Libros para resistir (o volverse loco con) el confinamiento por Covid-19 (2ª Parte)


Libros para resistir (o volverse loco con) el confinamiento por el Covid-19. (2ª Parte)

Continuo con más lecturas porque tenía la intuición (esa que proviene de nuestra herencia filogenética, de nuestro primitivo cerebro reptiliano) de que no saldríamos del confinamiento tempranamente. Sigo pensando en lecturas que tienen en común un escenario de confinamiento, los efectos que produce la soledad, una sociedad dictatorial o un de accidente nuclear, donde la amenaza es un enemigo invisible, con muchas similitudes a lo que estamos viviendo estos días.


1) Un mundo feliz (Brave New World, 1932) de Aldous Huxley. El libro es una sombría metáfora sobre el futuro, muchas de cuyas profecías se han venido cumpliendo, acelerada e inquietantemente, en los últimos años. La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y el bienestar, sacrificando valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje. Cuando alguien no está conforme o se siente disgustado con la vida que vive y el mundo que le rodea se toma una droga llamada “soma”.

La novela muestra una sociedad distópica que funciona como una dictadura sin que los ciudadanos lo adviertan. Todos están condicionados genéticamente y disfrutan sin trabas del sexo y las drogas, por lo que no pueden apreciar la ausencia de libertad. Que gran parecido guarda con la proliferación de ansiolíticos y antidepresivos de nuestro presente que nos mantienen entontecidos e inertes.


2) Zorba el griego (Βίος και Πολιτεία του Αλέξη Ζορμπά, 1946) de Nikos Kazantzakis. ¡Qué obra tan fantástica! Su lectura nos puede venir muy bien en estos tiempos tan necesitados de los valores que rezuma: la amistad, el amor y por encima de todo la libertad. “No confió en las fuerzas secretas que dicen que protegen a los seres humanos. Confío en las fuerzas ciegas que golpean a diestra y siniestra, sin maldad, sin objetivo, y matan al que le haya tocado estar cerca”. Lo difícil es aceptar el hecho de que la epidemia es resultado de la pura contingencia.

En su tumba Kazantzakis hizo colocar el siguiente epitafio: “No espero nada, no temo nada, soy libre.” ¿Y qué decir de la música que Mikis Theodorakis compuso para la película de M. Cacoyannis? ¡Sublime!


3) 1984 (1948) de George Orwell. Un clásico de la literatura en el que podemos ver a donde puede llegar el ser humano bajo la conjura de dos elementos: la tecnología y los regímenes dictatoriales. Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana,​ una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. Sin embargo, no hay que olvidar que estos elementos ya aparecen en la novela rusa Nosotros (1920) de Yevgueni Zamiatin, en la que se inspiró Orwell, y que se considera la novela fundadora de la novela distópica contemporánea. La novela 1984 es, sin embargo, mucho más popular y el término «orwelliano» se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras.

Recordemos los lemas del Partido en la novela son: "Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza". A ojos de hoy sus predicciones se han quedado cortas. Ese “Gran Hermano” tecnológico “omnipresente” actualmente lo ve todo, lo escucha todo y lo lee todo. Lo sabe todo de nosotros, incluso más que nosotros mismos. ¿Dónde nos podremos refugiar? ¿Cómo se podrá escapar a su control? Creo que nos será muy difícil. 


4) La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza. El protagonista, Javier Miranda, es un chico vallisoletano que viaja a Barcelona en la primera mitad del siglo XX en busca de trabajo y oportunidades. Empieza en un despacho de abogados a cargo del señor Cortabanyes y pronto conoce al que será su mentor, el empresario francés Paul-André Lepprince. El escenario es la Barcelona, entre los años 1917 y 1919, de las revueltas obreras y el pistolerismo de la patronal.

¿Por qué he traído a colación esta novela? Porque es una obra donde se nos muestra un cambio de época, la descomposición del sistema político de la Restauración. Como nos está ocurriendo ahora a nosotros mismos. De cambio de paradigma, como le gusta decir a los resabidos. Ya nada será igual que antes. Solamente que estos cambios, en nuestro siglo, se producen a una velocidad endiablada.

Durante la época del Renacimiento, en el arte y la cultura, o durante la Revolución Industrial, con el cambio del modelo productivo, se tardaron muchos años, cuando no siglos, en su implantación y consolidación, dándoles el suficiente tiempo a las personas para poder adaptarse. Sin embargo el cambio hacia una sociedad virtual, sin cuerpos, no presencial, ya la tenemos aquí, a lo vivo, sin anestesia, sin tiempo alguno para la transición y nuestro acomodo.


