Películas para resistir (o no) el confinamiento por el Covid-19 (2º Parte)
Como el confinamiento
parece que va para largo, casi eterno, aquí tenéis una segunda parte de películas
para sobrellevar mejor (o no) los días de encierro. Tienen en común, como las
anteriores que su escenario es un confinamiento, un encierro voluntario, un
ataque de ira ante la injusticia de la sociedad, una epidemia, o una de las
posibles consecuencias del uso desmesurado de la tecnología sobre el control de nuestras
vidas con bastantes similitudes a lo que estamos viviendo estos días.
¿Os imagináis este tipo
de vida para siempre? Mi sobrino de doce años está como una rosa, se siente como pez en el agua en esta situación. Este será su mundo para el que está
perfectamente adaptado. Yo no, como muchos de vosotros éramos niños de calle. Diálogo:
“¡Mamá me aburro!” Respuesta: “¡Niño! Deja de molestar, sal a la calle y
búscate unos amiguitos con los que jugar. ¡Hala!, y no te quiero ver por aquí
hasta la hora de comer. ¿Me has entendido?”
1) El
fugitivo (The fugitive, 1963-1967)
de Roy Huggins. El médico pediatra Richard Kimble,
(David Janssen) es acusado del asesinato de su esposa, Helen, en la ficticia
ciudad estadounidense de Stafford, Indiana. Pero él no la había matado. Quien
acabó con su vida fue un misterioso "hombre manco" (Bill Raisch). El
jurado declaró culpable a Kimble y lo sentenció a morir. Rumbo al lugar donde
sería ejecutado, viajando en tren y viendo a través del cristal del vagón por
última vez el mundo, el destino mueve sus hilos y el tren en el que era llevado
por el Teniente Phillip Gerard (Barry Morse), sufre un descarrilamiento y
Kimble logra escapar.
Durante su huida
cambiaba de identidad, asumía diversos trabajos, sin estar mucho tiempo en las
ciudades o pueblos en los que se refugiaba. Kimble era inocente y sabía que
lo único que podía hacer para probarlo era huir, encontrar al verdadero
culpable del asesinato de su esposa y escapar del Teniente Gerard que está
obsesionado con su captura.
El
fugitivo fue una serie de televisión estadounidense, un
drama policial, emitido por la cadena televisiva ABC entre 1963 y 1967, con 120
capítulos, en cuatro temporadas. En su momento fue una de las series más
populares en todo el mundo, convirtiéndose su protagonista en una estrella conocida
en todo el planeta. Y así llegó a la RTVE y nos atrapó a miles de niños y
adolescentes. Con posterioridad se hizo una película en 1993 protagonizada por
Harrison Ford y Tommy Lee Jones, pero ya no fue lo mismo.
Como en la serie de TV
nosotros somos inocentes del Covid-19 pero a la vez sospechosos. Si salimos a
la calle nos pueden interrogar o perseguir. Andamos recelosos esquivando a los
coches policiales y a los agentes, ya que si nos detienen tendremos que dar un
motivo de peso del porqué estamos en la calle. Y a veces algunos policías, con
no demasiadas entendederas e insuflados por las atribuciones y el protagonismo que les ha dado el
Gobierno, no nos lo pondrán fácil. “No cometas errores, prepárate para las
preguntas y ojalá no sean demasiadas”. (El fugitivo: minuto 6:50).
2). El conde
de Montecristo (1969) de Pedro
Amalio López. La novela, en que se basa esta
adaptación a la televisión, se publicó en 1844 por Alejandro Dumas (padre). Empieza
con Edmundo Dantès volviendo a Marsella, donde se encontrará con su familia y
sus amigos. Dantès está a punto de recibir una promoción a capitán, y también
de casarse con una bella española, Mercedes Herrera.
Sin embargo, el
inocente Dantès no se da cuenta de cómo su fortuna afecta a los que él
considera sus amigos. Danglars, el jefe de cargamento que envidia la promoción
de Edmond, y Fernando, el primo de Mercedes que ama a ésta.
