(G232) Restaurante Casamar (Llafranc, Girona)
Restaurante Casamar (Llafranc, Girona)
La Costa Brava estaba a reventar. Con reserva previa
comimos en el mejor restaurante de Palafrugell para despedir el verano. Se
trata del Casamar, carrer Del Nero,
17211 Llafranc. Situado en el hotel familiar del mismo nombre donde María
ejerce de amable anfitriona. Su hermano, Quim
Casellas, nos ofrece una estupenda cocina mediterránea para disfrutar y
saborear. Siempre unido a su territorio, el Ampurdán, y a sus productos entró
rápidamente a formar parte del colectivo de La
Cuina de l'Empordanet y posteriormente del movimiento slow food.
Los dos Menús degustación
no nos convencieron y decidimos comer a la carta. Los aperitivos (fotos) más que correctos nos abrieron el
apetito. Anacardos bañados en cúrcuma, pan de yuca con tartar de tomate, bocadillos
de pan bao con carne de cerdo desmigada y caldo con cigala.
De primeros elegimos unos
platos muy veraniegos y refrescantes. Sardina marinada con “Ajoblanco”, emulsión
de ajo negro y cerezas (foto),
riquísimo. Salmorejo de tomate azul, aguacate y berberechos (foto). Acertada actualización del
salmorejo cordobés.
Los segundos mantuvieron
el alto nivel gastronómico. Panegal (Cabracho) frito entero con picada de frutos
secos, mayonesa de ñoras y crema de escalibados (foto). Plato espectacular y sabroso a la vez. Mini suprema de
merluza cocinada a baja temperatura con espuma caliente de aceite de oliva y
escalibada suave (foto). Composición
muy fina y delicada.
De postre compartimos su
versión del Lemon Pie con sorbete de Yuzu,
gel de lima y su twist (foto). Bueno. Se trata de un clásico
versionado, con notas de diferentes cítricos y la untuosidad del merengue
italiano.
El pan integral y la
magdalena de romero buenos aunque nos los sirvieron sin aceite de
acompañamiento. Para beber agua y unas copas de Verd Albera
2020 (foto). Un vino
de proximidad de Martí Fabra en la población de Sant Climent Sescebes, DO Empordà.
Es un blanco mezcla de Garnacha blanca, Macabeo, Moscatel, Garnacha rosada y
Chardonnay que ha fermentado en cubas de hormigón durante nueve meses. Es
afrutado con matices a pera y frutas con hueso como el melocotón y el
albaricoque; y muy fresco, ideal para los platos de pescados, mariscos y
ciertas verduras.
El vino de más
personalidad fue un Xarel.lo
2018 (foto) de la
Vinya del Noguer del viticultor Pepe Raventós. Se trata de un vino biodinámico,
natural, sin sulfitos. Y que tiene un punto algo ácido (vinagre de manzana) que nos recordó a la Kombucha. También ha sido
fermentado en cemento y cerámica. Proviene de cepas viejas con una antigüedad
de más de cincuenta años. Es un vino diferente, complejo. Con un amplio abanico
de matices aromáticos que van desde anisados, hierbas mediterráneas, ahumados,
fruta y también yodados.
Terminamos con un café solo (foto) y una infusión de María Luisa recogida en las tierras Ampurdanesas.
Los petites fours muy ricos: chocolate
negro, gominola de mango y pastelito de almendras. Precio 55/60 euros por
persona, más bebidas y cafés. Fecha de la visita 29 de agosto de 2021.
PUNTUACIÓN: 7,5
PS: En la edición de la Guía Michelin para España y Portugal 2022 le han quitado la estrella que ostentaba. He de deciros que la experiencia del verano fue satisfactoria y que encuentro la pérdida poco justificada.
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