(L539) Un instante eterno (2019)

Pascal Bruckner, Un instante eterno. Filosofía de la longevidad (2019)

Este filósofo francés ha obtenido una cierta repercusión con el ensayo que os traigo hoy. Pascal Bruckner (Paris, 1948) pertenece a esa larga tradición de pensadores galos que nos ayudan en la tarea de acercarnos intelectualmente a lo que se dio en llamar la “filosofía del buen vivir”.

SINOPSIS

“Que contraste con nuestros tiempos, cuando cualquier adulto trata de forma desesperada de mostrar los signos externos de la juventud, practica la confusión de disfraces, lleva el pelo largo o vaqueros; cuando las propias madres se visten como sus hijas para anular cualquier brecha entre ellas. En el pasado, la gente vivía la vida de sus antepasados, de generación en generación. Ahora los progenitores quieren vivir la vida de sus descendientes. Jovencitos de 40 años, cincuentones con aspecto adolescente, sexigenarios, aventureros de 70 o más, con sus mochilas, sus bastones de esquí y sus cascos, aficionados a la marcha nórdica, que cruzan la calle o los jardines públicos como si estuvieran atacando el Everest o el Kalahari, abuelas en escúter, abuelos en patines o en monociclos eléctricos. Es el vértigo de la regresión autorizada. El desajuste generacional es tan cómico como sintomático: entre los jóvenes encorsetados en sus trajes ceñidos y los viejos con sienes plateadas que se pasean en pantalones cortos, la cronología se altera”.

“La sociedad del culto a la juventud tiene la peculiaridad de que, lejos de ser el triunfo del hedonismo, está, desde la primera infancia, obsesionada con la senectud y a la caza de la misma en una sobremedicación preventiva. Y la falsificación de la eterna juventud suena cada vez más falsa a medida que pasa el tiempo”.

“Autobiografía intelectual y, al mismo tiempo, un manifiesto, este libro trata un solo tema: el largo tiempo de vida. Considera esta etapa intermedia, una vez rebasados los 50 años de edad, en la que no se es ni joven ni viejo, sino que siempre se está habitado por apetitos abundantes. En este intervalo se plantean con agudeza todas las grandes cuestiones de la condición humana: ¿Queremos vivir mucho tiempo o intensamente, empezar de nuevo o ramificarnos? ¿Qué hay de un nuevo matrimonio, una nueva carrera? ¿Cómo evitar la fatiga del ser, la melancolía del crepúsculo, cómo superar las grandes alegrías y las grandes penas? ¿Cuál es la fuerza que nos mantiene a flote contra la amargura o la saciedad? Estas páginas están dedicadas a todos aquellos que sueñan con una nueva primavera en otoño y desean retrasar el invierno lo más posible en las estaciones de la vida”.

Comentario: interesante ensayo sobre la filosofía de la longevidad que nos hace reflexionar y plantearnos la gran pregunta: ¿Qué debemos hacer con estos 20 o 30 años más que nos caen encima de manera involuntaria? La ciencia no ha prolongado la vida, ha prolongado la vejez con toda la serie de lacras e impedimentos que lleva consigo. Frente a esta última etapa de la vida hay fundamentalmente dos visiones: resignación o el enfoque opuesto. Paul Bruckner se decanta por la segunda opción. Mientras haya salud debemos seguir amando, viajando, comiendo y disfrutando de la vida.

Hay otras preguntas interesantes que podemos hacernos ¿Qué queda por hacer cuando crees que lo has vivido todo? La consigna “vive como si fueras a morir en cualquier momento” no tiene sentido. Nadie puede vivir en tal angustia, por lo que nos olvidamos con prontitud del acecho de la muerte. Una de la condiciones del placer es que sea repetible. A cierta edad nos queda el intelecto y la emoción que son el secreto de la madurez feliz.

La opinión pública es cruel con aquellos que olvidan la restricción de la edad. Un viejo que desea está mal visto. La tragedia de los años que se nos acumulan es que no nos vemos cambiados hasta que los demás nos lo hacen ver. Decía Óscar Wilde que “El drama de la vejez es que sigues siendo joven”. Vivimos demasiado y eso hace que el matrimonio por amor entre en crisis. No es nada extraño que una persona tenga a lo largo de su vida tres o cuatro relaciones de pareja sólidas e importantes. Incluso que haya tenido hijos con más de una de ellas.

Después de los 60 años estamos en el ahora o nunca. Aunque estemos en el “veranillo de la vida” nos damos cuenta que con la edad no todo es posible. Los científicos y los ricos quieren prolongar la vida pero si hay una eternidad, es aquí y ahora, donde vivimos. Como decía Emilio Lledó vivir no es durar. ¿Qué nos enseñan las dolencias corporales? Pues a ser prudentes y ser conscientes de nuestra fragilidad. La enfermedad es el peaje que se ha de pagar por vivir más años. Pero creo que hay algo peor que la muerte, es la incapacidad física y mental. Por mi experiencia familiar he visto que lo peor es cuando la persona queda indefensa por la enfermedad, sin capacidad de comunicación ni disfrute alguno. Tal vez el sentimiento de haber tenido una existencia plena hace que el final sea menos atroz, aunque no estoy del todo seguro. Como nos dice Pascal Bruckner “la eternidad es aquí y ahora” así que mientras la salud nos lo permita disfrutémosla.

BIBLIOGRAFÍA

Marc Bassets, Pascal Bruckner: “Más allá de los 60 no hay un desierto sentimental ni erótico”, El País, 30/03/2021.

Pascal Bruckner, Un instante eterno. Filosofía de la longevidad, Siruela, Madrid, 2021. (6ª edición).

Javier Ors, Pascal Bruckner: «Ya no nos preocupa tanto la salvación del alma como la felicidad del cuerpo», La Razón, 09/07/2021.

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