Dantés, siguiendo la
última voluntad del capitán del barco, que muere en el viaje de vuelta a
Marsella, hace una parada en la isla de Elba donde se encontraba preso
Napoleón. Este le da una carta dirigida a un hombre en París del cual solo le
dice su nombre, Noirtier. Al llegar a la ciudad y presos de la envidia,
Danglars y Fernando redactan una carta anónima acusando a Dantés de agente
bonapartista.
Dantés es arrestado el
día de la boda y llevado ante Villefort, el sustituto del procurador del rey.
Villefort le informa de que ha sido denunciado como espía de Napoleón pero que
dada la buena reputación de Edmond no cree en la veracidad de la denuncia, además,
le entrega la carta que había recibido del emperador la cual contiene los
horarios de los guardias que le vigilan.
Villefort iba a dejar
marchar al muchacho pero le pregunta por el destinatario de la carta. Al
conocer este dato lo hace arrestar en el castillo de If (que está frente a
Marsella). Noirtier es el padre de Villefort y no puede permitir que se le
involucre en un asunto de alta traición ayudando al emperador a regresar a
Francia.
La continuación de la
novela es muy conocida. Después de años de presidio, pasando múltiples
calamidades, logra fugarse y ejecutar su extraordinaria venganza.
Hay varias adaptaciones
cinematográficas. Por mi edad la versión que más recuerdo me dejó fue la
adaptación que hizo Pedro Amalio López para RTVE el año 1969. ¿Podremos
nosotros vengarnos cuando salgamos de nuestro confinamiento? ¿O habremos
quedado del todo inservibles para cualquier tipo de rebelión? ¿No es esta la
idea que subyace detrás de todo estado de shock?
3) El resplandor (The Shining, 1980) de Stanley Kubrick. La película relata la historia de
Jack Torrance, un ex profesor que acepta un puesto como vigilante de invierno
en un solitario hotel de alta montaña para ocuparse del mantenimiento y tener así
tiempo para escribir una novela. Al poco de haberse instalado allí junto con su
esposa y su hijo, empieza a sufrir inquietantes trastornos de personalidad.
Paulatinamente, debido a la incomunicación, al insomnio, a sus propios
fantasmas interiores y, tal vez, a la influencia maléfica del lugar, se ve
inmerso en una espiral de violencia contra ellos, que a su vez parecen víctimas
de espantosos fenómenos sobrenaturales.
Como en otras películas
del cineasta estadounidense, en paralelo con la línea dramática principal se
desarrollan otras tramas secundarias que a su vez esconden innumerables
representaciones simbólicas e indicios subliminales. En El resplandor, algunos analistas han querido ver, además, claras
referencias sociohistóricas e indagaciones de índole psicológica en torno a la
naturaleza humana y la inmortalidad del mal.
Si bien su estreno fue
acogido con frialdad por la crítica, con el tiempo ha ido ganando adeptos e
influencia en la cultura popular. Hoy día se la considera una película de
culto, todo un «desafío directo para el espectador».
En su momento dediqué
en el blog un extenso reportaje de la magnífica exposición sobre Stanley
Kubrick en el CCCB de Barcelona del 24 de octubre
hasta el 31 de marzo de 2019. El
resplandor es una película para tenerle miedo de verdad a los
espacios cerrados, a quedarte solo con tu propio yo y con esos fantasmas que a
veces nos visitan. Jack Torrance pierde la cordura. Pero lo mejor de todo es
que Jack Nicholson no tiene que hacer ningún gran esfuerzo para meterse dentro
de su personaje. ¡Te das cuenta enseguida de que ya está loco!
