(L475) Alta fidelidad (1995)
Nick Hornby, Alta fidelidad (1995)
Curiosa y entretenida novela
la que os traigo hoy del escritor inglés Nick Hornby (Redhill, Surrey,
1957). Sus obras se caracterizan por el tratamiento de las relaciones
humanas de una manera realista pero a la vez tierna. Sus protagonistas son
antihéroes algo mezquinos, cobardes y egoístas, aunque al final no dejan de ser
buenas personas.
Argumento:
La novela empieza explicando EL ANTES
donde el protagonista narrador, Rob Fleming, nos explica sus cinco rupturas
amorosas más memorables. “¿Qué Laura? ¿No está tu nombre en la lista? Calculo
que por los pelos podrías entrar entre las diez primeras (…) la verdad es que
ya somos los dos demasiado mayorcitos para destrozarnos el uno al otro”.
1.- Alison Asworth
(1972). Tenían doce, trece años. “Casi de la noche a la mañana todas aquellas
hermanas de uno o de otro (todavía no había chicas que no fuesen hermanas de
éste o de aquel) se habían convertido en personas no ya interesantes, sino
incluso perturbadoras. Yo no tuve lo que se dice nada que ver con la decisión
(…) Alison se alejó adrede del grupo femenino que todas las tardes se juntaba
en el banco del parque y entonces me eligió, me pasó el brazo por el hombro y
me alejó de la barcarola, que era donde solíamos estar nosotros”.
2.- Penny Hardwick
(1973). “Era una chica bien maja. Su padre y su madre eran majos, tenían una
casa majísima, tenía un pelo bien majo y una hermana pequeña majísima y siempre
sacaba unas notas estupendas en la escuela. De hecho eran tan maja que nunca me
dejó meterle mano por debajo del sujetador, ni tampoco por encima, así que un
buen día rompí con ella, aunque obviamente nunca le dije por qué”.
3.- Jackie Allen (1975). Jackie era la novia de su
amigo Phil y él se la fue “levantando” poco a poco, con mucho esfuerzo.
Mientras Phil trabajaba los sábados en una boutique de ropa para hombres, él se
follaba a su novia a sus espaldas. Cuando la chica deja a Phil la relación
entre ellos no funciona. A las pocas semanas Jackie vuelve con Phil.
4.- Charlie Nicholson
(1977-1979). Se conocieron en el politécnico. Él hacia un curso sobre medios de
comunicación y ella estudiaba diseño. La encuentra guapa e interesante pues
hablan sobre música, películas, libros y política. “Además: yo le gustaba”. Con
ella le ocurrieron las cosas más importantes, las cosas que aún lo definen.
Salieron dos años, él tenía la sensación de “estar de pie en una cornisa”.
Nunca se podía relajar. Ella se largó con un compañero de clase. Quedó
conmocionado, perdió el curso, y se encontró trabajando en una tienda de
discos. Se dedicaba a escuchar canciones melancólicas que lo hacían más
infeliz. Quedó estancado años en aquella situación.
5.- Sarah Kendrew
(1984-1986). La lección que le dejó su última relación es que uno debe medirse
con púgiles de su mismo peso. “Charlie no era de mi categoría: era demasiado
guapa, demasiado lista, demasiado ingeniosa. Era demasiado, vaya”. Por eso
después de cinco años perdidos se busca a Sarah con la que encaja. “Era
medianamente atractiva, tirando a pequeñita, flaca, con unos bonitos ojos
castaños, algún diente torcido y vestía con ropa que era más o menos como la
mía”. ¡Se han convertido en una pareja de conveniencia por el miedo a quedarse
solos a los veintiséis años! Hasta que un día Sarah le dice que ha conocido a
otro. Ha escogido a una persona imperdible y le ha salido el tiro por la
culata. “Fue entonces cuando te conocí a ti, Laura, y vivimos juntos y ahora
resulta que te has marchado. Por eso quiero que sepas que en esto no
constituyes ninguna novedad; si quieres llegar a entrar en la lista, tendrás
que hacer algo más sonado”.
