(G218) Restaurante Leku (Barcelona)
Una comida con mi amigo Miguel
Ángel para vernos y reponer fuerzas en un restaurante conocido y escogido por
él para satisfacción de los dos. Leku,
Carrer de Joan Güell, 189, 08028 Barcelona. No disponen de menús, solamente una
carta extensa y atractiva. Cocina sencilla pero muy bien elaborada donde lo que
prima es el producto. El joven chef Sergi
Amor demuestra su buen hacer en los fogones con una carta de mercado que se
inspira en la tradición catalana y mediterránea con algún que otro toque
creativo.
Decidimos compartir tres
primeros y luego un segundo más potente para cada uno. Empezamos con unas
Vieras gratinadas (foto), con sus
ajitos y su crema, muy buenas. Buñuelos de bacalao clásicos (foto), la fritura estupenda. Terminamos
con unos Dumpling de pulpitos
con salsa de soja (foto), sabroso
guiño oriental.
Los segundos: Carrilleras
de cabrito con parmentier de patata (foto),
un plato muy original, creo no haberlas probado con anterioridad. Guisantes del
Maresme con butifarra y huevo frito (foto),
plato estupendo. Las lágrimas de guisantes tiernísimas.
De postre compartimos una Pirámide de chocolate con maracuyá y arena de galleta (foto), un plato muy goloso pero nada pesado.
Para beber agua mineral y
varias copas de vino. Yo elegí para empezar un blanco. Cérvoles Colors 2019 (foto). D.O Costers del Segre de la Pobla
de Cèrvoles en Lleida. Es una mezcla de uva Macabeo, Chardonnay y algo de Petit
manseng. Una combinación ligera, frutal y muy agradable de beber. Es
un vino joven natural, la vinificación se desarrolla en depósitos de acero
inoxidable. Finalizada ésta reposa durante 6 meses con sus lías de
fermentación, con bâttonages
periódicos y controlando la temperatura. En boca se nota limón y piña con un
leve toque de canela con un final cítrico persistente.
El tinto para los
segundos fue un Ribera del Duero. Cair cuvée 2018 (foto). Este vino es un coupage de las variedades Tempranillo
(85%) y Merlot (15%). Es de los típicos vinos que gustan a casi todo el mundo. En
boca se presenta aterciopelado, con sabor a fruta madura y algo especiado. Tiene
un cuerpo mediano y un acabado final redondo gracias a unos taninos amables. La
bodega pertenece a la familia de Luis Cañas. Los viñedos están situados en varias
poblaciones próximas a Aranda de Duero (Burgos).
El pan sin interés. El
café (foto) muy bueno, los petites fours, palitos de chocolate con
naranja amarga muy ricos.
Precio aproximado a la
carta 40/45 euros por persona, bebidas incluidas. Fecha de la visita 6 de mayo
de 2021.
PUNTUACIÓN: 7
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