4) Un día de
furia (Falling Down, 1993)
de Joel Schumacher. William Foster (Michael Douglas) se ha
divorciado recientemente, tiene una orden de alejamiento de su ex-esposa Beth (Barbara
Hershey) y ha sido despedido de su trabajo. Cuando el aire acondicionado de su
coche deja de funcionar, lo abandona en mitad de un monumental atasco y empieza
a caminar.
En un autoservicio, el
dueño coreano se niega a facilitarle cambio para una llamada telefónica y
Foster se queja por los elevados precios. Durante la discusión, el dueño saca
un bate de béisbol. Foster se lo quita tras un forcejeo y lo utiliza para
destruir su mercancía. Luego paga por una soda y se marcha. Poco después, es
abordado por dos pandilleros que lo provocan, lo insultan y le exigen su
maletín. Uno de ellos saca un cuchillo y Foster se defiende utilizando el bate
de béisbol consiguiendo ahuyentarlos.
Mientras tanto, el
Sargento Prendergast (Robert Duvall), en su último día de trabajo antes de
retirarse, toma declaración al dueño del autoservicio tras su pelea con Foster.
Foster llama a Beth desde
una cabina telefónica. A pesar de la orden de alejamiento, insiste en que irá a
casa a por su hija, Adele, para celebrar su cumpleaños. Los pandilleros, ahora
en un automóvil y con más refuerzos, encuentran a Foster. Intentan asesinarlo
disparando con metralletas desde el coche, pero sólo aciertan a testigos
cercanos antes de estrellarse con el vehículo. Foster se acerca y toma una
bolsa llena de armas. Mientras tanto, Beth llama a la policía, pero los
oficiales no creen que Foster sea peligroso.
Mucho cuidado con
alguien a quien le afecta el calor. “El calor, siempre ese maldito calor”.
Acordémonos de Meursault en El extranjero
(1942) de Camus. ¿Qué puede hacer un hombre corriente, desesperado porque lo ha
perdido todo? Todo lo que para él era fundamental en su vida: su mujer, su hija
y su trabajo. Ya no le importa nada y va a por todas, a por un final épico. Si
se ha de morir que sea luchando y a tu manera, no a la de ellos.
El confinamiento que
nos están aplicando aquí en Europa no tiene ningún porvenir en los Estados
Unidos. ¿Por qué? Porque cualquier
chiflado del medio oeste y del sur
dispuesto a vaciártelo en cuanto le “llenes el gorro de guijas” (ver
vocabulario iznajeño). Por ejemplo al primer “polizonte” que se le ponga por
delante y quiera impedir o limitar su libertad. Pero afortunadamente este no es, ni ha de ser
nuestro modelo.
5) Atrapado
en el tiempo (Groundhog Day, 1993)
de Harold Ramis. El meteorólogo de una emisora de
televisión de Pittsburgh, Phil Connors (Bill Murray), acompañado de su nueva productora
Rita (Andie MacDowell), acude con su técnico de grabación, Larry (Chris
Elliott), a Punxsutawney, una pequeña población de Pennsylvania en la que, cada
2 de febrero, en pleno invierno, creen que el comportamiento de una marmota en
la fiesta local determinará cuánto tiempo queda hasta que termine la estación
fría. Es el famoso “Día de la marmota”. A primera vista vemos que Phil es un
hombre frustrado en sus ambiciones, arrogante y aburrido con su trabajo.
Realizadas las tomas de
la marmota y transmitidas por televisión, el pequeño grupo se dispone a
regresar a Pittsburgh. Sin embargo, una tormenta de nieve les obliga a pasar la
noche en el pueblo. A la mañana siguiente suena el despertador con la misma
música del día anterior («I Got You Babe» de Sonny & Cher).
A medida que se viste y acude al comedor para desayunar, el incrédulo Phil se
va dando cuenta de que está viviendo de nuevo el día de la marmota. Y así día
tras día sin poder salir de la pesadilla…
En estos momentos que
estamos viviendo es cuando toma todo su sentido aquello del “día de la
marmota”. Nos levantamos y realizamos las mismas tareas rutinarias a lo largo
de todas las horas del día, siempre lo mismo, y a la mañana siguiente vuelta a
empezar. Además con el inconveniente que no podemos, como Bill Murray, intentar
conquistar a la chica. Os dejo porque a esta hora me toca llevarles los
medicamentos a los abuelos.
