(L528) La hierba roja (1950)

Boris Vian, La hierba roja (1950)

Tercera novela que os traigo de este original y polifacético escritor francés. Boris Vian (1920-1959) a pesar de su prematura muerte nos ha dejado una obra inmensa por descubrir a los lectores de habla hispana o catalana. Ya sabemos que esto de la literatura va por modas y gustos.

Argumento: Wolf y Saphir quieren probar la máquina, van a busca a sus mujeres, Lil y Folavril. El motor arranca y deciden cenar todos juntos esa noche. Ambas mujeres se parecen “ambas tenían el cabello largo y rubio, labios como para besarlos y el talle esbelto”. Después de la cena llaman a unos amigos para tomar unas copas y poner algunos discos. Wolf está obsesionado con la máquina que es una perforadora.

Wolf se lava las manos y se cambia regresando a la sala donde los demás bebían y bailaban. “Al pasar, hizo oscilar el fusible que servía para dar variedad a la atmósfera durante las largas noches de invierno. Debido a ello, la iluminación fue reemplazada por una emisión de rayos X de baja potencia, despuntados para mayor precaución, que proyectaban sobre las paredes luminiscentes la imagen ampliada del corazón de los que bailaban. Por el ritmo de los latidos se podía ver si amaban a su pareja”.

“–Me gustaría que siempre fueran vacaciones –dijo–. Quisiera estar siempre paseando contigo. –Te cansarías en seguida –dijo Wolf–. Ya ves, ya tienes que ir a un recado. –No es verdad –dijo Lil–. Es una casualidad. Tú eres el que se cansaría. Prefieres trabajar. No puedes estar sin trabajar. Te volverías loco”.

Wolf juega al pluk (una especie de golf) con el senador Dupont, un gato que habla, que lleva el carrito enganchado para trasladar los palos del juego. Lil se apresura a maquillarse y salir. Va a casa de una oliente (pitonisa) quien le echa las cartas del Tarot diciéndole que su marido va a encontrar lo que ha estado buscando desde hace mucho tiempo. Hay una serie de animales a la entrada, un cuervo que habla, una rata y una enorme mariposa.

“Folavril, alta y esbelta, se dejaba mirar, con sus largos cabellos rubios en punta sobre la frente, su mentón redondo casi voluntarioso y sus orejas finas como nácares de laguna. Su boca de espesos labios, casi iguales; sus senos que tiraban de su jersey demasiado corto, haciendo que quedara al descubierto la piel dorada de la cadera. Lazuli recorría con la mirada la conmovedora silueta de su cuerpo”.

Comentario: es una novela surrealista a estilo de la primera que comenté de Vian, La espuma de los días (1946) pero, desafortunadamente, a mi entender es menos poética y lograda.

El traslado al pasado del Wolf, uno de los protagonistas, no es el equivalente a lo que se relata en La máquina del tiempo (1895) de H.G. Welles, sino que es un viaje a la revisión de la propia historia de Wolf, lo que transforma a la Máquina en una especie de instrumento de psicoanálisis para la revisión de sus memorias.

Su mensaje es de rebelión contra todo lo establecido, la enseñanza, la religión, el sometimiento a las normas, al trabajo rutinario. “Hice trampas… para no ser más que el que piense de la jaula, ya que de todo modos seguía encerrado allí con los que se quedaban inertes… y no salí ni un segundo antes que ellos. Es cierto, pudieron pensar que me sometía, que hacía lo que ellos, y eso satisfacía mi preocupación por la opinión ajena. Y, sin embargo, durante todo ese tiempo viví en otra parte… y pensaba en otras cosas”.

“Mire, señor Brul, mi punto de vista es simple: mientras exista un lugar en el que haya aire, sol y hierba, tenemos la obligación de lamentar no estar allí, sobre todo si somos jóvenes”.

También crítica a religión católica: “‒Me sentí decepcionado por la formas de su religión –dijo Wolf‒. Son completamente gratuitas. Todos son carantoñas, cancioncitas, hábitos bonitos… La religión y el music-hall son casi lo mismo”.

Seguiré indagando en su universo literario ya que sus obras poseen la suficiente originalidad y variedad como para no aburrirnos.

BIBLIOGRAFÍA

Mariano de Henestrosa, La hierba roja, Boris Vian: caleidoscópico fundido a negro, Fabulantes, 26/04/2016.

Boris Vian, La hierba roja, Bruguera, Barcelona, 1986. (3ª edición).

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