Películas para resistir (o no) el confinamiento por el Covid-19 (2º Parte)


Como el confinamiento parece que va para largo, casi eterno, aquí tenéis una segunda parte de películas para sobrellevar mejor (o no) los días de encierro. Tienen en común, como las anteriores que su escenario es un confinamiento, un encierro voluntario, un ataque de ira ante la injusticia de la sociedad, una epidemia, o una de las posibles consecuencias del uso desmesurado de la tecnología sobre el control de nuestras vidas con bastantes similitudes a lo que estamos viviendo estos días.

¿Os imagináis este tipo de vida para siempre? Mi sobrino de doce años está como una rosa, se siente como pez en el agua en esta situación. Este será su mundo para el que está perfectamente adaptado. Yo no, como muchos de vosotros éramos niños de calle. Diálogo: “¡Mamá me aburro!” Respuesta: “¡Niño! Deja de molestar, sal a la calle y búscate unos amiguitos con los que jugar. ¡Hala!, y no te quiero ver por aquí hasta la hora de comer. ¿Me has entendido?”



1) El fugitivo (The fugitive, 1963-1967) de Roy Huggins. El médico pediatra Richard Kimble, (David Janssen) es acusado del asesinato de su esposa, Helen, en la ficticia ciudad estadounidense de Stafford, Indiana. Pero él no la había matado. Quien acabó con su vida fue un misterioso "hombre manco" (Bill Raisch). El jurado declaró culpable a Kimble y lo sentenció a morir. Rumbo al lugar donde sería ejecutado, viajando en tren y viendo a través del cristal del vagón por última vez el mundo, el destino mueve sus hilos y el tren en el que era llevado por el Teniente Phillip Gerard (Barry Morse), sufre un descarrilamiento y Kimble logra escapar.

Durante su huida cambiaba de identidad, asumía diversos trabajos, sin estar mucho tiempo en las ciudades o pueblos en los que se refugiaba. Kimble era inocente y sabía que lo único que podía hacer para probarlo era huir, encontrar al verdadero culpable del asesinato de su esposa y escapar del Teniente Gerard que está obsesionado con su captura.

El fugitivo fue una serie de televisión estadounidense, un drama policial, emitido por la cadena televisiva ABC entre 1963 y 1967, con 120 capítulos, en cuatro temporadas. En su momento fue una de las series más populares en todo el mundo, convirtiéndose su protagonista en una estrella conocida en todo el planeta. Y así llegó a la RTVE y nos atrapó a miles de niños y adolescentes. Con posterioridad se hizo una película en 1993 protagonizada por Harrison Ford y Tommy Lee Jones, pero ya no fue lo mismo.

Como en la serie de TV nosotros somos inocentes del Covid-19 pero a la vez sospechosos. Si salimos a la calle nos pueden interrogar o perseguir. Andamos recelosos esquivando a los coches policiales y a los agentes, ya que si nos detienen tendremos que dar un motivo de peso del porqué estamos en la calle. Y a veces algunos policías, con no demasiadas entendederas e insuflados por las atribuciones y el protagonismo que les ha dado el Gobierno, no nos lo pondrán fácil. “No cometas errores, prepárate para las preguntas y ojalá no sean demasiadas”. (El fugitivo: minuto 6:50).



2)El conde de Montecristo (1969) de Pedro Amalio LópezLa novela, en que se basa esta adaptación a la televisión, se publicó en 1844 por Alejandro Dumas (padre). Empieza con Edmundo Dantès volviendo a Marsella, donde se encontrará con su familia y sus amigos. Dantès está a punto de recibir una promoción a capitán, y también de casarse con una bella española, Mercedes Herrera.

Sin embargo, el inocente Dantès no se da cuenta de cómo su fortuna afecta a los que él considera sus amigos. Danglars, el jefe de cargamento que envidia la promoción de Edmond, y Fernando, el primo de Mercedes que ama a ésta.

Dantés, siguiendo la última voluntad del capitán del barco, que muere en el viaje de vuelta a Marsella, hace una parada en la isla de Elba donde se encontraba preso Napoleón. Este le da una carta dirigida a un hombre en París del cual solo le dice su nombre, Noirtier. Al llegar a la ciudad y presos de la envidia, Danglars y Fernando redactan una carta anónima acusando a Dantés de agente bonapartista.

