(L446) Ubik (1969)
Philip K. Dick, Ubik (1969)
Segunda novela que os
traigo de este escritor de culto de la ciencia ficción. Las predicciones de Philip
K. Dick (1928-1982) se están cumpliendo o nos estamos
acercando a ese mundo disociativo entre lo que hasta ahora considerábamos como
realidad y la ficción, el mundo de Matrix: Internet, las noticias falsas, los aparatos
inteligentes que nos espían, las nuevas formas de relacionarnos sin estar
presentes, la frialdad de las máquinas, etc.
Argumento:
5
de junio de 1992 (En un futuro próximo!?). El señor Glen Runciter recibe una
llamada de uno de sus técnicos quien le dice que han perdido la pista de un
telépata a pesar de que un inercial lo estaba siguiendo. El señor Runciter
pretende hablar con su esposa que está semiviva (en un estado de hibernación)
en un moratorio de Suiza llamado de los Amados Hermanos. El encargado se llama
Herbert von Vogelsang que da un trato preferente al señor Runciter, dueño de la
mayor empresa antipsi (previene la intrusión de los telépatas –que leen
nuestras mentes– y precognitores –que predicen nuestros actos–) para detectar
si estamos realmente solos o alguien nos tiene monitorizados.
Runciter habla con su esposa y le consulta el problema de la desaparición de los telépatas,
pero antes de que pueda darle sus consejos es suplantada en la comunicación por
Jory Miller, un chico semivivo de quince años. Runciter, muy enfadado, protesta
y hace que la aíslen en una habitación para evitar las interferencias.
Joe Chip está en su
apartamento viendo noticias en un homeoimpresor cuando tocan a la puerta. Se
trata de G.G. Ashwood quien le trae a una joven para que compruebe si tiene una
contrafacultad (anular a los precos). Joe tiene el apartamento hecho unos
zorros. No dispone de crédito y hace semanas que no lo visitan los robots de la
limpieza.
Los precos
(precognitivos) predicen el futuro. Eligen una opción entre muchas dispuestas
como si fueran celdas de un panal. Una de ellas brilla con mayor intensidad y
es la que escogen. Pueden predecir el futuro pero no cambiarlo. Pat Conley, que
así se llama la chica, puede como antipreco hacer que otros futuros aparezcan
igualmente reales y anula así la capacidad de elección de estos.
El señor Runciter, que
ha vuelto de Suiza de ver a su semiviva mujer, recibe la visita de la señorita
Wirt quien en representación de una gran empresa con sede en la Luna solicita
los servicios de la compañía del señor Runciter porque dice que se les han
colado varios telépatas a los que quieren desenmascarar. Al mismo tiempo llega
Joe con Pat, la precognitiva, para formalizar su contratación.
La antitelépata Tippy
Jackson está soñando, recita unos versos de Ricardo III cuando suena el
videófono y la despierta. Se trata del señor Runciter que quiere incorporarla a
la misión lunar. En la Luna les espera una trampa, cuando miden el campo no
encuentran ningún rastro de telépatas. Una bomba de fragmentación humana
explota hiriendo de gravedad al señor Runciter y levemente a otros miembros del
equipo. Trasladan al jefe a la nave para poder meterlo en una fibrovaina y
salvarle así la vida. Lo congelan sin saber si habrán llegado a tiempo. Dirigen
la nave hacia la tierra y van directamente hacia el moratorio de Suiza para
intentar que el señor Runciter quede en estado de semivida y pueda así
continuar dirigiendo la compañía.