6) Gattaca (1997) de Andrew Niccol. La película cuenta la historia de un niño, Vincent Anton Freeman (Ethan Hawke),
concebido de forma natural, por un acto de amor, que debe luchar para competir
contra los otros niños que recibieron la ayuda genética para mejorar su salud
desde antes de nacer; incluido su propio hermano que es el favorito del padre
pero no así de la madre.
Tan grande se vuelve la
competitividad, que la sociedad se divide entre los concebidos en laboratorios,
“genéticamente superiores”, predestinados a hacer grandes cosas en la vida, y
los nacidos de manera natural, generalmente por error y predestinados por la
propia sociedad a tareas secundarias.
Para poder ganarse la
vida Vincent solamente puede conseguir trabajos infravalorados, de limpieza y
asistencia en empresas, pero un día trabajando en la limpieza de una academia
privada de formación de astronautas, decide inscribirse para viajar al espacio urdiendo
un elaborado plan de fraudes y engaños, para poder así esquivar los controles
del sistema, que buscan descartar a cualquier persona que no sea perfecta y no
tenga un expediente genético impecable.
¿No os recuerda
vagamente a algo que vamos a vivir próximamente? Tal vez se nos llegue a
pedir un pasaporte
biológico, eso sí con la excusa de saber si ya hemos pasado el covid-19 y
así no poder infectar a otros ciudadanos. Pero al mismo tiempo sabrán todo de
nosotros: cuándo vamos a enfermar, si tenemos predisposición a padecer patologías
que mermaran o reducirán nuestra vida laboral y nuestra productividad. ¿Las
empresas y las compañías de seguros contrataran a alguien así? Claro que no. En
este tipo de sociedad, salvo que haya grupos de presión y leyes que nos
protejan, nos condenaran de antemano al paro y a la marginación. A todos
nosotros podría pasarnos en algún momento de nuestras vidas.
Sabemos que Beethoven
era hijo de un padre alcohólico y de una madre siempre enferma. Con los
parámetros de hoy en día no habría nacido. Por cierto, estupenda la banda
sonora de Michael Nyman.
7) Minority Report (2002) de Steven Spielberg. La película está basada en una
narración corta del gran Philip K. Dick de quien os comentaré varios libros en
un futuro no muy lejano. Tranquilos que por falta de tiempo no será.
En abril de 2054 el
capitán John Anderton (Tom Cruise) es el Jefe de la fuerza de policía PreCrimen
en Washington D. C. El grupo usa visiones del futuro elaboradas por tres
"Precognitivos" mutantes, dos hermanos gemelos varones y una mujer, todos
ellos con poderes adivinatorios. Gracias a este programa se han detenido muchos asesinatos en
el estado en los últimos seis años, logrando unas tasas de criminalidad
bajísimas. Anderton es un miembro muy respetado del grupo, aunque es adicto a
una droga llamada "Neuroina" que toma como consecuencia de la
desaparición de su hijo Sean en una piscina pública. Lo que causó que su esposa
Lara (Kathryn Morris) lo dejara, aunque no han llegado a divorciarse.