Dantés es arrestado el día de la boda y llevado ante Villefort, el sustituto del procurador del rey. Villefort le informa de que ha sido denunciado como espía de Napoleón pero que dada la buena reputación de Edmond no cree en la veracidad de la denuncia, además, le entrega la carta que había recibido del emperador la cual contiene los horarios de los guardias que le vigilan.

Villefort iba a dejar marchar al muchacho pero le pregunta por el destinatario de la carta. Al conocer este dato lo hace arrestar en el castillo de If (que está frente a Marsella). Noirtier es el padre de Villefort y no puede permitir que se le involucre en un asunto de alta traición ayudando al emperador a regresar a Francia.

La continuación de la novela es muy conocida. Después de años de presidio, pasando múltiples calamidades, logra fugarse y ejecutar su extraordinaria venganza.

Hay varias adaptaciones cinematográficas. Por mi edad la versión que más recuerdo me dejó fue la adaptación que hizo Pedro Amalio López para RTVE el año 1969. ¿Podremos nosotros vengarnos cuando salgamos de nuestro confinamiento? ¿O habremos quedado del todo inservibles para cualquier tipo de rebelión? ¿No es esta la idea que subyace detrás de todo estado de shock?



3) El resplandor (The Shining, 1980) de Stanley Kubrick. La película relata la historia de Jack Torrance, un ex profesor que acepta un puesto como vigilante de invierno en un solitario hotel de alta montaña para ocuparse del mantenimiento y tener así tiempo para escribir una novela. Al poco de haberse instalado allí junto con su esposa y su hijo, empieza a sufrir inquietantes trastornos de personalidad. Paulatinamente, debido a la incomunicación, al insomnio, a sus propios fantasmas interiores y, tal vez, a la influencia maléfica del lugar, se ve inmerso en una espiral de violencia contra ellos, que a su vez parecen víctimas de espantosos fenómenos sobrenaturales.

Como en otras películas del cineasta estadounidense, en paralelo con la línea dramática principal se desarrollan otras tramas secundarias que a su vez esconden innumerables representaciones simbólicas e indicios subliminales. En El resplandor, algunos analistas han querido ver, además, claras referencias sociohistóricas e indagaciones de índole psicológica en torno a la naturaleza humana y la inmortalidad del mal.

Si bien su estreno fue acogido con frialdad por la crítica, con el tiempo ha ido ganando adeptos e influencia en la cultura popular. Hoy día se la considera una película de culto, todo un «desafío directo para el espectador».

En su momento dediqué en el blog un extenso reportaje de la magnífica exposición sobre Stanley Kubrick en el CCCB de Barcelona del 24 de octubre hasta el 31 de marzo de 2019. El resplandor es una película para tenerle miedo de verdad a los espacios cerrados, a quedarte solo con tu propio yo y con esos fantasmas que a veces nos visitan. Jack Torrance pierde la cordura. Pero lo mejor de todo es que Jack Nicholson no tiene que hacer ningún gran esfuerzo para meterse dentro de su personaje. ¡Te das cuenta enseguida de que ya está loco!



4) Un día de furia (Falling Down, 1993) de Joel Schumacher. William Foster (Michael Douglas) se ha divorciado recientemente, tiene una orden de alejamiento de su ex-esposa Beth (Barbara Hershey) y ha sido despedido de su trabajo. Cuando el aire acondicionado de su coche deja de funcionar, lo abandona en mitad de un monumental atasco y empieza a caminar.

En un autoservicio, el dueño coreano se niega a facilitarle cambio para una llamada telefónica y Foster se queja por los elevados precios. Durante la discusión, el dueño saca un bate de béisbol. Foster se lo quita tras un forcejeo y lo utiliza para destruir su mercancía. Luego paga por una soda y se marcha. Poco después, es abordado por dos pandilleros que lo provocan, lo insultan y le exigen su maletín. Uno de ellos saca un cuchillo y Foster se defiende utilizando el bate de béisbol consiguiendo ahuyentarlos.

Mientras tanto, el Sargento Prendergast (Robert Duvall), en su último día de trabajo antes de retirarse, toma declaración al dueño del autoservicio tras su pelea con Foster.

