(L83) Las Olas (1931)


Virginia Woolf, Las Olas (1931)

Este es el segundo libro que comentamos de Virginia Woolf (1882-1941). Se titula Las Olas (1931). En él nos narra de una forma original, a través del monólogo interior y la descripción de sensaciones, detalles, pensamientos y deseos, la vida de seis personajes: Rhoda, Jinny, Susan, Neville, Bernard y Louis. La historia se abre con un juego de la niñez: el veo, veo y a partir de allí Virginia nos invita a sumergirnos en el mundo interno de estos atractivos e intrincados protagonistas. Sus vidas se representan con la metáfora de las olas que golpean la playa. Hay un séptimo personaje que no tiene voz pero del cual todos hablan y son amigos, se trata de Percival.

Así, en el amanecer, podemos encontrarnos con la infancia de estos personajes tan especiales. Al mediodía, cuando está el Sol en lo alto, y la sombra cae hacia abajo, les encontraremos en el centro de la línea de sus vidas. Y al atardecer el declive y la pérdida. Es una prosa simbólica, bella en imágenes, metáforas y sensaciones.

“¡Qué largo peregrinaje para alcanzar a este comienzo”, dice Virginia en su diario en 1931, “Si, The waves es mi primer libro en mi propio estilo!”. Y sigue diciendo: “La sangre fluye como un torrente desde el principio hasta el final –no me gusta el desperdicio que suponen las interrupciones”, dice Virginia. “Si algo he logrado, es eso: una plenitud saturada y sin cortes; cambios de escena, de mentalidad, de persona, llevados a cabo sin que se derrame una sola gota”.

El libro está plagado de bellas metáforas e imágenes poéticas de las cuales os citaré unas cuantas:

1.- “La paloma bate el aire con alas de madera”. 2.- “He recogido todos los pétalos caídos y los he echado a nadar. He rociado algunos. Aquí pondré un faro. Y ahora voy a balancear mi cuenco castaño de un lado a otro para que mis barcos naveguen con oleaje. Algunos se hundirán. Algunos se estrellarán contra los arrecifes. Uno navega solo. Ese es mi barco. Penetra en heladas cavernas en las que la foca ladra, y verdes cadenas pendientes de las estalactitas se balancean. Se alzan las olas, sus crestas se retuercen, fíjate en las luces de los mástiles. Se han desperdigado, han naufragado, todos salvo mi buque, que remonta la ola y se desliza en la galerna y llega a las islas en las que los papagayos parlotean y las lianas…”. 3.- “Mi mano es como una piel de serpiente. Mis rodillas son rosadas islas flotantes. Tu rostro es como un manzano bajo una red”. 4.- “Es aburrido, dijo Jinny, caminar por la carretera, sin ventanas por las que mirar, sin legañosos ojos de azules cristales por los que ver la calle”. 5.- “Picudas nubes, dijo Rhoda, viajan por un cielo negro como una barnizada barba de ballena”. 6.- “Todavía percibo las reverencias de los hombres, en la calle, como la silenciosa inclinación de las espigas cuando el soplo ligero del viento las agita en rojo” 7.-“Las parejas de enamorados hinchan los troncos de los árboles, dándoles obscenidad”. 8.-“Lanzo mis pensamientos al aire como el sembrador lanza semillas en forma de abanico, para que caigan por el aire purpúreo del ocaso en una tierra arada, reluciente y simétrica, estéril”. 9.- “Yo, a quien la soledad destruye, dejo que el silencio caiga gota a gota”.

Dice Virginia Woolf «No cabe la menor duda, he pensado, mientras echaba a un lado el periódico, de que nuestras mezquinas vidas, pese a ser feas, sólo se revisten de esplendor y adquieren significado cuando las contemplamos con los ojos del amor.» La literatura ofrece una valiosa compensación, mientras llega la muerte y rompen las olas en la playa.

Quizás muchos se identifiquen con algunos de los perfiles de estos seis amigos que atraviesan juntos los caminos de la vida y cómo es lógico a través de este juego de voces interiores podemos ir siguiendo la evolución de cada uno desde la niñez hasta la ancianidad. "¿Quién soy yo para el universo?” La respuesta es nada, ni nadie, pero para mí ser "todo, el universo entero".

Recomiendo la totalidad de la obra de Virginia Woolf que no es demasiado extensa, cinco libros.

Comentarios

  1. No he leído nada de Virginia Woolf, pero hace tiempo que la tengo presente en mi intención. Y ahora aún más después de esta selección de imágenes poéticas tan estupenda.

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