(L439) El valor del tiempo (2007)



María Ángeles Durán, El valor del tiempo (2007)

Hoy os traigo un libro diferente sobre el tiempo que dedicamos a actividades cotidianas tales como el cuidado de personas, la limpieza en el hogar, comprar, cocinar, al transporte, etc. y que se convierten en grandes “ladrones de tiempo”. Su actividad tiene un costo elevado que si se quisiera cuantificar y externalizar seguramente no podríamos asumir.

La tesis (que es una realidad) que propone María Ángeles Durán (Madrid, 1942) es que en su mayoría estos trabajos “no remunerados” han recaído en las mujeres y tiene la convicción de que su distribución actual es mejorable. Aunque la llegada del confinamiento por el Covid-19 ha hecho saltar por los aires la conciliación familiar puesto que gran parte del peso de la crianza de los hijos, en esta situación “excepcional”, recae nuevamente sobre las mujeres.

SINOPSIS:

1) El valor del tiempo. El cuidar es un gran devorador de tiempo que hasta ahora se ha concentrado en algunos grupos sociales. El tiempo de trabajo no remunerado que hacemos en los hogares supera con mucho al tiempo destinado al mercado de trabajo. Sin embargo ignoramos su valor. ¿Cuál es el valor de estas actividades no remuneradas que pronto no querrá hacer nadie? La hora de trabajo en el mercado vale ahora un promedio de catorce euros.

2) El Sol contra la Luna. La necesidad de los antiguos de orientarse en la bóveda celeste ante el lugar cambiante de los astros hizo nombrar y sistematizar a las estrellas. Los griegos dividieron el cielo en un círculo imaginario de 360º con doce sectores iguales cada cual de 30º y a cada uno le adscribieron un signo del zodiaco. Por este círculo zodiacal se pasean de Oeste a Este el Sol y la Luna. La mayor parte de los calendarios antiguos se basaron en la luna. El tiempo que tarda en colocarse en la misma fase son veintinueve días. Cada año hace trece recorridos. El calendario gregoriano solar se ha impuesto para los negocios pero perviven el islámico, el chino, el judío y el indio que están regidos por el año lunar y tienen doscientos cincuenta y cuatro días. El nombre de los meses en occidente tiene herencia romana. Marzo era el mes de la guerra puesto que era el del buen tiempo y los días más largos. En inverno no se combatía. La semana de siete días la inventaron los egipcios. Perdura el nombre de los planetas en los días de la semana. Las horas se calculan partiendo del meridiano de Greenwich que es la hora cero. Doce a la izquierda y doce a la derecha.

3) Tiempo de niños. Se calculan las ovejas y las vacas que tienen un país pero no el tiempo y esfuerzo que se dedica para cuidar a los cuatrocientos mil niños que nacen cada año en España. La tardía incorporación de los niños al mercado laboral ha hecho que el costo de tener un hijo se haya encarecido enormemente. Pero no preocupa tanto el gasto económico, porque se tienen los hijos que se quieren, como el de tiempo. Las mujeres dedican el doble de tiempo a cuidar los hijos que los hombres. Las mujeres dedican al cuidado de los niños 562 horas y los hombres 158. Si no se reparte el trabajo de cuidar no habrá niños. Los niños son un producto estacional de la vida que alcanza su apogeo entre los treinta y los treinta y nueve años. Son edades cruciales para el mercado de trabajo y para las carreras profesionales. Los hombres dedican menos de veinte horas semanales al cuidado de los niños y las mujeres más de cuarenta. Para reducir esta desproporción lo único que han encontrado las mujeres es la reducción en el número de hijos. En la actualidad hay casi medio millón de abuelas que cuidan diariamente niños. Es un trabajo que no tiene valor monetario pero que es fundamental para que sobrevivan muchas familias.

4) La paradoja del Jamón de York y las sardinas. El protocolo y el ceremonial en la mesa. La comida conjunta se ha perdido y las casas han reducido el espacio dedicado al comedor. Las grandes vajillas se siguen comprando porque son símbolos de lo que queremos ser: una familia grande y tener tiempo para disfrutarla. La cocina elaborada que consume mucho tiempo ha desaparecido o se ha trasladado a los restaurantes. Ha habido un proceso de externalización de la cocina. Las mujeres siguen dedicando el doble de tiempo que los hombres al hecho de cocinar. El tiempo dedicado a preparar alimentos es enorme porque dura toda la vida. El cómputo anual es de 657 horas las mujeres y 127 los hombres. El jamón es un producto barato porque no necesita hacer nada para consumirlo y en cambio las sardinas son caras porque se necesita mucho tiempo para prepararlas.

5) El extraño caso de la gambas en el suelo. Los costes medioambientales del desarrollo industrial. Hasta ahora ensuciar ha salido gratis. Pero ¿cuánto cuesta limpiar España? El tiempo dedicado a limpiar los hogares. Hay catorce millones de hogares. El hombre dedica poco tiempo independientemente de su nivel de estudios y puede externalizarlo. Se establecen o pactan los niveles de limpieza. Pero siempre existirá la dialéctica amo/siervo (Hegel); amo/esclavo (Kojève). Los seres humanos se hacen persona en su relación con los otros. La condición amo/esclavo no es biológica, ni jurídica, sino fundamentalmente psicológica.

6) Tiempos de salud, tiempos de enfermedad. En 1900 la esperanza de vida en España era de 35 años y actualmente de 80 años. Las mujeres viven más pero con discapacidad. A los ochenta y cinco años han desaparecido el 70% de los hombres pero quedan el 50% de las mujeres y más de la mitad sufren discapacidad. Un 9% de la población dedica tiempo al cuidado. Hay más mujeres que viven solas en la edad adulta que hombres por diversas causas: el hombre tiene parejas más jóvenes con lo que la posibilidad de morir acompañado aumenta; las mujeres resisten mejor la soledad que los hombres porque han sido preparadas para reproducir condiciones de bienestar en su entorno doméstico. La fragilidad del hombre viene dado por ser como son y vivir como viven. (Me gustaría saber que quiere decir con esta frase).