El director de
PreCrimen, Lamar Burgess (Max von Sydow), propone que el sistema PreCrimen se
instaure en toda la nación. Para aprobar esta operación, el Departamento de
Justicia manda a un representante llamado Danny Witwer (Colin Farrell) a
inspeccionar el Sistema. Durante la inspección, los tres Precognitivos predicen
que Anderton asesinará a un hombre llamado Leo Crow (Mike Binder) en las
próximas 36 horas. Anderton logra ocultar la predicción, pensando que ha sido
amañada por Witwer, quien conoce su adicción. Anderton huye del lugar antes de
que Witwer inicie la búsqueda. Posteriormente, Anderton visita a la Dra. Iris
Hineman (Lois Smith), quien fue la creadora de PreCrimen. Ella le explica que a
veces los Precognitivos tienen visiones del futuro diferentes. En estos casos cuando
sólo dos de los tres Precognitivos están de acuerdo se genera un "Informe
de minoría" (Minority report), ya que el asesino que aparece en una visión
podría tomar una decisión inesperada en el último momento. La película no deja
de ser una especie de El fugitivo
moderno.
Otra consecuencia
terrible del control de la información sobre nuestros datos y nuestra genética que
poseen los gobiernos es cómo la utilizan. Por
ejemplo en China dan a sus ciudadanos una puntuación. Si cruzas un semáforo
en rojo, si tiras una colilla al suelo, si escribes en foros críticas contra el
gobierno, si entras en páginas web no autorizadas, si lees libros prohibidos o que
cuestionen la versión oficial, todo ello te resta puntos y recibes una nota
final que te permitirá (o no) estudiar en las mejores universidades, tener
acceso a una mejor vivienda, viajar al extranjero, en definitiva obtener
mejores oportunidades en la vida. En mi caso, si viviéramos en China, ya
estaría confinado en un campo de reeducación, en el mejor de los casos, o
habría desaparecido, en el peor.
8) Contagio (Contagion, 2011) de Steven Soderbergh. Beth Emhoff (Gwyneth Paltrow) coge un
resfriado en el viaje a Minneapolis para regresar con su familia. Su hijo
Clark, de un matrimonio previo, también adquiere los síntomas. La salud de Beth
se agrava. Su marido, Mitch (Matt Damon) intenta llevarla al hospital, pero
fallece. Mitch es puesto en cuarentena, pero descubre que es inmune a la
infección. Más y más personas se ven infectadas, lo que termina en un colapso
del orden social.
En Atlanta, los representantes
del Departamento de Seguridad Nacional se reúnen con el doctor Ellis Cheever
(Laurence Fishburne) del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC) para encontrar una vacuna para el extraño virus. Por su parte, la OMS
elige a la doctora Leonora Orantes (Marion Cotillard) para que se encargue de
la investigación.
En el CDC, la doctora
Ally Hextall (Jennifer Ehle) determina que el virus es una mezcla de material
genético de virus de murciélago y cerdo. La cura no puede ser desarrollada ya
que los científicos no pueden descubrir un cultivo genético en el que crezca el
recién identificado virus 1 de Meningoencefalitis (MEV-1) y proyectan que 1 de
cada 12 personas se infectará y la tasa de mortalidad estará entre el 25% y el
30%.
Este film es el que más
se acerca a explicarnos como es una pandemia muy similar a la del Covid-19. Acierta
en predecir de dónde viene, que salta de animales a humanos, el pánico que
puede provocar y que el resultado final, para acabar con el virus, ha de ser
una vacuna. El autor de la novela Contagio, David Quammen, dice que “somos
más abundantes que cualquier otro gran animal y que en algún momento habrá una
corrección natural”. Nos hemos reproducido demasiado y cuando hay una plaga de
conejos acostumbra a llegar la mixomatosis de turno.
A
modo de conclusión: estamos al final de la sexta semana de
confinamiento (que no deja de ser un encierro vigilado). Tengo una gran
productividad escrita, como podéis comprobar. Sigo pensando, (como también lo
piensa Richard Sennett, Noam Chomsky y otros importantes pensadores), que es a
través de procesos graduales como se nos van a imponer normas inaceptables. Los
realizan poco a poco para evitar una revolución. Pero ahora mismo no creo que la
nuestra llegue a algo más que una “revolución de sofá”.
La
tecnología es la mejor arma para el control social.
