(L573) Nieve de primavera (1969)
Yukio Mishima, Nieve de primavera (1969)
Siempre había tenido
curiosidad por la obra de este escritor japonés pero iba postergando su
lectura. Pues bien le llegó su turno. Yukio
Mishima (1925-1970) es considerado uno de los más
grandes escritores de Japón del siglo XX. Fue reconocido como uno de los más
importantes estilistas en lengua japonesa de posguerra. Sus obras se
caracterizan por mezclar la estética moderna y el tradicionalismo japonés con
enfoques en la sexualidad, la muerte y el cambio político de su país.
Argumento: Kiyoaki Matsugae y su amigo Shigekuni Honda tratan de recordar el
año en que terminó la guerra ruso-japonesa. Los dos habían cumplido los once
años. Koyoaki es un joven sensible, su familia tiene orígenes nobles y dos de
sus tíos murieron en esa guerra. En una ocasión el Emperador Meiji había
honrado con su presencia la residencia de los Matsugae.
No podía contar con
exactitud el número de mujeres que vivían en la mansión. Empezando por su
abuela que prefería vivir retirada a cierta distancia de la casa principal con
ocho doncellas para atender sus necesidades. Kiyoaki durante las festividades
de año nuevo había acompañado a la Emperatriz, una vez, y otra a la princesa
Kazuga. “La noche que Kiyoaki volvió a casa después de cumplir su deberes como
Paje Imperial, el marqués y su esposa dieron una cena familiar y privada para
celebrar el acontecimiento. Cuando llegó la hora de que Kiyoaki se fuera a la
cama, Inuma le acompañó hasta su habitación. Las mejillas del muchacho de trece
años estaban sonrosadas por el vino que su padre, medio en broma, le había
obligado a beber. Se escondió entre las colchas de seda, dejó caer la cabeza
sobre la almohada y se durmió con respiración dificultosa. Sus venas azules se
estremecían, y la piel era tan transparente que casi se veía el frágil
mecanismo interior”.
Kiyoaki tiene ya
dieciocho años, su amigo Honda ha venido a verlo. Cogen una barca y reman hacia
una pequeña isla. Desde allí observan como las doncellas de la casa acompañan a
la señora y a dos invitadas. Una de ellas es una joven con un kimono color
aguamarina bellamente bordado. “Aquel color resplandecía tan pálido y sedoso
como el firmamento al romper el día”. Se trata de la joven Sakoto hija del conde Ayakuma. Es dos años mayor que Kiyoaki y han
estudiado juntos de niños. Sakoto lo miró fijamente, desde joven se sentía
atraída por Kiyoaki. “Tenía la frescura de una fruta madura” (...) “Su nariz estaba tan bien moldeada como la de
una muñeca de marfil. Su cara parecía brillar en una sombra suave, que alegraba
el movimiento rápido y vivo de sus ojos. La mirada es usualmente considerada
como un punto de prueba en las mujeres, pero Satoko tenía una forma de mirar
irresistiblemente encantadora. Su sonrisa seguía íntimamente sus palabras, y su
mirada a su sonrisa, ensalzando la elegancia de su expresión. Sus labios, un
tanto delgados, finos, ocultaban una sutil voluptuosidad interior. Cuando reía,
era siempre rápida en ocultar el brillo de sus dientes con los esbeltos y
delicados dedos de una mano, pero no antes que los jóvenes advirtieran el
destello blanco, que rivalizaba con el brillo de las lámparas colgadas del
techo”.
Sakoto recibe una oferta
de matrimonio que declina porque está enamorada de Kiyoaki...
Comentario: considerada
como el testamento ideológico y literario de Mishima, El mar de la fertilidad es una tetralogía en la que el autor abarca
a través de su inconfundible mundo narrativo la evolución del Japón desde comienzos
del siglo XX hasta los años 70, expresando su rebeldía contra una sociedad que
él consideraba sumida en una decadencia moral y espiritual.
Comento hoy el primer
volumen y el más conocido y valorado Nieve
de primavera. Cuya delicadeza y esmerada escritura nos adentran en un mundo
de sensaciones que pertenecen a otra cultura, la japonesa, tan rica y diferente
a la nuestra.
Abundan en el libro descripciones y metáforas de una gran belleza:
“Junto a su cabello gris, primorosamente recogido en un moño, la piel de su
frente resplandecía a través del maquillaje como la sombra de la flor de
ciruela sobre la nieve”. (...) “protegida por el paraguas de Tadeshina,
apareció Satoko en la verja, con capa color púrpura. Al verla inclinar la cabeza
antes de salir, con las manos junto al pecho, Kiyoaki sintió apretársele el
corazón ante belleza tan extraordinaria, como si una nube de purpura hubiese
bajado a pintar de sangre la nieve que caía”. (...) “Aunque el aire fresco
anunciaba a Kiyoaki que estaba llegando la noche, tenía la sensación de estar
protegido del viento por un biombo de sedas, bordados y mejillas empolvadas”.
