(G228) Restaurante Antiqvvm (Oporto, Portugal)
Restaurante Antiqvvm (Oporto, Portugal)
Una escapada veraniega cruzando
la península ibérica de este a oeste nos ha llevado a la bonita ciudad de
Oporto y no podíamos desaprovechar la ocasión para comer en un buen restaurante.
Antiqvvm, R. de Entre-Quintas 220,
4050-240 Porto, Portugal, está ubicado en la Quinta da Macieirinha, precioso
edificio que se remonta al siglo XIX.
Un espacio donde no solo
se puede contar con la belleza monumental del edificio y los jardines que lo rodean,
sino también con un paisaje privilegiado y único en la ciudad A todo ello se
suma una cocina magistral - de la mano del Chef Vítor Matos - y una carta de vinos no menos envidiable. Su cocina
de influencia mediterránea, creativa, con influencias internacionales y
multisensorial - la vista también come - nos dejó un buen sabor de boca.
De entre todos los Menús
degustación que nos ofrecían elegimos el de la semana reforzado con algún plato
más y que resultó de lo más acertado para conocer las bondades de su cocina.
Al centro de la mesa un
estupendo aceite portugués Furada,
mantequilla a la pimienta. El pan de dos variedades: calabaza y sus pipas y pan
de dulce con sabor a miel (foto).
Todo de muy buen nivel. Destacar la bonita cubertería Cutipol de manufactura portuguesa.
Empezamos con dos
entrantes y un primer plato. Tomate cor de bou con huevas de salmón y espuma de
cilantro (foto). Plato delicado,
ligero y suave. Espuma de remolacha sobre una mouse de foie, piñones y gelatina
de vino moscatel (foto). Riquísimo.
El primer plato llamado Umami estaba
compuesto por tofu, chile, sandía y cítricos (foto). Simplemente correcto.
Los segundos un plato de
pescado y otro de carne. Coral Marinho
compuesto por salmonete, erizo de mar, codium, carabinero y coliflor (foto). Muy bueno. Descoberta, cordero, ras el hanout,
calabaza, rebozuelos, berenjena, queso de cabra y tomate (foto). Una combinación bonita y sabrosa a la vez.
El postre Tarte de Limão, galleta
sablé, mascarpone y cítricos (foto).
Bueno y estéticamente insuperable. Sino fijaos en la perfección del falso limón.
Los vinos merecen una
especial atención. Tomamos dos blancos con la comida. Un Quinta
de Santiago 2019 (foto).
100% Alvarinho de uvas producidas en un viñedo de 7,5 hectáreas en suelos
arcillosos con cantos rodados en la región de Monçao & Melgaço, Portugal.
Su aroma es elegante y complejo con notas de cítricos, lichis y flor de azahar.
Rico, con cuerpo, persistente con el frescor y mineralidad propios de la
variedad.
Le siguió Textura Pura Dão 2018 (foto).
Se trata de un vino más complejo, con más cuerpo y personalidad. Es un vino muy
elegante, con delicados aromas cítricos, principalmente limón y lima, cedro,
pimienta. El roble está muy bien integrado. Mezcla de varias variedades de uvas
blancas: Encruzado, Bical, Cerceal Branco, Old Vines. Está fermentado de forma
natural en barricas nuevas de roble francés (70%) y foudre (toneles o tinas)
(30%). Envejecido durante 11 meses en sus lías sin batonnage, seguido de 10 meses en depósitos de acero inoxidable. Procede
de la región vitivinícola de Beiras en la DOC de Dão.
Para terminar con los
postres tomamos un estupendo vino de Oporto de una de las clásicas bodegas situadas
en Vila Nova de Gaya. Taylor’s
20 years old tawny port (foto).
Encontramos aromas de fruta en mermelada, especias y frutos secos y delicadas
notas de roble provenientes del largo período de envejecimiento en barril. La
boca sabores muy intensos y concentrados y tiene un final largo y complejo. A
lo largo de muchos años de envejecimiento el vino adquiere gradualmente su
característico color ámbar-teja ("tawny”) y desarrolla lentamente los
sabores complejos, sedosos y opulentos. Estos vinos de Oporto son embotellados
cuando están listos para beber y no necesitan envejecer más tiempo en botella.
Taylor’s es junto a otras
casas de vinos de Oporto como Sandeman, Cálem, Porto Cruz, Ramos Pinto, Ferreira,
Dow’s-Symington, Kopke, Noval, Niepoort, Warre’s, Barros, Graham’s, etc. todo
un referente mundial dentro de los vinos dulces de calidad.
Terminamos con una
infusión y un café con hielo en los jardines de la finca con unas
espectaculares vistas al rio Douro y al puente de la Arrábida (foto). Los entretenimientos, más que correctos, consistieron en trufa, macarrone de verbena y un pastelito de nata (crema)
típico portugués.
Precio de los menús 45/60/92/135 euros, más bebidas y cafés. Fecha
de la visita 4 de agosto de 2021.
PUNTUACIÓN: 7,5-8
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