(L517) Pubis angelical (1979)

Manuel Puig, Pubis angelical (1979)

Sigo comentándoos la obra de este magnífico narrador argentino. Manuel Puig (1932-1990) sabe traernos en sus novelas una musicalidad, redondez, belleza y armonía en sus frases, junto a una fascinante recreación de lugares exóticos imaginarios.

Argumento: Una mujer muy bella despierta de una pesadilla, apenas recuerda nada, solamente que es la mañana siguiente a su noche de bodas. El marido se ha ido a atender sus negocios y le ha dejado una nota diciéndole que la ha sedado porque su belleza y su inteligencia lo intimidaban tanto que temía paralizarse. La acción se desarrolla en la primavera de 1936. Después de desayunar se da un paseo por la isla donde viven que tiene un contorno de pocos quilómetros, la podía abarcar de una sola caminata. Sería fácil descubrir el modo de escapar de allí. Todo el servicio doméstico es mayor de setenta años salvo Thea, una joven que tiene la misión de seguirla por toda la isla.

Anita está en un sanatorio y llama a su amiga Beatriz. Está inquieta porque la han operado de un tumor pero no le dan rayos y además el calmante no le sienta bien. Le cuenta que está decepcionada con los hombres que ha conocido, no se le han acercado más que fantoches. Ella espera un hombre superior. “¿Superior a quien? superior a los otros. Superior a mí.” (…) “Beatriz, lo único que me da ganas de seguir viviendo… es pensar que algún día voy a encontrar un hombre que valga la pena”.

México, octubre de 1975. A las cinco semanas de hospitalización Ana decide empezar a escribir un diario. Lleva más de un año en México y le gusta el país. Quisiera poder contar las cosas a alguien, en especial el circo de su divorcio. Tal vez a su padre que está muerto. Escribe por miedo, para no pensar que se puede morir. Su ex marido Fito “Qué hombre convencional. Cómo me saturó. Que mal lo recuerdo”. (…) ¿Cuándo me convenció de que él iba a mandar en la casa? Me da rabia de sólo acordarme. ¡Qué tipo repelente!”. “Es inútil querer pasar por algo que no soy. ¿Para qué escribo este diario entonces? Para decir la verdad, creo. Si empiezo por mentirme a mí misma no voy a llegar a ninguna parte”.

Ana tiene miedo de no curarse. Recibe la visita de un amigo y antiguo amante, también exiliado como ella, Juan José Pozzi, quien le pide que atraiga a México a un antiguo pretendiente suyo llamado Alejandro, de quien ella no tiene muy buen recuerdo, para secuestrarlo y canjearlo por un compañero preso en la Argentina.

La bella mujer duerme, pero no descansa. Ha tenido otro sueño que ha explicado a su marido, quejándose además de las múltiples ocupaciones de éste. Él desmota el sueño y le quita importancia. En una recepción que da su marido a gente importante baila con un joven misterioso que le habla sobre los ángeles: “niños que han muerto antes de perder la inocencia”. En la Biblioteca Imperial busca en los diarios la fecha en que ella cumplió doce años. El sueño que ocurría en su fiesta de cumpleaños donde se sintió mal, y la llevaron al único médico de Viena que ese domingo estaba en su casa, era real.

Comentario: La historia relatada se desdobla en dos planos paralelos, correspondientes a sendas zonas de la psiquis de la protagonista. En la consciente, que ella puede controlar, se nos narra la historia de una mujer enferma de cáncer ingresada en una clínica que ilumina su vida a través de sus antiguos amores con no pocas claves de la vida argentina de los años que van de 1950 a 1975.

En el otro plano inconsciente de la protagonista, expresa a través de una peripecia imaginaria, que empieza en la Europa Central en los años treinta, continua en Hollywood en los años siguientes, teniendo la historia mucho que ver con la vida de la actriz Hedy Lamarr, denominada por la MGM como “la mujer más bella del mundo”, y se prolonga en un futuro apocalíptico cercano a la ciencia ficción. “La muchacha replicó que todos los extranjeros reaccionaban así, porque sospechaban que el Supremo Gobierno de ese modo se enteraba de todos los secretos de la población. “¿Y acaso no es así?”.

Ambos planos responden a una misma realidad común: un amor desdichado y traicionado, y a la mujer como ser a quien se utiliza y posterga. El libro se lee como una novela de suspense pero también es un examen de las imposturas morales que vician la posibilidad de toda relación humana auténtica.

La prosa de Manuel Puig aprovecha y rebaña en todos los géneros literarios narrados, desde el folletín a la radionovela, para conseguir así dar más énfasis a las situaciones vividas: “el se quitó el guante derecho para estrechar la mano de W218. Ésta pudo entonces apreciar que la diestra del compatriota era sensible como la de un pianista, áspera como la de un leñador, confiada como la de un amigo de infancia, férrea como la de un boxeador, sensual como la de un enamorado, velluda como la de un oso, manicurada como la de un actor, y por ende perfecta como la del hombre de sus sueños”.

Sin lugar a dudas Manuel Puig es uno de mis autores sudamericanos favoritos. Es quien mejor sabe abstraerme de la cotidianidad (leer es una actividad sentimental, moral o intelectual)  y llevarme a mundo onírico donde tal vez pueda encontrar algún momento de sosiego. La literatura sirve para afirmarse y desarrollarse, para salir de sí mismo, corregir nuestro provincianismo y, en algunas ocasiones, curar nuestra soledad.

BIBLIOGRAFÍA

Silvia López, Cleptomanía y cirugías desastrosas: los dos encierros de Hedi Lamarr, la mujer más bella (e inteligente) del mundo, El País, 08/04/2020.

Manuel Puig, Pubis angelical, Seix Barral, Barcelona, 1980. (p. 182, 183).

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