En el libro se puede
apreciar la historia y la cultura del Japón. Aparecen abundantes términos en japonés intraducibles, alguno
de los cuales ya se ha incorporado a nuestra lengua: haganta (un tipo de ciruela), samisén
(instrumento musical), koto
(instrumento musical), hakama
(pantalón largo con pliegues), torii
(arco tradicional japonés), tatami
(estera que cubre el suelo), kimono
(vestido típico de la mujer japonesa), kemari
(juego de pelota), sugoroku (juego de
mesa), waka (género de poesía),
budismo hosso (escuela budista
fundada por Xuanzang en China c. 630 d.c.), Otachimachi
(ceremonia del té), ceremonia de Shinto
(En ella los novios intercambian un rosario en las bodas sintoístas), sakaki (árbol, Cleyera japónica), okura (escuela de teatro japonés), los yaksha (dioses guardianes, espíritus de
la naturaleza), rickshaw (vehículo
ligero de dos ruedas que se desplaza por tracción humana), zaibartsu (un gran grupo de empresas que están presentes en casi
todos los sectores económicos), haiku
(poema breve), hibachi (dispositivo
de calefacción tradicional japonés), mahjong
(juego de mesa de origen chino, exportado al resto del mundo), naganta (arma de pértiga con una hoja de
filo), wisterias (planta llamada
popularmente glicina), paulowna
(árbol frondoso de origen chino), zelkovas
(olmo japonés), obi (faja ancha de
tela fuerte que se lleva sobre el kimono), haori
(chaqueta tradicional japonesa), kemari
(juego de pelota que se practica en Japón desde el siglo VI d. C.), sasanquas (es una especie de Camelia
nativa de Japón y China), manfu (manjū, es un tipo de wagashi o pastelillo tradicional),
máscara Noth (tipo de máscara
japonesa con formas de gato o felino), ikebana
(el arte japonés del arreglo floral).
También existen términos de origen hindú que penetraron
junto al budismo en Japón: Jataka Sutra
(tipo de relato budista que explica una de las etapas del Buda histórico en su
proceso por alcanzar la iluminación), bodhisattva
(alguien embarcado en el camino del Buda de manera significativa), samsara (es el ciclo de nacimiento,
vida, muerte y encarnación ‒renacimiento
en el budismo‒ en las tradiciones filosóficas
de la India), budismo mahayana
(tradición mayoritaria), budismo hinayana
(tradición minoritaria considerada inferior), doctrina de Yuishiki (enseñanzas de la única conciencia), cántico de los sutras (discursos dados por Buda o
alguno de sus discípulos más próximos), Alaya
(el inconsciente budista), Karminc (técnicas
de sanación reiki para trabajar sobre
el Karma), Karma (creencia según la
cual toda acción tiene una fuerza dinámica que se expresa e influye en las sucesivas
existencias del individuo).
Es un libro estupendo,
ideal para captar la sensibilidad y el complejo pensamiento japonés. También es
una extraordinaria historia de amor. La traducción de Domingo Manfredi Cano
(1918-1998) es muy esmerada. Desconozco si la hizo directamente del japonés o
de una lengua occidental. Lástima que el aparato crítico de notas sea
inexistente. Estoy seguro que me he perdido muchas cosas. Por suerte tengo la
suficiente curiosidad para buscar alguna información por mi cuenta.
BIBLIOGRAFÍA
Yukio Mishima, Nieve de primavera, Alianza Editorial,
Madrid, 2010.
Sebastián David Naranjo
Pulga, Interculturalidad y posicionamiento
moral en los personajes de la trilogía El mar de la fertilidad del novelista
japonés Yukio Mishima, Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Bogotá, Bogotá DC, 2018.
Kiyotaka Osawa, Paranoia y Homosexualidad; análisis de la obra de Yukio Mishima en el contexto Histórico-Cultural de Japón, Sociedad Psicoanalítica de México, 03/04/2013.
Bon dia Tomàs,
ResponderEliminarOoohh, el gran Mishima, mi marido ya ha tenido su momento mishimiano hace dos veranos, sumergiéndose en toda su obra. Ha acabado por entenderle e incluso me atrevería a decir, admirar ciertas facetas de este autor.
Si continuas en la lectura de otro Mishima ¡que lo disfrutes!
Abrazo,
Alicia F.