(L533) Vacaciones en el Cáucaso (1983)
María Iordanidu, Vacaciones en el Cáucaso (1983)
Una escritora interesante
y desconocida para mí y para muchos lectores. María Iordanidu
(Constantinopla, 1897 –Atenas, 1989) pasó su infancia en
Constantinopla, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial la sorprendió de
vacaciones en el mar Negro, y la obligó a permanecer en Rusia durante años,
sobre este exilio forzado trata el libro. Hasta 1919 no pudo volver a Grecia,
donde trabajó para una gran compañía comercial estadounidense y, de 1926 a
1939, en la embajada soviética de Atenas.
Argumento: “En
junio de 1914 cuando Ana partió de Constantinopla con destino a Rusia, dejó
atrás la digna Constantinopla del siglo pasado. La Constantinopla de su abuela
y de su madre. La Constantinopla de los movimientos lentos de los cocheros y de
los estibadores, y también del barrio europeo donde la sombra de las abuelas
aún planeaba por encima de las cocinas con los braseros y las hachuelas de
destazar. (…) En agosto de 1920, cuando Ana volvió de Rusia, pasó del medievo
al siglo XX de un solo salto”.
Los barrios de Pera y
Gálata están llenos de soldados ingleses y franceses, soldados griegos,
refugiados rusos, judíos y levantiscos. Estamos en 1920 y Ana vuelve a su
barrio de Tatavla en busca de su tía Agathó y de su madre a las que
milagrosamente encuentra vivas.
El tío Alekor que vivía
en la Santa Rusia era quien pagaba el colegio y su manutención. Todo iba bien en
la vida de Ana hasta que recibió una carta de su tío invitándola a un viaje de
placer a Rusia, un viaje de un mes. Hay tambores de guerra, los serbios han
matado al archiduque Fernando de Austria en Sarajevo, que desaconsejan el
viaje. Pero las mujeres pensaron que “las guerras ocurrían en las montañas y
entre hombres”.
Ana ha de ir a Stávropol,
al día siguiente se dirige con su mamá al consultado griego y compran un
billete en el Sicilia que pasa por Constantinopla. Era un viaje corto,
solamente se despidió de su abuela Loxandra nonagenaria y de su perro Dick. Así
fue como Ana partió de Constantinopla a finales de julio de 1914. Se fue por un
mes y desapareció de la faz de la tierra por cinco años.
Comentario: Animada
por amigos a los que había entretenido con historias de su juventud en
Constantinopla, se sentó a escribir su primer libro a la edad de 65 años: Loxandra. Publicado por primera vez en
1963, el libro disfrutó de un enorme éxito.
Al principio de la novela
ya sabemos el desenlace de la misma, lo que nos quita pesar por la suerte de la
protagonista, sabemos que aunque con muchos padecimientos se ha salvado.
El libro está escrito en
griego, esa comunidad que vivía en Constantinopla y en parte de lo que se
conoce como Asia Menor y que tanto enriqueció, culturalmente, al mundo otomano.
Se deja leer con agrado pues es breve y original pero me esperaba algo más.
BIBLIOGRAFÍA
María Ioardenidu, Vacaciones en el Cáucaso, Acantilado,
Barcelona, 2020.
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