(L479) Los siete locos (1929)

Roberto Arlt, Los siete locos (1929)

Segunda novela que os traigo de este curioso escritor argentino. Roberto Arlt (1900-1942) fue un escritor a contracorriente, siempre marginado por la élite intelectual. No publicó jamás en la Revista Sur, de Victoria Ocampo, ni en la Revista Martín Fierro, ni en los suplementos literarios de los grandes diarios, lo cual prueba de qué modo fue discriminado por los sectores dominantes. Sin embargo su prosa ha tenido una gran influencia entre importantes escritores argentinos posteriores como Ricardo Piglia, César Aira o el chileno Roberto Bolaño.

Argumento: Erdosian es acusado por el gerente, el contable y el subgerente de la empresa para la que trabaja de haberse apropiado de un dinero. Él lo niega pero es verdad que ha robado a la compañía azucarera. No se le ocurre preguntarse quién podría haberlo denunciado. Al día siguiente ha sido citado para que presente las cuentas.

De camino a su casa siente “las primeras nauseas de la pena”. La ansiedad se apodera de él. Desearía conocer “el sentido de la vida”. A veces se imagina como el lacayo de una casa grande. Se vio obligado a robar porque ganaba una mensualidad exigua. Su esposa le recriminaba sus privaciones cotidianas a pesar de los miles de pesos que pasaban por sus manos. Va por la calle y sueña que una doncella rica conduciendo un Rolls-Royce se enamorará de él y lo rescatará.

Acude a su amigo Ergueta, farmacéutico conocedor de la Biblia y jugador de la ruleta, que dice haber creado un sistema estadístico infalible. Le pide los seiscientos pesos que debe pero el farmacéutico después de meditar un rato le dice que no se aflija que la revolución está más cerca de lo que parece. “¿No sos vos el fraudulento y el lobo que diezma el rebaño?”

Lo deja por loco y decide pedir ayuda a un primo de su mujer, Gregorio Barsut, un personaje extravagante al que odia. Callejea por las avenidas desesperado. Fantasea con que un millonario “melancólico y taciturno” al verlo tan preocupado lo hará llamar y solucionará su problema.

Se dirige a casa del Astrólogo quien pretende fundar una sociedad secreta ácrata imitando al Ku-Klux-Klan con una academia para revolucionarios y así extenderse en cualquier parte de la sociedad. Le pide a bocajarro el dinero que necesita y le cuenta como ocurrió el desfalco. Una de las visitas que recibe el astrólogo es Haffner es un “cafishio” que vive de las mujeres quien le extiende a Erdosian un cheque por el dinero que debe.

Cuando llega a casa su mujer, Elsa, tiene las maletas hechas. Junto a ella está un militar con el que piense irse a España. Erdosian se queda sólo y se entera de que Barsut fue quien lo denunció a la empresa. Junto al Astrólogo, y para vengarse, planean secuestrar a Barsut y matarlo apoderándose de veinte mil pesos que posee y formar así la sociedad secreta que derroque al orden capitalista…

Comentario: la novela podría ser precursora del existencialismo antes del existencialismo. Roberto Arlt dice sobre la misma: “Estos individuos, canallas y tristes, simultáneamente; viles soñadores, están atados o ligados entre sí, por la desesperación. La desesperación en ellos está originada, más que por la pobreza material, por otro factor: la desorientación que, después de la gran guerra, ha revolucionado la conciencia de los hombres, dejándolos vacíos de ideales y esperanzas”.

“Hombres y mujeres en la novela rechazan el presente y la civilización, y tal cual está organizada. Odian esta civilización. Quisieran creer en algo, arrodillarse ante algo, amar algo; pero, para ellos, ese don de fe, la «gracia» como dicen los católicos, les está negada. Aunque quieren creer, no pueden. Como se ve, la angustia de estos hombres nace de su esterilidad interior. Son individuos y mujeres de esta ciudad, a quienes yo he conocido”.

Arlt revolucionó el “buen escribir” de aquel entonces, con sus numerosas “frases aisladas”, con el desorden de los componentes de sus oraciones; omitió y equivocó artículos en forma consciente, con el objetivo de “ser directo”. También, en cuanto al vocabulario, utiliza términos obscenos, extranjerismos y lunfardismos: macró (macarra), macanas (mentiroso), cafishio (proxeneta), yiranta (prostituta), marlú (chulo), fioca (rufián), tiras (policías, por los galones del uniforme), jamba (mujer), pollera (falda de mujer), coima (soborno), patotas (pandilla de gamberros urbanos), cajetilla (hombre fino que le gusta la buena vida), batidores (delatores), escolazar (jugar dinero), etc. Todo ello son provocaciones hacia ese mundo que él desea derribar. Su narrativa la podríamos calificar como una especie de "realismo sucio" imitado posteriormente por Bukowski.

“A los principiantes en la vocación, a quienes siempre les interesa el procedimiento técnico del novelista les digo: cuando se tiene algo que decir, se escribe en cualquier parte. Sobre una bobina de papel o en un cuarto infernal. Dios o el Diablo están junto a uno dictándole inefables palabras”.

BIBLIOGRAFÍA

Roberto Arlt, Novelas completas, Losada, Buenos Aires, 2018.

Roberto Arlt, Comentario a los siete locos, Biblioteca Virtual Cervantes, Alicante, 2002.

Carlos Dámaso Martínez, Portal de Roberto Arlt, BVC, Alicante, 2002.

AA. VV., Diccionario de Tangos y Lunfardo.

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