(G258) Restaurant Deliri (Barcelona)

Restaurante Deliri (Barcelona)

Un restaurante situado en pleno corazón de Barcelona. Deliri, Calle Córcega, 242, 08036 Barcelona. Fue fundado por David Morera, apasionado de la cocina. Antes de tener su propio restaurante, Morera recorrió varias cocinas, como el Coure, donde, en sus propias palabras, “lo más importante era la comida, siempre con unos mismos valores, un buen producto y una filosofía de cocina tradicional”.

Todos los platos fueron a compartir. No disponen de ningún Menú, ni degustación ni tampoco del mediodía. Como aperitivos una Crema de aguacate sobre una base de galleta con idiazábal (foto), sin demasiado interés.

Empezamos la comida, propiamente dicha, con una Ensaladilla rusa (foto), muy rica. Pimiento escalibado a la “flama” con caballa laqueada y tapenade (foto). Plato muy bueno y equilibrado en sus matices.


Berberechos (foto), con una salsa que a nuestro entender no ligaba y que desmejoró un producto excelente. Pulpo con romesco y papada Maldonado (foto). Estupenda y acertada combinación.


Arroz con el jugo de las cabezas de gambas, espárragos silvestres y gamba desmenuzada (foto). Muy conseguido. Acabamos con un plato de carne. Mollejas de ternera con ñoquis y jugo de pomelo (foto). Muy interesante la mezcla de sabores.


A los postres llegamos exhaustos y decidimos compartir uno. Chocolate, aceite y sal (foto). Para los golosos del chocolate. Bueno sin más.

La comida se desarrolló sin pan. Para beber elegimos varias copas de La Vieille Ferme Blanc 2021 (foto). Un vino del Luberon, de la zona vitícola del Ródano, en la Provenza francesa. Coupage de las uvas Bourboulenc, Garnacha Blanca, Ugni Blanc y Vermentino. Su agricultura es respetuosa con el medio ambiente, sin uso de productos químicos y con trabajos manuales que conllevan la utilización del arado. El vino en boca es muy afrutado con una chisposidad en el paladar muy agradable. Posee intensas fragancias cítricas, notas de fruta tropical y toques florales. Su final es largo, con un toque mineral.

Como segundo vino Abel Mendoza 2020 (foto). Es una uva tempranillo blanco. De una pequeña bodega que fue fundada el año 1988 en San Vicente de la Sonsierra, localidad de gran tradición vinícola. Sus viñas, un total 16 hectáreas, están situadas en el margen del Ebro, en terrenos accidentados y variados que combinan suelos arcillosos, margas y areniscas finas. Son viñas antiguas de 30 años son de las variedades tempranillo y malvasía. El cultivo sigue métodos de agricultura biológica. Es un vino con un suave toque de madera, recuerdos a amontillado, delicado y agradable de beber. En boca nos sabe a fruta blanca madura con un fondo ahumado muy interesante. Eso sí, es bastante diferente de otros vinos más comerciales y populares.

Terminamos con dos cafés. Sin entretenimientos finales. Precio aproximado de la comida 60 euros por comensal, más bebidas y cafés. Fecha de la visita 27 de julio de 2022.

PUNTUACIÓN: 7-7,5

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