(L450) Una novela rusa (2007)

Emmanuel Carrère, Una novela rusa (2007)

Seguimos comentando algunos libros de este escritor francés, uno de los más mediáticos en el panorama actual. Emmanuel Carrère (Paris, 1957) nos habla, en esta autobiografía novelada, sobre su abuelo georgiano desaparecido, sobre su viaje a la ciudad rusa de Kotelnich para filmar una película documental y sobre su complicada relación con su novia Sophie.

Argumento: Carrère viaja en el transiberiano. Se baja en la estación de Kotelnich, va con un equipo de la televisión. Son cuatro en total. Se alojan en el único hotel de la ciudad, el Viatka, un hotel en el que nunca ha funcionado nada. Van en busca de la historia de Andràs Toma, un prisionero húngaro que se ha pasado cincuenta y seis años en una institución psiquiátrica desde que fue hecho prisionero por los rusos. Su fecha de ingreso fue el 11 de enero de 1947. Es liberado y recibido como un héroe en Hungría cuando tenía ya noventa años. Más de ochenta mil soldados húngaros desaparecieron al final de la Segunda Guerra Mundial.

Kotelnich es un agujero pero un centro ferroviario importante, cada diez minutos pasa un convoy. Consiguen filmar en el hospital todo el día y acceden a una copia del historial médico de Andràs Toma que relata los más de cincuenta años de estancia en Kotelnich. No logran sacar demasiadas cosas en claro durante la visita.

Andràs Toma cree que a donde lo han llevado no es Hungría. Durante su estancia en Rusia le dijeron que Hungría ya no existía. Lo esperan su hermana y su cuñado con quienes va a vivir. A Toma le tuvieron que amputar una pierna. Va con muletas. Como tampoco tiene dientes, babea y escupe mucho. De los dos años y tres meses que van entre su reclutamiento por los nazis, octubre de 1944, y su llegada al psiquiátrico, enero de 1947, no se sabe nada.

Carrère cumple cuarenta y tres años, la edad en que murió su abuelo materno. Georges Zurabishvili era un emigrado georgiano que nació en Tbilisi en 1898, estudió en Alemania y desapareció en Burdeos el 10 de septiembre de 1944 cuando vinieron a buscarlo durante la liberación unos desconocidos. Había trabajado de intérprete para los alemanes. Carrère intenta aprender ruso, para ver si puede recuperar el ruso que escucho de niño, y así reconciliarse con su pasado.

Se divorció después de trece años de matrimonio. Tiene dos hijos. Ahora vive con Sophie en la rue Blanche, su piso de soltero. Sophie es rubia, esbelta, de cuello largo. Nunca antes había alcanzado esa plenitud amorosa. Sin embargo él cree que las relaciones nunca son duraderas. Piensa que no le conviene, que renuncia a otras mujeres, que tienen gustos diferentes, niveles sociales disparejos, no les gustan sus amigos…

Comentario: Una novela rusa me parece una novela malograda, repleta de fragmentos e historias diferentes que el autor pretende unir y darles un conjunto sin lograrlo. Interesa la historia del húngaro perdido en el psiquiátrico ruso y la del abuelo georgiano. En cambio la historia de amor con Sophie es penosa. El relato erótico que publica en el diario Le Monde no excita ni a un muerto, es pedestre y en cierto modo lamentable. Además sus disertaciones, sobre su vida conyugal con Sophie, me parecen un poco patéticas.

La novela obtuvo mucho éxito en Francia, ya que desvelaba algunas de las claves de la obra de su autor pues se trata de un relato autobiográfico que narra dos años esenciales en la vida del escritor, y cómo los secretos familiares llegaron a destrozarle.

De las obras que he leído de Carrère ésta es sin duda la más floja y la que me ha dejado más indiferente. Pero ello no quita que sea un escritor a seguir y que me hallan gustado muchos las anteriores novelas comentadas en el blog.

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