Juan Marsé (1933-2020)

Juan Marsé (1933-2020)

En el blog hemos tenido especial cariño y predilección por la escritura de Juan Marsé quien murió la noche del pasado sábado 18 de julio en el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau a la edad de 87 años. Por esas casualidades de la vida yo estaba allí ese día y a esa hora.

“Se ha ido Juan Marsé como un iceberg gigante que se desgaja de un mundo que se está derritiendo. El mundo acabará convertido en nada y el iceberg seguirá errando, solitario, causando estragos, emocionando, siendo magnífico, tabla de salvación de animales raros y seres en peligro.” (Javier Pérez Andújar, Twitter, 19/07/2020).

“La ironía, que él tanto utilizaba, ha querido que Juan Marsé muriera un 18 de julio, el día del autodenominado Alzamiento Nacional, cuyas nefastas consecuencias retrató a través de los personajes de sus novelas, que poblaban una Barcelona gris y pobre pero muy animada. Si les dicen que Juan Marsé cayó, es cierto. Lo hizo sobre las 21 horas del sábado, en el hospital de Sant Pau, acompañado de los suyos”. (La Vanguardia, Xavi Ayén, 20/07/2020).

“Crecido en el barrio barcelonés del Guinardó, alimentó sus novelas de memoria, ese «paraíso del que nadie puede expulsarte». El Territorio Marsé huele a barrio y a tragaluz, sala de cine, papel de tebeo y erotismo en penumbra”. (ABC, 19/07/2020).

Premio Cervantes el año 2008, su obra está ambientada en la Barcelona de la época de la postguerra española y sus argumentos beben con preferencia de las clases humildes de estos barrios. Me he pateado el Carmelo, el Guinardó y Gracia persiguiendo los escenarios que “pisó” el personaje del Pijoaparte.

Marsé formó parte de los escritores de la Generación del 50 de la ciudad de Barcelona y que escribieron la mayor parte de su obra en castellano: Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Juan García Hortelano, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Goytisolo, Terenci Moix y Eduardo Mendoza.

“Me declaro anticlerical militante –dijo en una ocasión–, como lo era mi padre, la Iglesia le ha hecho tanto daño –y le sigue haciendo– a este país... ¿Por qué tengo que pagar de mi bolsillo a esta pandilla de sinvergüenzas, de chorizos, los obispos de la Iglesia? Y también soy antinacionalista”. (La Vanguardia, 19/07/2020).

De su obra hemos comentado con gusto siete libros: Ronda del Guinardó (1984); Últimas tardes con Teresa (1966) —en conmemoración del cincuentenario de su publicación—; El embrujo de Shanghái (1993); Si te dicen que caí (1973); Rabos de Lagartija (2000); El amante bilingüe (1990) y Un día volveré (1982). Ya me quedan pocas novelas interesantes que comentar de Marsé.

Quien desee saber más sobre la vida y la obra de este escritor puede leer la biografía de Josep Maria Cuenca, Mientras llega la felicidad, Anagrama, Barcelona, 2015. El poema que Gil de Biedma dedicó a Marsé parece que estuviera escrito ayer.

BIBLIOGRAFÍA IMPRESCINDIBLE

Juan Marsé, Últimas tardes con Teresa (1966).

_________  Si te dicen que caí (1973).

_________  Un día volveré (1982).

_________  Ronda del Guinardó (1984).

 

NOCHE TRISTE DE OCTUBRE, 1959

A Juan Marsé

Definitivamente

parece confirmarse que este invierno

que viene, será duro.

 

Adelantaron

las lluvias, y el Gobierno,

reunido en consejo de ministros,

no se sabe si estudia a estas horas

el subsidio de paro

o el derecho al despido,

o si sencillamente, aislado en un océano,

se limita a esperar que la tormenta pase

y llegue el día, el día en que, por fin,

las cosas dejen de venir mal dadas.

 

En la noche de octubre,

mientras leo entre líneas el periódico,

me he parado a escuchar el latido

del silencio en mi cuarto, las conversaciones

de los vecinos acostándose,

todos esos rumores

que recobran de pronto una vida

y un significado propio, misterioso.

 

Y he pensado en los miles de seres humanos

hombres y mujeres que en este mismo instante,

con el primer escalofrío,

han vuelto a preguntarse por su preocupaciones,

por su fatiga anticipada,

por su ansiedad para este invierno,

 

mientras que afuera llueve.

Por todo el litoral de Cataluña llueve

con verdadera crueldad, con humo y nubes bajas,

ennegreciendo muros,

goteando fábricas, filtrándose

en los talleres mal iluminados.

Y el agua arrastra hacia la mar semillas

incipientes, mezcladas en el barro,

árboles, zapatos cojos, utensilios

abandonados y revuelto todo

con las primeras Letras protestadas.

 

Jaime Gil de Biedma, Las palabras del verbo, Seix Barral, Barcelona, 2001.

Comentarios

  1. Com bé diu el Tomàs, en el seu bloc ha comentant moltes obres del Juan Marsé que malauradament ens ha deixat aquest estiu. Relacionat amb el seu interès per l'escriptor recordo les excursions per Barcelona cercant llocs emblemàtics que surten a les seves novel•les. Vaig tenir la sort d’acompanyar-lo en una d'elles.

    Vam anar al Carmel al bar Delicias que surt a la seva novel•la “Últimas tardes con Teresa”. La vaig llegir de joveneta i em va impactar molt tot aquest món que envolta al “pijoaparte” totalment desconegut per mi. Després de dinar al Delicias vam baixar tot travessant el Parc Güell fins a la plaça Rovira on va fer la foto que surt publicada al comentari del llibre “Un dia volveré”. El Juan Marsé ens ha deixat però sempre ens quedaran les seves estupendes novel•les.

    Maite Fàbregas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

(L56) Las afinidades electivas (1809)

(L111) El mundo de ayer. Memorias de un europeo (1942)

Manuel Vilas, El autor y su obra: La literatura y la vida (2019)