Foster llama a Beth desde una cabina telefónica. A pesar de la orden de alejamiento, insiste en que irá a casa a por su hija, Adele, para celebrar su cumpleaños. Los pandilleros, ahora en un automóvil y con más refuerzos, encuentran a Foster. Intentan asesinarlo disparando con metralletas desde el coche, pero sólo aciertan a testigos cercanos antes de estrellarse con el vehículo. Foster se acerca y toma una bolsa llena de armas. Mientras tanto, Beth llama a la policía, pero los oficiales no creen que Foster sea peligroso.

Mucho cuidado con alguien a quien le afecta el calor. “El calor, siempre ese maldito calor”. Acordémonos de Meursault en El extranjero (1942) de Camus. ¿Qué puede hacer un hombre corriente, desesperado porque lo ha perdido todo? Todo lo que para él era fundamental en su vida: su mujer, su hija y su trabajo. Ya no le importa nada y va a por todas, a por un final épico. Si se ha de morir que sea luchando y a tu manera, no a la de ellos.

El confinamiento que nos están aplicando aquí en Europa no tiene ningún porvenir en los Estados Unidos. ¿Por qué? Porque cualquier chiflado del medio oeste y del sur dispuesto a vaciártelo en cuanto le “llenes el gorro de guijas” (ver vocabulario iznajeño). Por ejemplo al primer “polizonte” que se le ponga por delante y quiera impedir o limitar su libertad. Pero afortunadamente este no es, ni ha de ser nuestro modelo.



5) Atrapado en el tiempo (Groundhog Day, 1993) de Harold Ramis. El meteorólogo de una emisora de televisión de Pittsburgh, Phil Connors (Bill Murray), acompañado de su nueva productora Rita (Andie MacDowell), acude con su técnico de grabación, Larry (Chris Elliott), a Punxsutawney, una pequeña población de Pennsylvania en la que, cada 2 de febrero, en pleno invierno, creen que el comportamiento de una marmota en la fiesta local determinará cuánto tiempo queda hasta que termine la estación fría. Es el famoso “Día de la marmota”. A primera vista vemos que Phil es un hombre frustrado en sus ambiciones, arrogante y aburrido con su trabajo.

Realizadas las tomas de la marmota y transmitidas por televisión, el pequeño grupo se dispone a regresar a Pittsburgh. Sin embargo, una tormenta de nieve les obliga a pasar la noche en el pueblo. A la mañana siguiente suena el despertador con la misma música del día anterior I Got You Babe» de Sonny & Cher). A medida que se viste y acude al comedor para desayunar, el incrédulo Phil se va dando cuenta de que está viviendo de nuevo el día de la marmota. Y así día tras día sin poder salir de la pesadilla…

En estos momentos que estamos viviendo es cuando toma todo su sentido aquello del “día de la marmota”. Nos levantamos y realizamos las mismas tareas rutinarias a lo largo de todas las horas del día, siempre lo mismo, y a la mañana siguiente vuelta a empezar. Además con el inconveniente que no podemos, como Bill Murray, intentar conquistar a la chica. Os dejo porque a esta hora me toca llevarles los medicamentos a los abuelos.



6) Gattaca (1997) de Andrew Niccol. La película cuenta la historia de un niño, Vincent Anton Freeman (Ethan Hawke), concebido de forma natural, por un acto de amor, que debe luchar para competir contra los otros niños que recibieron la ayuda genética para mejorar su salud desde antes de nacer; incluido su propio hermano que es el favorito del padre pero no así de la madre.

Tan grande se vuelve la competitividad, que la sociedad se divide entre los concebidos en laboratorios, “genéticamente superiores”, predestinados a hacer grandes cosas en la vida, y los nacidos de manera natural, generalmente por error y predestinados por la propia sociedad a tareas secundarias.

Para poder ganarse la vida Vincent solamente puede conseguir trabajos infravalorados, de limpieza y asistencia en empresas, pero un día trabajando en la limpieza de una academia privada de formación de astronautas, decide inscribirse para viajar al espacio urdiendo un elaborado plan de fraudes y engaños, para poder así esquivar los controles del sistema, que buscan descartar a cualquier persona que no sea perfecta y no tenga un expediente genético impecable.