Al ceder nuestros datos para obtener servicios aparentemente gratuitos estamos
dando un potentísimo instrumento a las compañías de Internet (Google, Apple,
Microsoft, etc.) y por extensión a los Gobiernos para saber, mediante
algoritmos de búsqueda, dónde
estamos y con quién, qué hacemos, qué pensamos, cuáles son nuestras
orientaciones políticas, a quien votamos, cuál es nuestro nivel de renta, nuestros
gustos, nuestras debilidades, etc.
Otra consecuencia es el teletrabajo, esa
gran panacea, que ha llegado para quedarse. Todo el mundo parece contentísimo. Dicen:
no tendré que madrugar, que sufrir atascos, podré ahorrarme dinero en
desplazamientos, estar más tiempo con mi familia, etc. Un primer efecto que tiene, a
mí entender, es que ya no hay diferencia entre el espacio público de
trabajo y el espacio privado de tu hogar. A cualquier hora del día puedes estar
disponible y caer en la tentación de contestar correos y otras muchas tareas.
Un segundo efecto que todavía no se nota es que todos los gastos de luz,
internet, calefacción, aire acondicionado en el verano, consumibles,
reparaciones de equipos viejos que no están preparados para soportar tanta acción,
recaerán sobre el trabajador.
A resultas de la reflexión anterior me han venido a la memoria dos ideas. La primera me la explicaba una
vecina llamada Raimunda, fallecida hace años. Me contaba que en la primera
mitad del siglo XX cuando iban a trabajar a las fábricas textiles de Olesa los
trabajadores tenían que pagar la luz. Qué interesante resulta ver cómo, en
ciertos aspectos, hemos retrocedido cien años. La segunda la tomo de
un profesor que tuve de Historia del Pensamiento Social, Bernat
Muniesa Brito, quien por el año 1983, cuando el tema informático era
incipiente y todavía no se podía prever de qué modo tan profundo cambiaría
nuestras vidas, nos decía: “No se equivoquen ustedes. La lógica del ordenador
es la misma que la del telar. El trabajo de muchos en beneficio de unos pocos”.
Cuarentena viene de
cuarenta días no de ocho semanas; y mucho menos aceptable es insinuar que la
vuelta a la normalidad no se producirá hasta final de año. Es absurdo encerrar
a la población cuando todavía no se sabe cómo se transmite el contagio del
virus. Estamos asistiendo a la transformación de la Ciencia en una herramienta
de control por parte de los Gobiernos. El motivo es que es más aceptada porque tiene una
apariencia menos radical, pero no por ello deja de ser menos contundente y
opresora.
Debemos vigilar a
nuestros políticos y tener claro qué tipo de sociedad queremos para la post
pandemia. Una donde prime la autoridad y el control, u otra que refuerce la
libertad y los derechos de las personas. Una Democracia no te puede dar a
elegir entre libertad y salud. Te ha de ofrecer ambas posibilidades por igual.
Se está imponiendo
pensar que la “distancia social” va para largo. El término no deja de ser un
oxímoron porque lo social siempre es proximidad. Con que facilidad la gente va
diciendo que ya no nos daremos la mano, ni tampoco besaremos a las personas que
conocemos. Como dice Josep
Ramoneda “estamos asistiendo a la desaparición de los
cuerpos en favor de los robots”. ¡Qué pena más grande!
Mantengo aquí también
la reflexión de Emilio
Lledó (29/03/2020) que tanta falta nos hace: “el ciudadano
debe ser capaz de plantearse las preguntas propias de una mente libre: quién
nos dice la verdad, quién nos engaña, quién quiere manipularnos”.
Las preguntas que hoy os dejo son estas:
a) Es la primera vez
que la humanidad se enfrenta a la naturaleza para intentar detener su tarea
profiláctica. Como decía Steve Jobs: “la muerte es un gran invento, retira
lo viejo y deja sitio a lo nuevo”. Una cosa es no tomar medidas, que siempre se
han de tomar, y otra diferente es confinarnos de esta forma tan agresiva. ¿Vale
la pena el esfuerzo titánico de oponerse, teniendo en cuenta el bajo grado de mortandad
a nivel mundial?