5) Ensayo sobre la ceguera (Ensaio sobre a cegueira, 1995) de José Saramago. Seis personajes anónimos dirigidos por una heroína (la mujer del médico), han de hacer frente a una pandemia que se extiende por todo el mundo: la ceguera blanca. Los primeros infectados son encerrados en campos de reclusión ante el pánico generalizado. A partir de su encierro se genera un caótico submundo, donde surgen los instintos más bajos del ser humano. Ante el miedo –los de dentro, fruto de la incertidumbre producida por la ceguera, y los que permanecen en el mundo exterior por el miedo al contagio– "triunfan" los personajes más amorales que se aprovechan de la desesperación y el desorden.

La novela no deja de ser una fábula moral sobre cómo nos comportamos los seres humanos frente al miedo, la enfermedad y lo desconocido. No me gustó el tono doctrinal de la misma cuando la leí. Las buenas intenciones de Saramago no dejan de parecerme una religión más. El cristianismo nos promete el paraíso en el cielo y el comunismo el paraíso en la tierra. Ninguna de la dos me convence. No aspiro a tanto, me conformo simplemente con vivir.


6) Voces de Chernóbil (Чернобыльская молитва, 1997) de Svetlana Aleksiévich. La novela está compuesta por una serie de entrevistas a supervivientes de la explosión ocurrida en el reactor de la central nuclear de Chernóbil el día 26 de abril de 1986. La obra está formada por monólogos de los supervivientes de la tragedia donde apreciamos el punto de vista de cada uno. El resultado final es un coro de voces, al modo que se daba en la tragedia griega, donde los personajes parecen marcados por un fatal destino. Aleksiévich recoge testimonios que de otro modo hubieran pasado desapercibidos porque no se corresponden con la versión oficial.

La radiación nuclear es un enemigo invisible al igual que un virus: no se ve. No estamos en una guerra convencional. No existe una intencionalidad por parte del virus. Las armas para defendernos no son bélicas, son higiénicas, médicas y de reclusión.


7) La conjura contra América (The Plot Against America, 2004) de Philip Roth. La novela sigue las vicisitudes de la familia Roth durante la presidencia de Lindbergh en los EE.UU., conforme se va aceptando más el antisemitismo en la vida estadounidense, las familias de origen judío como los Roth son perseguidos de diversas formas. Roth basa su novela en las ideas aislacionistas expuestas por Lindbergh en la vida real como portavoz del comité Estados Unidos Primero (America First Committee) y en sus propias experiencias creciendo en Newark, Nueva Jersey.

Unos Estados Unidos antisemitas en los años 1940. Roth había escrito en sus memorias Los hechos (1988) sobre las tensiones raciales y antisemitas que formaron parte de su niñez en Newark. Varias veces en ese libro describe ataques a los niños en su vecindario simplemente porque eran judíos.

La intolerancia y el miedo hacia las minorías: raciales, religiosas, médicas (infectados de Covid-19 u otras enfermedades infecciosas) se consolidará tras la pandemia. Siempre se desprecia al pobre, en cambio si se tiene dinero eres bienvenido. ¿Recordáis cuando el gobierno de Rajoy daba la residencia española a los chinos y otras nacionalidades que compraran un piso de más de 500.000 euros? Pues bien estas prácticas no se han descartado con la caída del PP, el año 2019 se concedieron más de 8.000 de estos permisos conocidos como Golden Visa

A modo de conclusión: Os animo a leer los libros que comento hoy porque leyéndolos podemos llegar a entender el miedo, la soledad, la impotencia ante un enemigo invisible. Espero que su lectura y la lectura de este comentario nos hagan reflexionar a todos sobre nuestro lugar en el mundo y qué tipo de vida queremos vivir. Si preferimos asumir el riesgo de vivir acompañados o por el contrario vivir aislados por el miedo a la enfermedad. El peor enemigo que tiene el ser humano es el miedo y la ignorancia.  

¿Qué mundo nos espera? No soy muy optimista cuando a la recuperación la llaman “Nueva normalidad”. Según el doctor Bonaventura Clotet este es el tercer coronavirus que nos llega. Puede pasar como con el SIDA, que se convierte en una enfermedad crónica o que se encuentre una vacuna. Clotet opina que se han de dedicar más recursos a la investigación.