Comentario:
la acción nos traslada a EL AHORA
donde el protagonista regenta una tienda de discos llamada Championship Vinyl con dos dependientes amigos algo cortos de luces
pero entrañables, Barry y Dick. El negocio, como es de suponer, no va demasiado
bien. La madre del protagonista está preocupada (“¿Cuándo te buscarás un
trabajo de verdad?”). Le pregunta que le ha hecho a Laura para que lo deje.
Siempre le pregunta que hace con las mujeres para que todas lo dejen. Le acusa
de falta de compromiso, de no querer casarse y tener una familia. Rob intenta
explicarle, inútilmente, a su madre que hoy en día las cosas no funcionan así.
A Rob le gusta elaborar
listas: de los mejores libros, de las mejores canciones, de las mejores
películas, de las peores. High Fidelity
era una novela que hacía tiempo que deseaba leer pero nunca encontraba su
momento. La lectura es ágil, desenfadada y divertida, al menos desde el punto
de vista de un hombre, no sé que pensaran las mujeres. Creo que tendrían que
darle una oportunidad.
La novela es más profunda
de lo que parece a simple vista. Pongo como ejemplo la conmovedora explicación
que le da Laura a Rob sobre lo que ella sintió después de su ruptura: “Pensé
que estábamos unidos solamente por un cordón muy sencillo, por nuestra
relación; pensé que si cortaba ese lazo, no pasaría nada. Por eso corté, sólo
que no fue tan simple. No sólo era un cordón, sino cientos, miles de cordones
que nos unían; cada vez que me paraba a pensar en ello, y sin pensar en ello
siquiera, me encontraba con nuevos lazos; que Jo se quedara muy callada cuando
le dije que habíamos roto, que me sintiera tan rara el día de tu cumpleaños,
que yo me sintiera igual de rara… no cuando hacía el amor con Ray, pero sí
después, y que además me sintiera fatal cuando puse en el coche una cinta que
tú me habías grabado, y que no dejara de preguntarme qué tal estarías…, bah,
millones de detalles. Luego resultó que estabas mucho más jodido de lo que
creía, y eso me lo puso aún más difícil… Y lo del día del funeral… Fui yo la
que quiso que fueras, yo, no mi madre. Quiero decir que a ella le agradó que
fueras, me parece, pero a mí ni siquiera se me pasó por la cabeza decirle a Ray
que fuera al funeral, y fue entonces cuando me sentí demasiado cansada. No
valía la pena, si todo consistía en quedarme tan lejos de ti”.
La novela tiene un punto
brillante, y es que sabe describir una serie de sentimientos que todos hemos
tenido y que son universales, cuando nos hemos enamorado o cuando nos han
dejado, por lo que te ves identificado con las vivencias del protagonista, como
todo mal lector que se precie.Todos tenemos una banda sonora que acompaña y
mece nuestra vida amorosa, nuestra vida de aciertos y miserias, soledades y
comienzos. En ¿Así que la vida era eso?
(2016) le dedico un capítulo a mi BSO particular, porque la música son sentimientos,
palabras y vivencias.
Las novelas de Nick
Hornby han sido adaptadas al cine con bastante éxito. Aunque como lector prefiero
sin duda el papel escrito donde “nosotros los lectores” podemos escoger, entre
otras muchas cosas, qué cara les ponemos a los protagonistas.
BIBLIOGRAFÍA
Nick Hornby, Alta fidelidad, Anagrama, Barcelona,
2009. (Fragmentos págs. 11, 13, 14, 18-19, 31, 39, 42, 44, 301-302).
Carmen López, ‘Alta
fidelidad’, 25 años después: contra la farsa misógina del ‘melómano sensible’,
Smoda, El País, 29/02/2020.
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