¿No os recuerda vagamente a algo que vamos a vivir próximamente? Tal vez se nos llegue a pedir un pasaporte biológico, eso sí con la excusa de saber si ya hemos pasado el covid-19 y así no poder infectar a otros ciudadanos. Pero al mismo tiempo sabrán todo de nosotros: cuándo vamos a enfermar, si tenemos predisposición a padecer patologías que mermaran o reducirán nuestra vida laboral y nuestra productividad. ¿Las empresas y las compañías de seguros contrataran a alguien así? Claro que no. En este tipo de sociedad, salvo que haya grupos de presión y leyes que nos protejan, nos condenaran de antemano al paro y a la marginación. A todos nosotros podría pasarnos en algún momento de nuestras vidas.

Sabemos que Beethoven era hijo de un padre alcohólico y de una madre siempre enferma. Con los parámetros de hoy en día no habría nacido. Por cierto, estupenda la banda sonora de Michael Nyman.



7) Minority Report (2002) de Steven Spielberg. La película está basada en una narración corta del gran Philip K. Dick de quien os comentaré varios libros en un futuro no muy lejano. Tranquilos que por falta de tiempo no será.

En abril de 2054 el capitán John Anderton (Tom Cruise) es el Jefe de la fuerza de policía PreCrimen en Washington D. C. El grupo usa visiones del futuro elaboradas por tres "Precognitivos" mutantes, dos hermanos gemelos varones y una mujer, todos ellos con poderes adivinatorios. Gracias a este programa se han detenido muchos asesinatos en el estado en los últimos seis años, logrando unas tasas de criminalidad bajísimas. Anderton es un miembro muy respetado del grupo, aunque es adicto a una droga llamada "Neuroina" que toma como consecuencia de la desaparición de su hijo Sean en una piscina pública. Lo que causó que su esposa Lara (Kathryn Morris) lo dejara, aunque no han llegado a divorciarse.

El director de PreCrimen, Lamar Burgess (Max von Sydow), propone que el sistema PreCrimen se instaure en toda la nación. Para aprobar esta operación, el Departamento de Justicia manda a un representante llamado Danny Witwer (Colin Farrell) a inspeccionar el Sistema. Durante la inspección, los tres Precognitivos predicen que Anderton asesinará a un hombre llamado Leo Crow (Mike Binder) en las próximas 36 horas. Anderton logra ocultar la predicción, pensando que ha sido amañada por Witwer, quien conoce su adicción. Anderton huye del lugar antes de que Witwer inicie la búsqueda. Posteriormente, Anderton visita a la Dra. Iris Hineman (Lois Smith), quien fue la creadora de PreCrimen. Ella le explica que a veces los Precognitivos tienen visiones del futuro diferentes. En estos casos cuando sólo dos de los tres Precognitivos están de acuerdo se genera un "Informe de minoría" (Minority report), ya que el asesino que aparece en una visión podría tomar una decisión inesperada en el último momento. La película no deja de ser una especie de El fugitivo moderno.

Otra consecuencia terrible del control de la información sobre nuestros datos y nuestra genética que poseen los gobiernos es cómo la utilizan. Por ejemplo en China dan a sus ciudadanos una puntuación. Si cruzas un semáforo en rojo, si tiras una colilla al suelo, si escribes en foros críticas contra el gobierno, si entras en páginas web no autorizadas, si lees libros prohibidos o que cuestionen la versión oficial, todo ello te resta puntos y recibes una nota final que te permitirá (o no) estudiar en las mejores universidades, tener acceso a una mejor vivienda, viajar al extranjero, en definitiva obtener mejores oportunidades en la vida. En mi caso, si viviéramos en China, ya estaría confinado en un campo de reeducación, en el mejor de los casos, o habría desaparecido, en el peor. 



8) Contagio (Contagion, 2011) de Steven Soderbergh. Beth Emhoff (Gwyneth Paltrow) coge un resfriado en el viaje a Minneapolis para regresar con su familia. Su hijo Clark, de un matrimonio previo, también adquiere los síntomas. La salud de Beth se agrava. Su marido, Mitch (Matt Damon) intenta llevarla al hospital, pero fallece. Mitch es puesto en cuarentena, pero descubre que es inmune a la infección. Más y más personas se ven infectadas, lo que termina en un colapso del orden social.

En Atlanta, los representantes del Departamento de Seguridad Nacional se reúnen con el doctor Ellis Cheever (Laurence Fishburne) del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) para encontrar una vacuna para el extraño virus. Por su parte, la OMS elige a la doctora Leonora Orantes (Marion Cotillard) para que se encargue de la investigación.