Desde su llegada a la
tierra se producen procesos extraños: cigarrillos resecos, dinero fuera de
circulación, alimentos rancios (cosas que dejan de existir) y por otro reciben
notificación de Runciter –que está muerto, no han podido vivificarlo–, aparecen
billetes con su rostro, mensajes en cajetillas de cerillas, etc. (el fenómeno
del pasar a existir de algo que antes nunca existió). Tal vez se encuentran
ante alguna forma de manifestación de su psique…
Comentario:
un
mundo onírico donde no sabemos quién está vivo y quien está muerto. Dos
“realidades” paralelas que convergen en un final inesperado. El señor Runciter trata
de salvaguardar la intimidad de la gente. Eso que pronto será tan difícil de
conseguir, primeramente por nuestra exposición a los medios y a Internet y en
segundo lugar por la penetración de los “aparatos inteligentes” que fiscalizan
nuestros movimientos y saben todo de nuestras vidas. Yo mismo estoy dando en el
blog una información que ni interrogándome meses podrían llegar a saber sobre
mí.
Philip K. Dick era un
visionario que anticipó el angustioso mundo que nos va a tocar vivir más pronto
de lo que pensamos: la “realidad virtual” frente a la antigua realidad física,
el deseo de no morir, la fiscalización de nuestras vidas, la soledad que trae
la tecnología, la falta de humanidad de las máquinas, son sus temas favoritos.
El mundo Philp K. Dick,
esencialmente, siempre es uno y el mismo: un mundo de entropía desatada de
manera elemental, de decadencia que no solo, como en nuestra realidad, ataca la
disposición armoniosa de la materia, sino que incluso consume el orden en que
transcurre el tiempo. Todas las innovaciones tecnológicas, los magníficos
inventos y las capacidades humanas recién dominadas (como la telepatía, que
nuestro autor ha proporcionado con una articulación excepcionalmente rica en
"especialidades”) en última instancia, no han logrado nada en la lucha
contra el inexorable creciente Caos.
Las peculiaridades de
los mundos de Dick surgen especialmente del hecho de que en ellos es la
realidad de la vigilia la que sufre una profunda disociación y duplicación. A
veces, el agente de disociación consiste en sustancias químicas (del tipo
alucinógeno en Los tres estigmas de
Palmer Eldritch); a veces en la semivida de la congelación (como
precisamente en Ubik); y otras veces
(como en Ahora espera el año pasado –
Now Wait for Last Year) en una
combinación de narcóticos y "mundos paralelos". El efecto final es
siempre el mismo: distinguir entre la realidad de vigilia y las visiones
resulta imposible. El punto esencial es que un mundo equipado con los medios
para dividir la realidad percibida en semejanzas indistinguibles de sí mismo
crea angustiosos dilemas filosóficos.
La alarma ante el
ímpetu de la civilización tecnológica se expresa hoy en día en las consignas de
un "regreso a la naturaleza" después de destruir y descartar todo lo
"artificial", es decir, la ciencia y la tecnología. Estos sueños son
muy frecuentes dentro del género de la Ciencia Ficción. Sin embargo están
ausentes en Dick. La acción de sus novelas tiene lugar en un momento en que ya
no se puede hablar de un retorno a la naturaleza o de alejarse de lo
"artificial", ya que la fusión de lo "natural" con lo
"artificial" se ha convertido desde hace mucho tiempo en un hecho
consumado.
La paranoica visión de
Dick acerca del mundo de las corporaciones y el consumismo se funden en Ubik con sus obsesiones por la
incapacidad de distinguir lo real de lo ilusorio, ha tenido su influencia en
varias películas de culto como Terminator
(1984) de James Cameron; Matrix
(1999) de los hermanos/as Wachowski y Origen
(2010) de Christopher Nolan.
BIBLIOGRAFÍA:
Emmanuel Carrère, Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un
viaje en la mente de Philip K. Dick, Anagrama, Barcelona, 2018.
Philip K. Dick, Ubik, Editorial Planeta, Barcelona, 2018.
Stanislaw Lem, Philip K. Dick:A Visionary
Among the Charlatans,
Science Fiction Studies, March 1975.
John Tones, Por qué no hay película o serie sobre 'Ubik', la mejor novela de Philip K. Dick, Espinof, 22 de enero 2018.
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