(G253) Restaurante Virens (Barcelona)

Restaurante Virens (Barcelona)

En un día especial como este pasado Sant Jordi se ha de reservar con antelación si quieres comer debido a la cantidad de paseantes y turistas que visitaban esa Illa inmensa de libros que se creó en el centro de Barcelona. A pesar del tiempo desapacible la experiencia fue bonita.

El cocinero madrileño Rodrigo de la Calle ha desembarcado en Barcelona con su restaurante Virens, Gran Via de les Corts Catalanes, 619, 08007 Barcelona (esquina calle Pau Claris). Una propuesta vegetariana con algún aporte de proteína animal para los flexivegetarianos. Diríamos que no es totalmente un restaurante vegetariano, aunque las verduras sean las estrellas de la carta. El restaurante se encuentra en el interior del elegante hotel Almanac.

Al mediodía solamente disponen de un Menú, la carta la dejan para las cenas. No se complican demasiado la vida.

Los primeros consistieron en Ensalada de tomates con helado de cacahuete y pepino (foto), buena. Berenjena a la brasa con salsa hot pot y crujiente de lentejas (foto), plato bastante flojo.


Los segundos elevaron considerablemente el nivel de la comida. Arroz con crucíferas y all i oli (foto). Muy rico. Es un arroz de verduras (coliflor, brócoli, tirabeques, etc.). Marmitaco de atún tradicional (foto). Muy bueno. El atún muy tierno, nada astilloso. 


De postres un Banoffee de chocolate y plátano (foto). Sorprendentemente bueno. Tartar de frutos rojos con helado de vainilla (foto). Muy buenos. El aceite bueno y el pan de semillas de amapola sin demasiado interés.


Para beber agua mineral y varias copas de vino. Miranda d’Espiells 2020 (foto). Es una uva Chardonnay de la D.O. Penedès. Blanco joven pero intenso de las bodegas Juvé & Camps. En nariz desvela notas a fruta madura e hierbas secas. En boca es potente y a la vez equilibrado. Este 100% Chardonnay también muestra cierta tropicalidad (piña) y mediterraneidad (notas anisadas que recuerdan al hinojo). Fermenta en depósitos de acero inoxidable para preservar su frescura.

De música de fondo llegué a distinguir, entre las conversaciones de los vecinos pues las mesas estaban demasiado juntas, Sigh (2003) de Praful. Música que mezcla el tecno y el soul de ambientación tranquila.

Acabamos con un café y una infusión. Precio del Menú 25 euros, más extras, más vino (agua y café incluidos). Fecha de la visita 23 de abril de 2022.

PUNTUACIÓN: 6,5

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