En el CDC, la doctora Ally Hextall (Jennifer Ehle) determina que el virus es una mezcla de material genético de virus de murciélago y cerdo. La cura no puede ser desarrollada ya que los científicos no pueden descubrir un cultivo genético en el que crezca el recién identificado virus 1 de Meningoencefalitis (MEV-1) y proyectan que 1 de cada 12 personas se infectará y la tasa de mortalidad estará entre el 25% y el 30%.

Este film es el que más se acerca a explicarnos como es una pandemia muy similar a la del Covid-19. Acierta en predecir de dónde viene, que salta de animales a humanos, el pánico que puede provocar y que el resultado final, para acabar con el virus, ha de ser una vacuna. El autor de la novela Contagio, David Quammen, dice que “somos más abundantes que cualquier otro gran animal y que en algún momento habrá una corrección natural”. Nos hemos reproducido demasiado y cuando hay una plaga de conejos acostumbra a llegar la mixomatosis de turno.

A modo de conclusión: estamos al final de la sexta semana de confinamiento (que no deja de ser un encierro vigilado). Tengo una gran productividad escrita, como podéis comprobar. Sigo pensando, (como también lo piensa Richard Sennett, Noam Chomsky y otros importantes pensadores), que es a través de procesos graduales como se nos van a imponer normas inaceptables. Los realizan poco a poco para evitar una revolución. Pero ahora mismo no creo que la nuestra llegue a algo más que una “revolución de sofá”.

La tecnología es la mejor arma para el control social. Al ceder nuestros datos para obtener servicios aparentemente gratuitos estamos dando un potentísimo instrumento a las compañías de Internet (Google, Apple, Microsoft, etc.) y por extensión a los Gobiernos para saber, mediante algoritmos de búsqueda, dónde estamos y con quién, qué hacemos, qué pensamos, cuáles son nuestras orientaciones políticas, a quien votamos, cuál es nuestro nivel de renta, nuestros gustos, nuestras debilidades, etc. 

Otra consecuencia es el teletrabajo, esa gran panacea, que ha llegado para quedarse. Todo el mundo parece contentísimo. Dicen: no tendré que madrugar, que sufrir atascos, podré ahorrarme dinero en desplazamientos, estar más tiempo con mi familia, etc. Un primer efecto que tiene, a mí entender, es que ya no hay diferencia entre el espacio público de trabajo y el espacio privado de tu hogar. A cualquier hora del día puedes estar disponible y caer en la tentación de contestar correos y otras muchas tareas. Un segundo efecto que todavía no se nota es que todos los gastos de luz, internet, calefacción, aire acondicionado en el verano, consumibles, reparaciones de equipos viejos que no están preparados para soportar tanta acción, recaerán sobre el trabajador.

A resultas de la reflexión anterior me han venido a la memoria dos ideas. La primera me la explicaba una vecina llamada Raimunda, fallecida hace años. Me contaba que en la primera mitad del siglo XX cuando iban a trabajar a las fábricas textiles de Olesa los trabajadores tenían que pagar la luz. Qué interesante resulta ver cómo, en ciertos aspectos, hemos retrocedido cien años. La segunda la tomo de un profesor que tuve de Historia del Pensamiento Social, Bernat Muniesa Brito, quien por el año 1983, cuando el tema informático era incipiente y todavía no se podía prever de qué modo tan profundo cambiaría nuestras vidas, nos decía: “No se equivoquen ustedes. La lógica del ordenador es la misma que la del telar. El trabajo de muchos en beneficio de unos pocos”. 

Cuarentena viene de cuarenta días no de ocho semanas; y mucho menos aceptable es insinuar que la vuelta a la normalidad no se producirá hasta final de año. Es absurdo encerrar a la población cuando todavía no se sabe cómo se transmite el contagio del virus. Estamos asistiendo a la transformación de la Ciencia en una herramienta de control por parte de los Gobiernos. El motivo es que es más aceptada porque tiene una apariencia menos radical, pero no por ello deja de ser menos contundente y opresora.

Debemos vigilar a nuestros políticos y tener claro qué tipo de sociedad queremos para la post pandemia. Una donde prime la autoridad y el control, u otra que refuerce la libertad y los derechos de las personas. Una Democracia no te puede dar a elegir entre libertad y salud. Te ha de ofrecer ambas posibilidades por igual.

