(L593) Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones e historias generales de la locura ordinaria (1972)

Charles Bukowski, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones e historias generales de la locura ordinaria (1972)

Sigo comentando la obra de este heterodoxo escritor americano. Charles Bukowski (1920-1994) es un autor que no deja indiferente al lector. Te puede gustar o puedes detestarlo. El libro que os traigo a continuación fue publicado en España en dos volúmenes. Al segundo lo titularon La máquina de follar (1974). Son relatos cortos de diferente temática. Algunos de ellos extraordinarios.

Sinopsis de algunos cuentos destacados

La chica más guapa de la ciudad. “Cass era la más joven y las más guapa de cinco hermanas. Cass era la chica más guapa de la ciudad. Medio india, con un cuerpo flexible y extraño, un cuerpo fiero y serpentino y ojos a juego”.  (...) Sus hermanas la envidiaban porque atraía a sus hombres, y andaban rabiosísimas porque creían que no les sacaba todo el partido posible. Tenía la costumbre de ser buena y amable con los feos; los hombres considerados guapos le repugnaban: «No tiene agallas –decía ella–. No tienen nervio. Confían siempre en sus orejitas perfectas y en sus narices torneadas... todo fachada y nada dentro...». Tenía un carácter rayano en la locura; un carácter que algunos califican de locura”.

Kid Stardust en el matadero. Nos explica su asqueroso trabajo en un matadero. “caminé hacía el camión, por la aversión a la derrota que inculcaron de muchacho en los patios escolares de Norteamérica supe que no debía dejar que la ternera cayera al suelo, porque eso demostraría que era un cobarde, que no era un hombre y que en consecuencia, nada merecía, sólo burlas y risas y golpes, en Norteamérica tienes que ser un ganador, no hay otra salida, y tienes que aprender a luchar porque sí y se acabó, sin preguntas”.

Vida en un prostíbulo de Tejas. – ¿Cómo es que no está usted en el ejército? – No pude pasar el psiquiatra. – Bromea usted. – No, gracias a Dios. – ¿No quiere usted combatir? –No. – Ellos bombardearon Pearl Harbor. –Ya me enteré, ya. – ¿No quiere usted luchar contra Adolfo Hitler? – Pues, no, la verdad, prefiero que sean otros. – Es usted un cobarde. –Sí, claro, lo soy. No es que me importe mucho matar a un hombre, pero no me gusta dormir en barracones con un montón de tíos roncando y luego que me despierte un idiota a cornetazos, y no me gusta llevar esas cochambrosas camisas color aceituna que pican muchísimo. Soy de piel muy sensible”.

Quince centímetros. Es un divertido cuento fantástico inspirado por El hombre menguante (1956) de Richard Matheson.

Nacimiento, vida y muerte de un periódico underground. Bukowsi colabora en un periódico llamado Open Pussy que dirige Joe Hyans. Le pagan diez dólares por su columna semanal titulada “Notas de un viejo asqueroso”.

Un compañero de trago. “Todas las mañanas, en el trabajo, nos sentíamos enfermos... Era nuestro chiste particular. Y todas las noches volvíamos a emborracharnos. ¿Qué va a hacer un pobre? Las chicas no buscan a vulgares trabajadores. Las chicas buscan médicos, científicos, abogados, negociantes, etc. Nosotros las conseguimos cuando ya les repugnan a ellos, cuando ya no son chicas... nos toca el material usado, deformados, nos tocan las enfermas, las locas. Cuando llevas un tiempo aguantando esto, en vez de conformarte con segundos o terceros o cuartos platos, renuncias. O intentas renunciar. El trago ayuda”.

Demasiado sensible. El estado de la cocina según la tiene un hombre o una mujer. Muy divertido cómo lo explica, y acertado también. 

Comentario: su literatura se ha englobado dentro del realismo sucio o la ficción transgresora. Poca importancia tiene como la definamos. Lo importante es que no deja indiferente al lector. Y eso en un mundo tan plano y políticamente correcto como el nuestro es de agradecer.

Los personajes que retrata son vagos, borrachos, escritores pretenciosos sin ningún éxito, trabajadores de correos, de mataderos, trabajadores manuales, mujeres locas. A pesar de todo ello en sus relatos no está ausente el humor.

Su especial sensibilidad para sacar belleza de la podredumbre y los desechos humanos que va dejando a su paso nuestra sociedad y su sistema productivo no deja de sorprenderme. También hay una estética –una belleza– de la fealdad. Las pocas sonrisas que me han sacado durante la pandemia han sido debidas a alguna de las frases y sentencias premonitorias que dijo mi madre desde su mundo perdido (lost world) y a la lectura de los libros de Bukowski.

BIBLIOGRAFÍA

Antonio Bordón, Kerouac, Burroughs y Bukowski: tres en el camino, La Opinión de Málaga, 01/11/2014.

Charles Bukowski, Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones, Anagrama, 1996.

_______________, La máquina de follar, Anagrama, 1994.

Alberto Olmos, Ya nadie lee a Bukowski y deberíamos: ¿qué fue del gran 'machirulo' del realismo sucio?, El Confidencial, 06/03/2019.

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