ausencia. No deja de ser una suerte tener una optimista de la vida.

Prefiere vagabundear, demorarse, perder el tiempo: los paseos entre los altos pinos o junto al río Tíber al atardecer; esas chicas guapas sin nombre que se encuentra en el autobús al trabajo; las conversaciones con sus nuevos compañeros de piso muy tarde ya, trasnochando aunque tenga que madrugar al día siguiente.

Su escritura es ágil, suave, ligera, pero de vez en cuando alguna de sus reflexiones nos hace detenernos a pensar en como actuaríamos nosotros en un caso similar. También el preguntarnos si llevamos una vida acorde con nuestros deseos o tal vez resulte que vivimos una vida impostada.

Roma (2004) es una lectura muy recomendable. Pienso seguir leyendo algo más de este autor, como por ejemplo Sobre la felicidad a ultranza (1999) y Casi amor (2001).