Se está imponiendo pensar que la “distancia social” va para largo. El término no deja de ser un oxímoron porque lo social siempre es proximidad. Con que facilidad la gente va diciendo que ya no nos daremos la mano, ni tampoco besaremos a las personas que conocemos. Como dice Josep Ramoneda “estamos asistiendo a la desaparición de los cuerpos en favor de los robots”. ¡Qué pena más grande!

Mantengo aquí también la reflexión de Emilio Lledó (29/03/2020) que tanta falta nos hace: “el ciudadano debe ser capaz de plantearse las preguntas propias de una mente libre: quién nos dice la verdad, quién nos engaña, quién quiere manipularnos”.

Las preguntas que hoy os dejo son estas: 

a) Es la primera vez que la humanidad se enfrenta a la naturaleza para intentar detener su tarea profiláctica. Como decía Steve Jobs: “la muerte es un gran invento, retira lo viejo y deja sitio a lo nuevo”. Una cosa es no tomar medidas, que siempre se han de tomar, y otra diferente es confinarnos de esta forma tan agresiva. ¿Vale la pena el esfuerzo titánico de oponerse, teniendo en cuenta el bajo grado de mortandad a nivel mundial?

Los datos de las pandemias a lo largo de la historia demuestran que es una más de las que cíclicamente se producen, a parte de la gripe estacional de cada año. Miden su magnitud por grados (Como los terremotos con la escala de Richter). Pues bien la gripe española de 1918 tenía una escala de 5,5. La gripe estacional y la gripe de Wuhan (Covid-19) tienen una magnitud de 1 en la misma escala, con una mortalidad algo superior para la segunda. El Covid-19 o gripe de Wuhan no está, ni estará, entre las diez primeras causas de muerte en el mundo al año. Ni siquiera lo está el SIDA que mata 1,2 millones de personas al año. (Ver gráfico).



Para el columnista y científico Javier Sampedro, la ciencia española no ha funcionado bien. “Lo estamos haciendo fatal, y es probable que esa sea la causa de que España exhiba la mayor tasa de mortalidad del mundo.” Tan cierto como que la tasa de contagios por millón de habitantes de España es la más alta del mundo y la segunda en mortalidad detrás de Bélgica. 

b) Sin duda es lamentable la muerte de una sola persona. Una frase del Talmut nos dice: “Quien salva una vida, salva al mundo entero”. Pero también me pregunto: ¿Cuántas personas, perderán su empleo, no podrán dar de comer a sus hijos, no podrán pagar el alquiler o la hipoteca y sus problemas se harán mayores? Hay muchos niños emigrantes (magrebís en su mayoría) a los que la escuela les proporcionaba la comida más importante del día. No lo digo yo lo dice Antón Costas importante economista y asesor de todos los gobiernos españoles. Además se abre una brecha social y digital insalvable ¿Cómo van a seguir el curso telemáticamente éstos niños? ¿Con qué ordenadores?

c) ¿Quién puede medir los daños psicológicos, emocionales y físicos de mantener a una población aislada y lejos de sus seres queridos? Yo empiezo a poder medir los míos. ¿Cómo saldré de este encierro? Hay posibilidades de que salga más gordo, más neurótico (¿Todavía más? Se preguntará alguna lectora y amiga graciosilla), en un estado de forma física y mental cuestionable y por supuesto politoxicómano. Necesitaré años de costosa terapia psicoanalítica para no ver a un policía sin estremecerme.

d) ¿Se ha tenido en cuenta a las PAS (Personas Altamente Sensibles) a la hora de dictar estas normas draconianas de confinamiento y reclusión? ¿O a los que por motivos de salud, problemas de corazón, hipertensión o diabetes, entre otras enfermedades, necesitan caminar a diario? Por supuesto que no.

Desde niño me han gustado “un montón” las películas y las novelas de ciencia-ficción que representaban sociedades distópicas. Pero me gustaban por un motivo en concreto: porque yo no vivía en ellas, yo vivía en un mundo relativamente seguro y estable. Ahora no necesitamos leerlas en libros ni verlas en películas. Estamos viviendo dentro de una de ellas y, como siempre había pensado, resulta horroroso.

FILMOGRAFÍA y BIBLIOGRAFÍA



Marina Garcés, El control social será uno de los grandes ganadores de la pandemia, El Diario de la Educación, 02/04/2020.