Los datos de las
pandemias a lo largo de la historia demuestran que es una
más de las que cíclicamente se producen, a parte de la gripe estacional de cada
año. Miden su magnitud por grados (Como los terremotos con la escala de
Richter). Pues bien la gripe española de 1918 tenía una escala de 5,5. La gripe
estacional y la gripe de Wuhan (Covid-19) tienen una magnitud de 1 en la misma
escala, con una mortalidad algo superior para la segunda. El Covid-19 o gripe
de Wuhan no está, ni estará, entre las diez primeras causas de muerte en el
mundo al año. Ni siquiera lo está el
SIDA que mata 1,2 millones de personas al año. (Ver gráfico).
Para el columnista y
científico Javier
Sampedro, la ciencia española no ha funcionado bien. “Lo
estamos haciendo fatal, y es probable que esa sea la causa de que España exhiba
la mayor tasa de mortalidad del mundo.” Tan cierto como que la tasa de contagios por
millón de habitantes de España es la más alta del mundo y la segunda en
mortalidad detrás de Bélgica.
b) Sin duda es
lamentable la muerte de una sola persona. Una frase del Talmut nos dice: “Quien
salva una vida, salva al mundo entero”. Pero también me pregunto: ¿Cuántas
personas, perderán su empleo, no podrán dar de comer a sus hijos, no podrán
pagar el alquiler o la hipoteca y sus problemas se harán mayores? Hay muchos
niños emigrantes (magrebís en su mayoría) a los que la escuela les
proporcionaba la comida más importante del día. No lo digo yo lo dice Antón
Costas importante economista y asesor de todos los gobiernos españoles. Además
se abre una brecha social y digital insalvable ¿Cómo van a seguir el curso
telemáticamente éstos niños? ¿Con qué ordenadores?
c) ¿Quién puede medir
los daños psicológicos, emocionales y físicos de mantener a una población
aislada y lejos de sus seres queridos? Yo empiezo a poder medir los míos. ¿Cómo
saldré de este encierro? Hay posibilidades de que salga más gordo, más neurótico (¿Todavía más? Se
preguntará alguna lectora y amiga graciosilla), en un estado de forma física y
mental cuestionable y por supuesto politoxicómano. Necesitaré años de costosa
terapia psicoanalítica para no ver a un policía sin estremecerme.
d) ¿Se ha tenido en
cuenta a las PAS (Personas Altamente Sensibles) a la hora de dictar estas
normas draconianas de confinamiento y reclusión? ¿O a los que por motivos de
salud, problemas de corazón, hipertensión o diabetes, entre otras enfermedades,
necesitan caminar a diario? Por supuesto que no.
Desde niño me han
gustado “un montón” las películas y las novelas de ciencia-ficción que representaban
sociedades distópicas. Pero me gustaban por un motivo en
concreto: porque yo no vivía en ellas, yo vivía en un mundo relativamente
seguro y estable. Ahora no necesitamos leerlas en libros ni verlas en películas.
Estamos viviendo dentro de una de ellas y, como siempre había pensado, resulta
horroroso.
FILMOGRAFÍA y
BIBLIOGRAFÍA
Marc Bassets, David Quammen: “Somos más abundantes que cualquier
otro gran animal. En algún momento habrá una corrección”, El País,
19/04/2020.
Marina Garcés, El control social será uno de los grandes ganadores
de la pandemia,
El Diario de la Educación, 02/04/2020.
Manuel G.
Pascual, Salim Ismail: “La energía solar provocará el mayor
cambio sistémico que verá nuestra generación”, El País,
15/04/2020.
Andrew Nicol, Gattaca, 1997, Columbia
Pictures, USA, 106 minutos. (Con solo ver el tráiler quedaréis enganchados).
