(L435) ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (1968)
Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
(1968)
Tenía ganas de adentrarme
en el universo futurista y, hasta cierto punto, desangelado de la obra de Philip K. Dick (1928-1982)
y que mejor que hacerlo con la interesante novela que sirvió de fuente de
inspiración para la película de culto Blade
Runner (1982) de Ridley Scott.
Argumento: Rick
Deckard se despierta por el silbido automático del órgano de ánimos Penfield.
Su esposa Iran está de mal humor. Odia a su marido, un asesino contratado por
la policía para matar andrillos (de “androide” despectivamente o replicantes).
Dick revisa su agenda, es 3 de enero de 1992. Del órgano manan diferentes
estados de ánimo. Por ejemplo el 481: “conciencia de múltiples posibilidades
que el futuro me ofrece y renovadas esperanzas de…” La pareja tiene miedo de
caer en una depresión.
Antes de ir al trabajo Rick
sube al terrado, allí se encuentra su oveja eléctrica ramoneando. Lleva su
protector genital de plomo Mountibank para estar a salvo de las radiaciones. El
aire de la mañana está lleno de partículas radiactivas que oscurecen el sol.
Cada vecino cuida de un animal, no hacerlo sería inmoral, sobre todo después de
la Guerra Mundial Terminal. Sólo que su oveja murió de tétanos y para no ser
tenido en menos por los vecinos se hizo construir una eléctrica.
Quien puede emigra. Se
han constituido los Estados Unidos de Marte. Cada colono recibe un robot
humanoide para sus necesidades. En la tierra solo quedan los inadaptados, los
retrasados, o los considerados como “genéticamente no viables” a causa de los
efectos de la radiación.
Otro habitante de San
Francisco es John Isidore a quien los test de inteligencia han calificado como
deficiente: “un cabeza de chorlito”. Vive solo pero tiene trabajo conduciendo
un camión de la empresa de reparación de animales eléctricos Van Ness. El show
televisivo del Amigo Buster y el Mercerismo, ─una especie de religión empática─,
compiten por el control de la mente de los habitantes que todavía habitan la
tierra.
Rick llega a la comisaría
de policía. Su compañero Holden está en el hospital por una herida de láser en
la columna. Los nuevos androides Nexus-6 son más inteligentes que muchos
humanos. Varios de ellos han huido de las colonias y han llegado a la Tierra.
Están fabricados por la empresa Rossen Association. La única forma de
distinguirlos es el test de empatía Voigt-Kampff. El inspector Bryant informa a
Dick de la situación. Antes de ser herido Holden retiró a dos, quedan seis
huidos.
Dick viaja primero a
Seattle a la sede la Rossen Association. Allí lo recibe una joven llamada Rachael
Rossen. Su tío Eldon Rossen es el dueño de la corporación. Dick tiene la misión
de comprobar el test de empatía puede detectar a los androides equipados con el
núcleo cerebral Nexus-6. La familia está nerviosa. El examen de Dick podría
retirar a toda la producción del mercado. Mezclan humanos y androides en el
test. La primera en someterse es Rachael Rossen. Después de muchas preguntas Rick
deduce que Rachael no es humana. Aunque Eldon dice lo contrario. Su falta de
empatía es el producto de una infancia solitaria. El test para identificar a
los androides parece que ha fracasado…
Comentario: La
novela es bastante diferente a la película. Más desalentadora diría yo. «La
mayor diferencia entre la visión de Ridley Scott y la mía es que para mí los
replicantes son deplorables, porque no tienen corazón, son totalmente egoístas,
no les importan los demás, y en mi opinión son entidades inferiores a los
humanos por ese motivo. Ridley dice que los ve como Supermanes que no pueden
volar: más listos, más fuertes, con mejores reflejos que los humanos». En el
film falta el misticismo de Philip K. Dick. El Mercerismo, una religión
síntesis de cristianismo y budismo, queda totalmente anulado en la película.
La soledad, la falta de
comunicación entre humanos, la desaparición de los animales, la dificultad para
distinguir a los androides de las personas vivas (Que no es más que la
dificultad de establecer los límites entre lo real y lo que no lo es) y la
ausencia de un futuro en la Tierra (Deckart ve la inevitable decadencia del
mundo y de su propio papel), marcan a los personajes de la novela.
Hay un momento en que Rick
siente más empatía por la androide Luba Luft, una cantante de Ópera, a la que Rick
es aficionado, que por un policía a quien le gusta matar replicantes. Empieza a
hacerse preguntas morales, incluso se siente atraído por Rachael que es una
androide. Posteriormente se da cuenta que ella no tiene sentimientos,
simplemente lo ha utilizado para sus fines.
No me ha disgustado su
lectura y creo que seguiré curioseando en el universo futurista y alucinatorio
de Philip K. Dick.
BIBLIOGRAFÍA
Philip K. Dick, ¿Sueña los androides con ovejas eléctricas?,
Planeta, Barcelona, 2001.
Leonardo Espinoza
Benavides, Mercer
y el Mercerismo, ALCIFF, Chile, 21/05/2019.
Antonio Martínez Asensio, ¿Sueñan los androides con ovejas elétricas?, una obra clave de la ciencia ficción postmodernista, Cadena Ser, 20/11/2022 (Añadido con posterioridad).
Santiago Sevilla
Vallejo, La realidad
virtual y la creencia en la trascendencia en Philp K. Dick, Revista
Cálamo FASPE nº 67, 2019 – pp. 45-52.
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