(G204) Restaurante Windsor (Barcelona)

Restaurante Windsor (Barcelona)

¡Nunca más entraré en coche a Barcelona en un puente festivo, fue horroroso! Por suerte teníamos reserva para comer en el Windsor, Córcega, 286, 08008 Barcelona. Todo un clásico de la cocina catalana en la ciudad condal. En su interior tienen una bonita terraza. Suelen frecuentarlo empresarios, políticos y familias del Upper North Diagonal. Reconocimos a un político de la antigua CIU, Alfonso López Tena.

Disponen de tres menús y nos decidimos por el mediano. Ni muy extenso ni muy corto. El camarero que nos atendió había nacido en Sant Llorenç de Montgai, cerca de Camarasa (Lleida) y había rodado un poco por el mundo: Gibraltar, Londres y ahora de nuevo Barcelona. Su saber estar y profesionalidad es de agradecer. Comentar que la disminución del aforo realza la intimidad de los comensales, lo que se disfruta o se padece por igual.

Para amenizar la espera unas olivas gordales y unos chips de maíz, más que correctos. La tapita del día consistió en una Arengada sobre una salsa de remolacha (foto), buena y minúscula. Le siguió como primer plato un Carpaccio de alcachofas, piñones, salsa de foie y parmesano (foto), el mío sin queso. Plato insípido donde los haya.


Los segundos ya más potentes y con un cierto temple culinario subieron la valoración y la satisfacción de la comida que hasta el momento no entusiasmaba. Arroz con gamba de Palamós (foto), muy rico. Sobre costilla de Black Angus cocinado 22 horas a 70º con verduritas (coliflor, zanahoria y esparrago) de proximidad (Baix Llobregat) (foto), Carne muy melosa y plato muy conseguido.


Como postre Pan con chocolate, aceite y sal (foto). Una reinterpretación de nuestras meriendas infantiles. Aunque al principio nos pareció algo cargoso, no dejamos nada en el plato.

Un estupendo pan de nueces semiintegral, de masa madre y hecho en horno de piedra, de la Fleca Balmes 1900, acompañó la comida, aunque echamos a faltar un buen aceite de oliva para mojar. 

Para beber varias copas de vino blanco. Una garnacha blanca estupenda. Herencia Altés, Benufet 2018 (foto). Es un vino mediterráneo, de escasa pluviometría, este estrés hídrico hace que concentre todos sus aromas. En nariz se mezclan los aromas de fruta blanca madura y flores blancas con algo de madera muy bien integradas. Es un blanco envolvente y de un postgusto largo y profundo. Muy recomendable.

El segundo vino fue un verdejo ecológico que ya hemos comentado en otra ocasión en el blog (Restaurante Trigo de Valladolid). Menade 2019. Es un vino fresco de la DO. Rueda de Valladolid que se deja beber con agrado. Tiene aroma herbáceo, como a hierba recién cortada, matices de laurel y una leve mineralidad.

Dos cafés solos con sus entretenimientos (foto). Servidos en una baldosa de Barcelona. Galleta, gominola y chocolate. Originales y divertidos.

Precio de los Menús 39/52/77 euros más bebidas. A tener en cuenta que en todo lo que se salga del Menú nos castigaran en la minuta final, sobre todo con las bebidas. Fecha de la visita 7 de diciembre de 2020.

PUNTUACIÓN: 6-6,5 

ACTUALIDAD GASTRONÓMICA: El pasado mes de diciembre se han concedido las nuevas estrellas de la Guía Michelin de España y Portugal 2021. Los tres restaurantes que han obtenido su segunda estrella habían sido comentados en el blog cuando tenían una. Son: Bo.Tic (Corça, Girona); Culler de Pau (O Grove, Pontevedra) y Cinc Sentits (Barcelona). Como podéis comprobar el blog siempre está atento a lo que se cuece e intenta traeros lo mejor de la cocina peninsular.

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