(G326) Gente Rara (Zaragoza)
Restaurante Gente Rara (Zaragoza)
Ya casi no me acordaba cuando
había hecho la reserva en este restaurante. Tienen una lista de espera de nueve
meses. Gente Rara, C/ de Santiago
Lapuente, 10, 50014 Zaragoza. Está situado en un antiguo taller mecánico que han convertido en un restaurante de cocina creativa. Cristian Palacio y su socia, Sofía
Sanz, pusieron en marcha en plena pandemia, un singular restaurante de
vanguardia, con la cocina a la vista y un espíritu sostenible de cocina
(economía) circular.
En el espacio de entrada
al comedor nos sirvieron los aperitivos, mientras elegíamos el Menú y los
vinos. Nos decantamos por el corto (Menú
Chalado) de 17 pases frente al largo (Menú Lunático) de 23 pases.
Un paisaje de bosque aragonés donde tenías que
encontrar (con ayuda) un caldo dashi de champiñones, una nuez de pecan cocinada
con hidromiel y un chocohongos (chocolate con setas) (foto). Curioso y divertido.
Empezamos con los
aperitivos que se sirvieron antes de pasar a la mesa propiamente dicha. Nos
enseñaron unos corazones de cordero (foto)
ahumados de los que sacan una cecina. Croqueta de leche de oveja y cecina de
corazón; Ningyo-yaki
de yema y pollo al chilindrón; Bombón de foie y remolacha; Tartaleta de teff
y salsa césar; Pollo a l’ast (foto).
Muy originales y ricos.
Vamos con el Menú
propiamente dicho: Huevas de mújol (foto).
Gnocchi de ajo negro y salsa de raya (foto).
Guisante lágrima de Aragón (foto).
Plato delicadísimo, sabor herbáceo a naturaleza. Arroz con anguila (foto).
Tendones y camarones (foto). Un mar y montaña, delicioso. Carrillera de cordero con boniato (foto). Liebre al chocolate (foto).
Con
su cecina y el paté de sus higadillos. Sabor a campo, a romero y tomillo. De los
mejores bocados de caza que recuerdo haber probado.
Entramos en los postres.
Una degustación de quesos (foto). Que
a mí me horrorizan. Como compensación me pusieron unas hojas de chocolate
bastante insulsas. Magdalena con helado de leche (foto). Para mezclar todo. Exquisita. Almendra en varias texturas (foto). Graciosas. Mochi de caramelo Solano (foto). ¿Os acordáis de aquellos
caramelos de café de la infancia que se enganchaban a los dientes y al paladar?
Pues han conseguido replicar su sabor. La fábrica está en la ciudad de
Tarazona.
Para beber agua mineral y
varias copas de Zusslin Bollenberg 2021 (foto), un Gewürztraminer de la región
de la AOC de Alsacia. Bollenberg es una de las colinas secas de la región de
Rouffach. Una isla extraordinaria de biodiversidad, única en esta región de
Europa, los entornos naturales que contiene son hábitats de especies vegetales
y animales extremadamente raras. “Para traer el mayor número posible de aves a
nuestro viñedo, hemos instalado más de cien cajas nido en nuestras hileras de
vides. Auténticos trabajadores de la sombra imprescindibles, nos ayudan a
luchar contra ciertos insectos dañinos para las vides y aportan diversidad y
energía a nuestras parcelas”. El vino es muy afrutado, dulce y licoroso. Con
aromas a rosa y a lichy. Perfectamente podía haber acompañado algún postre.
Y un Oremus
Furmint 2021 Mandolás (foto). Es un vino monovarietal de
furmint elaborado por la bodega Oremus en Tokaj, Hungría. Esta región es conocida,
esencialmente, por sus vinos dulces aszú.
La bodega fue adquirida en 1993 por Vega Sicilia para recuperar el carácter, la
particularidad y la gran calidad de los vinos de la región húngara de Tokaj. Es
un vino bien equilibrado, seco con un punto mineral, huele a fruta fresca y a
heno. La variedad furmint tiene un punto dulce. Por lo que no se parece en nada
a nuestros vinos blancos secos.
Mención aparte la tiene
el pan (foto), el aceite (foto) y la mantequilla (foto). Todo cuidadísimo. El pan de harina de
Aragón 03 es una harina antigua en recuperación. Una semilla de
trigo blando, principalmente cultivada en secano con un importante valor
nutricional y medioambiental. El aceite Agustín
Fornós de la variedad arbequina de la finca que tienen en
Trasmoz (Zaragoza). Aromático, gusto a almendra verde y muy herbáceo. Y por
último una golosa mantequilla de leche de oveja, cremosa y sabrosa.
La música ambiental
también era un poco rara, ecléctica, por la mezcla de estilos, pero agradable.
Blitzkrieg
Bop (1976) de Los
Ramones. (What A) Wonderful World
(1960) de Sam Cooke. Dude (Looks Like a Lady)
(1987) de Aerosmith. Knight Rider
Theme (El Coche Fantástico) (1982) de Stu Philips. La Habanera
de la Ópera Carmen (1875) de Bizet o Losing My Religion
(1991) de REM.
Con una puesta en escena
magnífica y una cocina creativa, nos resultó una estupenda experiencia. Precio del Menú Chalado 75 euros, más bebidas y cafés. Fecha de la visita 16 de abril de 2024
PUNTUACIÓN: 8
¡¡¡Sorprendente!!!
ResponderEliminarCon esa puntuación es un futuro candidato a una Estrella Michelin. Jejeje
Un abrazo, Tomás
Adelaida