7) Asimetrías del sueño. El sueño es reparador para el sistema inmunológico y la memoria. Las mujeres duermen algo menos que los hombres en España, pero no en Europa. Los adultos menos que los niños y los ancianos.

8) El gran atasco del miércoles santo. El transporte en las grandes ciudades es un esfuerzo estéril y un despilfarro. Los atascos son un agujero negro por donde se nos va el tiempo. Las grandes ciudades llevan años desplazando a la población joven hacia las coronas metropolitanas. Tendremos que pensar en formas de organización que no exijan recorrer diariamente grandes distancias (teletrabajo). El tiempo perdido haciendo colas. Los grandes atascos de las vacaciones.

9) Los compradores de tiempo. Son los empresarios que contratan a las personas que necesitan. La Administración pública es otro comprador. Los vendedores de tiempo. 55 de cada 100 hombres y 31 de cada 100 mujeres tienen trabajo. La media es de 1591 horas pactadas en el sector servicios. Los parados, los que no pueden vender su fuerza de trabajo. El paro de los cabeza de familia o personas de referencia es menor que el de sus cónyuges o hijos. El trabajo a tiempo parcial es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Los turnos y la extensión de los horarios tarde/noche es otro problema para los asalariados. El ciclo laboral medio dura hoy unos cuarenta y dos años, comenzando a trabajar a los veintidós y terminando con sesenta y tres. Los inmigrantes son una fuerza de trabajo que compite con la nacional pero que en muchos casos desempeña trabajos no demandados por los nacionales.

10) Hogar con geranio y perro. Los jardines públicos y privados. Lo que cuesta mantenerlos. El 12% de la población adulta dedica tiempo a cuidar plantas y animales. Los perros, gatos y pájaros ocupan un tiempo importante en su cuidado.

11) Risa, fiesta, juerga y otras expresiones del buen humor. La ocupación del tiempo excedente. Los enfermos, jubilados y parados. Las diferentes actividades de la vida social. Los hábitos sexuales. Las actividades religiosas. El ocio activo y el ocio pasivo. La televisión y la radio. La lectura y el tiempo dedicado al ordenador. Los viajes. Los conciertos. El cine. Los restaurantes.

12) El año en que las mujeres dejaron de ser vivíparas. Las mujeres siempre han parido con dolor. El aumento de la práctica de las cesáreas. El parto sin dolor. El futuro: la gestación extrauterina.

Epílogo. El nuevo pacto social de las relaciones entre mujeres y hombres. La tecnología hará que los doscientos ochenta y tres días de gestación en la bóveda materna se convierta en un futuro no muy lejano en un mero recuerdo. Las mujeres adultas padecen más escasez de tiempo que sus compañeros varones. Duplicándose en el caso de las divorciadas y reduciéndose en el caso de los divorciados.

Comentario: la socióloga María Ángeles Duran ha dedicado buena parte de su labor investigadora al estudio del tiempo que dedica el ser humano y en su mayor parte las mujeres en trabajos no remunerados pero necesarios para nuestra vida diaria. El valor que este tiempo de trabajo tiene y que cuando esta generación de mujeres abnegadas deje de hacerlo, nadie ocupará su lugar y por tanto se tendrá que contratar y pagar. Son los trabajos del cuidado a niños y personas mayores; de limpieza de la casa, de cocinar, comprar, etc.

Bajo la preocupación por el uso del tiempo, lo que late es la convicción de que su distribución actual es mejorable y que la mujer soporta una carga mucho mayor que el hombre, lo que en general lastra sus carreras profesionales. La conciliación se lleva muy mal en España y “la manera que hemos inventado en España para conciliar es no tener niños, pero, claro, eso es un invento que sirve durante una temporada, porque luego te encuentras con que tocas a tal cantidad de viejos per cápita que no podemos sostenerlos”. Su conclusión es que hay que redistribuir y ahorrar.

BIBLIOGRAFÍA:

María Ángeles Durán, El valor del tiempo, Espasa, Madrid, 2007, págs. 286.

Malen Aznarez Torralvo, María Ángeles Duran: el buen uso del tiempo, El País, 18/05/2007.

Comentarios

  1. Estimado lector, Tomás Ruiz Granados: no suelo responder
    personalmente a las cartas de lectores y estudiantes que no me llegan
    por una vía institucional porque apenas me dejaría tiempo para
    trabajar, pero estamos en circunstancias excepcionales y me alegra que
    "El valor del tiempo" le haya acompañado durante estas circunstancias.

    No tengo a mano la versión original del libro, pero en la página 100
    de la edición portuguesa encuentro la frase que cita. La respuesta
    está en las páginas inmediatamente anteriores. Nuestra salud depende
    de factores que no podemos controlar, como los genéticos, y de otros
    que podemos modificar socialmente. Los varones son a algunos efectos
    más frágiles, como demuestra la mayor tasa de letalidad fetal y en los
    primeros años de vida, cuando aún no influyen las condiciones
    sociales; esto es lo que llamo "ser". Además, su mortalidad se
    acrecienta por otros factores sociales, entre otros una mayor conducta de
    riesgo y hábitos poco saludables; esto es el "estar", que en ese
    párrafo describo "vivir como viven".

    Espero que el sentido de la frase quede esclarecido.
    Deseándole buena suerte en la salida del confinamiento, reciba un
    cordial saludo,

    María Ángeles Durán
    Prof. de Investigación, CSIC

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