También pienso, como otros magines de más nivel (Patrick Latour, Slavoj Zizek, Markus Gabriel, etc.), que estamos asistiendo a un primer acto dentro de una función mayor que conducirá a una crisis ecológica de gran envergadura. Si no cambiamos de modo de producción (una “transición energética” como se ha dado en llamar) y de consumo (que éste sea más racional), no le quedaran al planeta más de cien años antes de que la vida se le haga muy difícil a los humanos.

Lo único que está claro es que el virus destruirá los cimientos de nuestras vidas, provocando no sólo una enorme cantidad de sufrimiento, sino un desastre económico posiblemente peor que la Gran Recesión. Como dice el filósofo Slavoj Zizek “No habrá ningún regreso a la normalidad, la nueva normalidad tendrá que construirse sobre las ruinas de nuestras antiguas vidas (...) Tendremos que aprender a sobrellevar una vida mucho más frágil y comprender que no somos más que seres vivos entre otras formas de vida”.

Convendría preguntarnos ¿Quién gana con todo esto? ¿A quién beneficia? En esta crisis se trabaja más online, es decir dependemos de EE UU más que antes. Los europeos están produciendo valor añadido para los estadounidenses. Cada conferencia de Zoom, de Skype, Google Meet, cada visita a Facebook, cada pedido que hacemos a Amazon, o cada película que vemos de Netflix es consumo pero no es europeo. Estamos engrandeciendo a las corporaciones de Internet, todas ellas americanas. Como nos decía el añorado escritor José Luis Sampedro: “el hombre de una ciudad civilizada y urbanizada es un servidor del sistema y de las máquinas. Se pasa el día alimentado cosas y sosteniendo cosas.” Se ha olvidado de vivir.

Desgraciadamente las tendencias totalitarias han llegado para quedarse. Especular con el retorno de la epidemia en octubre y anticipar que tendremos que alternar periodos de confinamiento con periodos de libertad es inmoral y deleznable. ¿Y si están explotando de manera despiadada la epidemia para imponer una nueva forma de gobernanza?

A los gobernantes, sean del signo que sean, les encanta atemorizar a la población. Nunca hemos tenido menos libertad que ahora; sí, sabemos que es momentáneo, pero no sabemos cuánto durará. Como nos dice el filósofo Srećko Horvat: “Es terrorífico pensar qué puede pasar si la gente se acostumbra al actual estado de las cosas. Estamos en una situación en que ya no sabemos que no somos libres.”

No podemos dejar todas las decisiones en manos de políticos ineptos (con menos preparación que cualquiera de nosotros) y científicos encumbrados. Hacen falta filósofos, sociólogos, feministas, historiadores y profesores de literatura que analicen la narrativa del desastre, para construir entre todos el mundo después de la pandemia.

Hay una maldición china, aparte del covid-19, que dice: "Ojalá te toque vivir en tiempos interesantes". Saben de maldiciones los chinos, porque el interés de los tiempos es directamente proporcional a los problemas planteados. La bendición consistiría en vivir en una época aburrida, donde cada uno pudiera dedicarse sin interrupciones ni sobresaltos a su vida íntima y familiar, que es la que da verdaderas satisfacciones.

En este artículo no os haré más preguntas. Creo que ya os he formulado suficientes. Me gustaría que fuera el último que trate sobre la pandemia y los efectos del confinamiento. Que podamos volver a reencontrarnos, a tocarnos, a pasear por calles y plazas, a comer y beber en bares y restaurantes, a reír y bromear juntos cara a cara, a viajar con sentido. En definitiva, a volver a vivir.

Mi deseo es que esa “Nueva normalidad” que tanto nos anuncian contenga al menos algo que nos permita seguir en el conocimiento de nosotros mismos, en la huida de la soledad, en la acción frente a la pasividad, en la búsqueda del amor, la compañía, la conversación y la complicidad. Que podamos recuperar el dominio de nuestros actos y el valor que todo ser humano posee.

BIBLIOGRAFÍA

Svetlana Aleksiévich, Voces de Chernóbil, Debolsillo, Barcelona, 2019.





Aldous Huxley, Un mundo feliz, Plaza & Janés, Barcelona, 1995.

NIkos Kazantzakis, Zorba el griego, Acantilado, Barcelona, 2017 (3ª edición).

George Orwell, 1984, Edicions 62, Barcelona, 2005.

Philip Roth, La conjura contra América, Mondadori, Barcelona, 2005.

José Saramago, Assaig Sobre la ceguesa, Edicions 62, Barcelona, 2002.

Comentarios

  1. Muchas gracias por las recomendaciones Tomás!
    Estoy de acuerdo contigo: Ojalá pudiéramos reconstruir el desastre post-pandemia gracias a filósofos, sociólogos, feministas, historiadores y profesores de literatura, además de científicos, tecnólogos, economistas o políticos, o sea, entre TODOS, pero lo dudo mucho...

