(L336) El túnel (1948)


Ernesto Sábato, El túnel (1948)

Aunque comentamos su fallecimiento en su momento, Esta es la primera novela que traemos al blog de este magnífico escritor argentino. Hemos tenido que esperar a una relectura para volver a hablar de El túnel (1948). Ernesto Sábato (1911-2011) fue un prestigioso investigador en Ciencias Físicas, especializado en radiaciones atómicas, que lo abandonó todo por la literatura. No creo que haya acto de amor más generoso. Sábato definió a la ciencia como amoral porque «llevaría al mundo hacia el desastre».

Argumento: Juan Pablo Castel se nos presenta como el pintor que mató a María Iribarne. Para el cualquier tiempo pasado fue peor y el presente es horroroso. Escribe la novela no por vanidad, sino porque quiere contar la historia de su crimen y nada más. En el salón de primavera de 1946 expone un cuadro llamado Maternidad. Una mujer se queda absorta contemplándolo. Castel cree que no volverá a verla nunca más. El doctor Prats lo lleva una reunión de la sociedad psicoanalítica. Como Juan es muy tímido, no sabe cómo acercarse a la muchacha si se la encuentra por la calle. Después de varios meses la ve entrando en las oficinas de la compañía T y la aborda. Ella recuerda su cuadro. La pierde entre la gente, espera que salga el personal por si ella trabaja allí, pero no sale. No quiere perder a la única persona que ha comprendido su pintura. La vuelve a encontrar y hablan en un parque; nada tiene sentido. Quedan en llamarse y verse más adelante. A Juan Pablo la humanidad siempre le ha parecido detestable. Descubre que María está casada con Allende, un señor mayor y ciego. Juan Pablo cree que la realidad es compleja y de todas las hipótesis que se le presentan siempre escoge la más difícil. Ella le dice en una carta que piensa en él pero se ha ido a pasar una temporada en una estancia en el campo.


A su vuelta, se vuelven a ver nuevamente en el parque. Castell está profundamente enamorado de María. Ella le dice que hace daño a cuanto rodea. «Vivir consiste en construir futuros recuerdos». Durante un mes se ven casi cada día en su estudio, él duda si ella finge y está representando un papel. Se desespera. La unión física tampoco los aproxima, incluso ella cree que es perniciosa. Las dudas de Castel y sus interrogatorios lo van envolviendo todo, sus celos y preguntas continúan de un modo agotador. La acusa de engañar a su marido ciego, ella se marcha ofendida. Algo se ha roto entre ambos. 

Después de un tiempo de desesperación y de varias cartas María lo llama a la estancia. Coge su maleta y sus pinturas y sube al tren. En la casa lo recibe Hunter y Mimi Allende, una sofisticada mujer con acento parisino. María se halla indispuesta, hablan de literatura, Castel los encuentra superficiales. María lo recibe con frialdad estudiada para que los otros vean que sólo son amigos. Esa noche pasean por el mar y los acantilados, y le confiesa que lo había estado esperando. También le habla de hechos tormentosos y crueles. Pablo tiene celos de Hunter y se marcha al día siguiente en el tren. Escribe una carta con intención de herirla, después se arrepiente y quiere recuperar la carta en Correos pero ha perdido el recibo. La amenaza con matarse si no viene a verlo a Buenos Aires. Se citan en la Recoleta, ella no acude, llama por teléfono y se entera por la mucama que ha vuelto a la estancia. Enfurecido, pide prestado un coche a un amigo y se dirige la estancia…

Comentario: La cartas de Kafka a sus novias, Milena Jesenská y Felice Bauer, El túnel (1946) de Sábato y La insoportable levedad del ser (1984) de Kundera son tres creaciones literarias que dinamitan dos siglos de literatura romántica. Las relaciones entre los amantes protagonistas de la novela de Sábato son tortuosas, desplacientes, casi enfermizas. «Qué implacable, que fría, qué inmunda bestia puede haber agazapada en el corazón de la mujer más frágil» dice el protagonista. Está tan alejada de la literatura exaltadora del amor romántico que su lectura casi nos hace daño.

El túnel es una novela existencialista y pesimista. Se nos muestra la soledad del individuo y un desinterés hacia el mundo que le rodea. Una relectura después de más de veinte años no dejan de mostrarme la fuerza, la inteligencia y la modernidad de la novela de Sábato. No ha envejecido nada. Este es el mejor elogio que se le puede hacer a una obra.

BIBLIOGRAFÍA

Antonio Martínez Asensio, Un libro una hora: El túnel, Cadena Ser, 26/01/2020. (Añadido el 06/11/2022).

Ernesto Sábato, El túnel, Unidad Editorial, Madrid, 1999.

Comentarios

  1. Hola, Tomás:
    Me encantó cuando la leí y creo que ahora volveré a ella, aprovechando la lectura de tu entrada.
    Gracias!!
    Felices Fiestas!!! Un abrazo,
    Adelaida

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

(L56) Las afinidades electivas (1809)

(L111) El mundo de ayer. Memorias de un europeo (1942)

Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)