(G336) El Cañadío (Santander, Cantabria).
Restaurante Cañadío (Santander, Cantabria)
El norte de España ya no
es un refugio sosegado contra el calor veraniego. Santander estaba a reventar
durante el mes de agosto. Como nunca la había visto. Sin reserva imposible
comer en alguno de sus locales clásicos. Todo ello nos ha llevado a plantearnos,
próximo ya a la jubilación, el dejar de viajar durante el mes de agosto. La parte positiva fue asistir al encuentro, muy deseado, con nuestra amiga Pilar Villanueva. Superviviente,
como nosotros, de aquellos añorados veranos literarios de la UIMP (Universidad
Internacional Menéndez Pelayo).
Había reservado hacía
semanas en el restaurante Cañadío, Gómez
Oreña, 15 (Plaza Cañadío) – 39003 Santander. Poseen sucursal en Madrid. El
local como veréis en la fotografía estaba a reventar. Barras y mesas que se
renuevan constantemente con dos turnos para cenar.
Como aperitivo nos sirvieron
Mouse de mejillón, patatas chips y crema de olivas (foto). Más que correcto. Como primer plato una estupenda
Ensaladilla rusa (foto).
Le siguió unos
destacables Buñuelos de bacalao (foto). Con su pizca de all-i-oli por encima. Deliciosos.
Almejas a la marinera (foto). Muy
ricas. Todo de picoteo al centro de la mesa para compartir.
Finalizamos con un
Machote limpio al horno con patatas (foto).
Muy conseguido. Tal es el nombre que recibe en Santander este pescado conocido
como dentón en otras zonas de la Península y sama en las islas Canarias.
De postre Helado de
chocolate y canela (foto). Más que delicioso.
Para beber durante la
comida un agua mineral y varias copas de Albariño. Torre la
Moreira 2022 (foto). De
Bodegas Marqués de Vizhoja. Elaboran este albariño Rías Baixas empleando uvas
propias que seleccionan y recolectan a mano en su Finca la Moreira y en otras
fincas del Condado do Tea. Solo utilizan uva albariña, lo que lo convierte en
un Rías Baixas 100%.
Torre la Moreira tiene un
color amarillo pajizo con notas verdosas. Su aroma recuerda a la manzana, la
pera y a hierbas aromáticas. Es intenso y complejo. Ofrece un sabor goloso, suave
y afrutado.
El pan simplemente
correcto. No nos dio tiempo a tomar café. A las 22,30 horas nos levantaron
amablemente de la mesa para que el siguiente turno la ocupara. Noche algo
lluviosa y fresca en la ciudad. Preció a la carta 40 € por persona, a lo que
hay que sumar las bebidas. Fecha de la visita 12 de agosto de 2024.
PUNTUACIÓN: 6,5-7
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