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por estas magníficas reflexiones que nuestra generación, la primera que ha tenido acceso universal a la educación, debería plantearse más a menudo.
    Afortunadamente tenemos la literatura que nos sirve tanto de acicate como de consuelo.

    Beatriu F.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Tomás! A menudo nos entestamos en buscar el último libro o el último comentario y nos olvidamos de los clásicos, y nos damos cuenta que las cosas no son tan distintas... No creo que el coronavirus nos haga cambiar a escala global como especie, pero quizás tenemos suerte y sí nos cambiará a escala individual, y a partir de ahí QuIzás logremos cambiar algo... Gracias de nuevo por las recomendaciones!

    ResponderEliminar
  4. Com sempre moltes gràcies pels teus comentaris i reflexions totes molt interessants.

    Pel que fa als llibres alguns els he llegit i d’altres no. Tinc pendent 1984 d’Orwell des de fa molt de temps, potser me l’hauré de llegir...

    Em quant a les reflexions, molt interessants totes, però si hem d’esperar a tenir una vacuna per sortir d’aquí ho tenim fotut dons aquestes triguen un temps a desenvolupar-se i després vindrà la guerra de les farmacèutiques per comercialitzar-la. No serà fàcil. De moment en que trobessin la manera de poder fer front a la pandèmia, poder-la tractar amb medicaments que ja tenim i controlar els contagis, em sembla que ja estaríem contents, i podríem tornar a portar una vida més o menys normal.

    Dubto que tot això ens porti a una transició energètica, fa molt temps que parlen del canvi climàtic, o crisi climàtica com en diuen alguns, i encara hi ha països que ho neguen, entre ells EE UU. Tant de bó tots aquest morts facin reflexionar a tota la classe política, però com be dius estem governats per una colla d’ineptes, ho veiem cada dia i en cada decisió que prenen.

    Desitjo que aviat puguem recuperar les nostres llibertats, retrobar-nos, i com be dius tornar a viure.

    Maite Fàbregas
    Confinada a Torelló

    ResponderEliminar
  5. M'he tornat a llegir el teu article. Les lectures em semblen molt ben triades: són interessants i representen, en essència, el que ens està passant a nosaltres ara. Tot s'ha capgirat de cop per a nosaltres, per als peons d'aquesta partida on poca opció de mobilitat i reacció ens han deixat. Com tu dius, en molt poc temps han aconseguit confina'ns utilitzant l'arma més letal: la por. La por a emmalaltir, la por davant un perill que no veiem i no entenem del tot, que no coneixem, però hi és perquè ens ho repeteixen durant les 24 hores del dia (als mitjans d'informació no els hi manca la feina, no com a d'altres que un dia van anar a dormir i a l'altre dia quan es van llevar, les reixes dels seus negocis ja no van pujar i els seus projectes de vida ja potser no podran tornar a obrir o recuperar).

    Sí, ho havíem llegit en les novel•les i ho havíem vist en el cinema, però ara el tenim realment aquí i ha vingut a fer-nos la guitza, a canviar-nos la vida o prendre’ns-la. I desorientats, espantats i obedients (la majoria) anem acceptant les directrius d'uns polítics també desorientats, espantats i obedients d'uns altres que estan per damunt d'ells.

    Se'ns diu que només ens pot salvar una vacuna i ara ja s'ha iniciat una carrera per aconseguir aquesta desitjada vacuna que ens salvarà de moment d'aquest virus i que omplirà les butxaques d'uns pocs que pel que avui llegim a la premsa, des del inici de la pandèmia ja es van posar a treballar en ella. I fins i tot, algun d'aquests ja havia "profetitzat" que aquesta pandèmia arribaria...

    Concloent: estem atemorits, hem quedat atrapats a la xarxa i pel camí hem hipotecat, de moment, la nostra llibertat, tan obedients i resignats... Però això farà el món millor? N'haurem après? Serem més conscients de què hem de tenir cura d'aquest planeta que ens acull i al que maltractem per a satisfer el nostre estatus de benestar i consumisme? Serem més solidaris o en canvi, encara seran més grans les desigualtats socials?

    I quan ens diguin que ja ha passat el risc, desprès de ser vacunats potser tant si volem com no, continuarem portant la mascareta, ens expressarem en llibertat?

    Ana C. (Ponent)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

(L56) Las afinidades electivas (1809)

(L111) El mundo de ayer. Memorias de un europeo (1942)

Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)