Harold Ramis, Atrapado
en el tiempo,
Columbia Pictures, USA, 1993, 101 minutos. (Película completa de
Hola Tomás! Acabo de llegir, de cabo a rabo, la publicació d'avui al bloc i del llistat filmogràfic. La teva argumentació m'ha semblat bona i molt ben documentada.
ResponderEliminarTotalment d'acord!
Ana C. (Lleida)
"Tomàs, m'alegro que segueixis fent suggeriments per als cinèfils.
ResponderEliminarEn principi totes les pel·lícules de viatges espacials, clíniques, cases encantades, travessies per l'oceà, etc, són de confinament, claustrofòbiques.
Et recomano pelis de confinaments causats per malalties no infeccioses, i ments turmentades
awakenings, apareix un esplèndid Robin Williams.
The elephant man, amb un jove Anthony Hopkins.
Stonehearst asylum amb un inquietant Ben Kingsley
Bad Ronald, https://www.imdb.com/title/tt0071186/, pel·lícula que em va fer venir por.
10 negritos, amb la nostrada Teresa Gimpera.
Murder by death (un cadaver a los postres) amb un cameo de Truman Capote y el genial Peter Falk.
https://en.wikipedia.org/wiki/Murder_by_Death.
La habitación de Fermat, un remake Luís Piedrahita,
https://es.wikipedia.org/wiki/La_habitaci%C3%B3n_de_Fermat
i una altra de gent atrapada en un Laberint 3D, Cube de 1997, on només una ment matemàtica pot desxifrar les claus per sortir-ne viu.
https://www.imdb.com/title/tt0123755/
JL"
PD: recordo haver vist la biografia de Michael J Fox, i quan van mencionar el Parkinson, un colega seu va dir que segur que s'havia posat malalt durant el rodatge d'una sèrie on tots varen estar "confinats" molts dies en unes naus industrials abandonades on hi havia residus químics i altres materials sospitosos emmagatzemats.
Hola Tomàs,
ResponderEliminarPrimer de tot felicitar-te per la feina que has fet, les pel.lícules i sobre tot el comentari final. A la introducció parles de la teva mare que t’enviava al carrer a jugar, quina sort, a mi sempre em feien fer feina i jo m’amagava al bany a llegir, la diferència entre els nens i les nenes.
Pel que fa a les pelis detecto un cert baix to anímic, suposo a conseqüència dels dies que portem tancats. A part de “El dia de la Marmota” que ja he vist, la resta són força depriments, no se si em ve de gust veure-les però t’agraeixo l’esforç.
El que més m’ha agradat és la reflexió de la situació que estem vivint, com be saps estic d’acord amb tot el que comentes, ens estan prenen totes les llibertats i fent-nos agafar por, al dir que potser mai en sortirem de tot això o que mai tot serà igual com abans. Segur que no serà igual dons haurem de patir moltes conseqüències de les males decisions que han pres tots plegats i que les pagarem nosaltres, no ells, que no han tingut ni la delicadesa de deixar de cobrar les dietes aquest dies que no van al Congrés, per exemple.
M’ha fet molta gràcia que citis al professor Muniesa, les seves classes eren molt interessants, m’agradaria sentir-lo ara a veure que ens explicaria de la situació actual.
Ànims Tomàs suposo que ens en sortirem però no sé com.
Una abraçada
Maite Fàbregas
Confinada a Torelló
Fantàstic article, Tomàs!
ResponderEliminarHe estat testimoni de la dedicació i entusiasme que hi has posat però el resultat ha superat en molt les meves espectatives.
Des del meu punt de vista, i com que no sóc massa entusiasta de les pel·lícules que plantegen distopies, el més interessant i alhora preocupant són tots els interrogants que planteges a propòsit d’aquest món futur que ha arribat per quedar-se i que ja no serà “el meu món”.
Sí, ens en sortirem però, com?
Una abraçada,
Beatriu