(L664) Escritos de un viejo indecente (1973)

Charles Bukowski, Escritos de un viejo indecente (1973)

Sigo comentando libros de Charles Bukowski (1920-1994). Para mí es el escritor más irreverente de Norteamérica. Dentro de sus escritos, incluso de los menores, se pueden encontrar pequeñas perlas que ya justifican de por sí su lectura. Aunque sé que es un escritor que tiene o tuvo más predicamento entre la juventud, yo me he aficionado a él bien entrados los cincuenta.

Argumento: el título del libro se corresponde a una columna semanal que escribía Bukowsi en el diario underground Open City que fundó John Bryan en la ciudad de Los Ángeles. El libro es una selección de unos catorce meses de columnas donde tiene la libertad más absoluta para escribir lo que se lo ocurra.

1.- Su pelea con un filipino al que cree que ha matado y su huida hacia la ciudad de Nueva Orleans. “fue un viaje largo de mucho sople y cierta relación con una pelirroja de Fort Worth. bajé también en Fort Worth pero ella vivía con su madre y tuve que coger una habitación y por error me metí en una casa de putas. toda la noche aquellas mujeres gritando cosas como: « ¡EH ni hablar no me metes ESE chisme DENTRO por nada del mundo!» toda la noche los grifos corriendo, abrir y cerrar de puertas”.

2.- Al peor equipo de béisbol y a su entrenador los visita Jimmy Crispin, alias J.C., un ángel con alas que quiere ayudarlos a ganar la liga.

3.- Bukowski entra en un bar de maricones buscando a una mujer. (Mal sitio).

4.- Bukowski explica cómo conoció a Neal Cassady, amigo de Kerouac y Ginsberg que tuvo una gran influencia en el movimiento beatnik. “tantos viajes, tantas páginas de Kerouac, tanta cárcel, para morir solo bajo una gélida luna mexicana, solo, ¿comprendes? ¿Ves los pequeños cactus miserables?”

5.- Habla de Jack Kerouac y sobre sí mismo. “en fin, Jack es buen tío. he visto últimamente a demasiados intelectuales, estoy harto ya de esos ingenios insignes que tienen que soltar diamantes cada vez que abren la boca, estoy harto de luchar por cada espacio de aire libre para la mente. por eso estuvo apartado de todos tanto tiempo, y ahora, al volver a ver a la gente, descubro que debo volver a mi cueva, hay otras cosas además de la mente: hay insectos, y palmeras y pimenteros de mesas, y yo tendré un pimentero de mesa en mi cueva, para reírme. la gente siempre te traicionará. no confíes nunca en la gente”.

6.- No tiene un centavo en el bolsillo y tiene que buscarse un trabajo pegando carteles en los vagones de tren.

8.- En los combates de boxeo del Olimpic, Bukowski tiene un boxeador preferido que se llama Watson Jones hasta que un día es derrotado.

9.- Mientras apuesta en los hipódromos Bukowski filosofa. “si yo fuese un chico inteligente y perspicaz, diría por ejemplo: «arreglarse las uñas de los dedos con un lima sucia es una forma de masturbación» y probablemente me diesen una beca, una ayuda, la espada del rey en el hombro y catorce culitos calientes. sólo diré esto, que procede de un pasado de fábricas, bancos de parque, trabajos de mierda, malas mujeres, mal período de Vida: la razón de que el individuo medio siga en el tajo es que están atornillados por el cierre del cerrojo, la cara chiflada del capataz, la mano del casero, el sexo muerto de la amante. impuestos, cáncer, melancolía; ropas que se desmoronan a la tercera vez que te la pones, agua que sabe a orina, médicos que tienen consultorios indecentes con trabajo en cadena, hospitales sin corazón, políticos con cráneos llenos de pus... podemos seguir y seguir y sólo conseguiríamos que nos tachasen de amargados y de dementes, pero el mundo nos convierte a todos en locos (y locas) y hasta los santos están dementes. nada se salva. en fin, a la mierda”. 

10.- Sus opiniones sobre el asesinato de Kennedy (el segundo hermano) y sobre la pérdida de las libertades judiciales o espirituales no tiene desperdicio.

11.- Moss y Anderson son dos amigos que conversan mientras beben cervezas. “La mujer ama al mentiroso por lo bien que miente”. (...) “Somos un par de mierdas. Dos viejos solitarios echando la culpa a las mujeres...”.

Comentario: como podéis ver respeto la grafía de Bukowski, que empieza con minúscula después de punto. No he pretendido hacer un resumen exhaustivo de todos los artículos, algunos de ellos de dos o tres páginas. Simplemente uno pequeño y estimulante para que os animéis a entrar en su mundo.

Para él el escritor que no ha vivido no tiene nada que decirnos: “sólo hay un lugar para escribir, SOLO ante una máquina. el escritor que tiene que irse a la calle es un escritor que no conoce la calle. he visto suficientes fábricas, prostíbulos, cárceles, bares, oradores de parque, para cubrir cien vidas de cien hombres”.

Sus novelas también poseen un componente moral. Su definición de lo que es el mal es simplemente genial: “Estoy harto de que me digan que debo intentar “comprender” el mal. ¿Debe un canario “comprender” a un gato?”.

En los años cincuenta y sesenta las ideas de Marx, la revolución cubana, Fidel Castro y el Che Guevara prendían en el imaginario de la juventud norteamericana. Pero Bukowki nos advierte que no hay una revolución limpia, sin muertos, ni sangre y que antes de ponerse a ella, de derribar lo existente, se tendría que evaluar muy bien que vendrá después y si habrá valido la pena el sacrificio: “sí, revolución suena como muy romántico. pero no lo es. es sangre y tripas y locura; es niños asesinados por interponerse en el camino, niños que no entienden que coño pasa. es tu puta, tu mujer, con el vientre abierto de un bayonetazo y violada luego ante tus ojos. es hombres torturando a hombres que antes reían con los dibujos del ratón Mickey. antes de meterse en ese asunto, determina dónde está el espíritu y dónde estará cuando todo termine.” El texto es mucho más largo y muy enriquecedor.

Visto con la sensibilidad y los ojos de hoy Bukowsi puede parecer misógino: “a veces tienes que largarte sin más y abandonar a esas tías chifladas para conseguir recuperarte. las mujeres exigen a veces cierto precio que ningún hombre está dispuesto a pagar; por otra parte, siempre hay otro imbécil que recogerá lo que tú has tirado, por lo cual no tienes por qué tener ninguna sensación de culpa o de deserción”.

Bukowski es y escribe sobre la Norteamérica de los perdedores. La cara B del sueño americano donde el ganador se lo lleva todo y solamente deja unas migajas para el resto. Esto y su procacidad y locuacidad al escribir, fuera de todo decoro y toda norma que no hacen su lectura aconsejable para señoritas remilgadas (faves de l’hort), pero este es uno de sus atractivos. Creo que sí es adecuado para para las lectoras inteligentes que no se asustan por conocer la parte más desagradable del mundo. Como dice en una de sus acertadas frases: “casi todos nacemos genios y nos entierran tontos”.

BIBLIOGRAFÍA

AA.VV., Bukowski, el viejo indecente que se reseñaba a sí mismo, El Español. Suplemento El Cultural, 06/01/2012.

Charles Bukowski, Memorias de un viejo indecente, Anagrama, Barcelona, 1995.

David Lorenzo Cardiel, Bukowski, artista del exceso, Revista Ethic, 14/02/2022.

Francisco Tejeda Viaña, Charles Bukowski, pensador decadentista, Revista La Colmena, México, s/f. 2004?

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