Roy Huggins, The fugitive, ABC, USA, 1963-1967. Serie de TV en 120 capítulos.

Stanley Kubrick, El resplandor, Warner Bros, USA, 1980, 146 minutos.

Emilio Lledó, En torno al «bienser». Antología, Junta de Andalucía, Abril, 2020.

Pedro Amalio López, El Conde de Montecristo, RTVE (1969). (En 17 capítulos de ½ hora).

Josep Martí Blanch, Sin miedo y sin la “Stasi”, El Periódico, 07/04/2020.

Andrew Nicol, Gattaca, 1997, Columbia Pictures, USA, 106 minutos. (Con solo ver el tráiler quedaréis enganchados).

Harold Ramis, Atrapado en el tiempo, Columbia Pictures, USA, 1993, 101 minutos. (Película completa de

Josep Ramoneda, La desaparició dels cossos, El País, 17/04/2020.

Javier Sampedro, La ciencia española no ha funcionado bien, El País, 15/04/2020.

Joel Schumacher, Un día de furia, Warner Bros, USA, 1993, 112 minutos.

Steven Soderbergh, Contagio, Warner Bros., USA, 2011, 106 minutos.

Steven Spielberg, Minority report, Amblin Entertainment, USA, 2002, 145 minutos.

Comentarios

  1. Hola Tomás! Acabo de llegir, de cabo a rabo, la publicació d'avui al bloc i del llistat filmogràfic. La teva argumentació m'ha semblat bona i molt ben documentada.

    Totalment d'acord!

    Ana C. (Lleida)

    ResponderEliminar
  2. "Tomàs, m'alegro que segueixis fent suggeriments per als cinèfils.

    En principi totes les pel·lícules de viatges espacials, clíniques, cases encantades, travessies per l'oceà, etc, són de confinament, claustrofòbiques.

    Et recomano pelis de confinaments causats per malalties no infeccioses, i ments turmentades
    awakenings, apareix un esplèndid Robin Williams.

    The elephant man, amb un jove Anthony Hopkins.

    Stonehearst asylum amb un inquietant Ben Kingsley
    Bad Ronald, https://www.imdb.com/title/tt0071186/, pel·lícula que em va fer venir por.

    10 negritos, amb la nostrada Teresa Gimpera.

    Murder by death (un cadaver a los postres) amb un cameo de Truman Capote y el genial Peter Falk.
    https://en.wikipedia.org/wiki/Murder_by_Death.

    La habitación de Fermat, un remake Luís Piedrahita,
    https://es.wikipedia.org/wiki/La_habitaci%C3%B3n_de_Fermat

    i una altra de gent atrapada en un Laberint 3D, Cube de 1997, on només una ment matemàtica pot desxifrar les claus per sortir-ne viu.
    https://www.imdb.com/title/tt0123755/

    JL"

    PD: recordo haver vist la biografia de Michael J Fox, i quan van mencionar el Parkinson, un colega seu va dir que segur que s'havia posat malalt durant el rodatge d'una sèrie on tots varen estar "confinats" molts dies en unes naus industrials abandonades on hi havia residus químics i altres materials sospitosos emmagatzemats.

    ResponderEliminar
  3. Hola Tomàs,

    Primer de tot felicitar-te per la feina que has fet, les pel.lícules i sobre tot el comentari final. A la introducció parles de la teva mare que t’enviava al carrer a jugar, quina sort, a mi sempre em feien fer feina i jo m’amagava al bany a llegir, la diferència entre els nens i les nenes.

    Pel que fa a les pelis detecto un cert baix to anímic, suposo a conseqüència dels dies que portem tancats. A part de “El dia de la Marmota” que ja he vist, la resta són força depriments, no se si em ve de gust veure-les però t’agraeixo l’esforç.

    El que més m’ha agradat és la reflexió de la situació que estem vivint, com be saps estic d’acord amb tot el que comentes, ens estan prenen totes les llibertats i fent-nos agafar por, al dir que potser mai en sortirem de tot això o que mai tot serà igual com abans. Segur que no serà igual dons haurem de patir moltes conseqüències de les males decisions que han pres tots plegats i que les pagarem nosaltres, no ells, que no han tingut ni la delicadesa de deixar de cobrar les dietes aquest dies que no van al Congrés, per exemple.

    M’ha fet molta gràcia que citis al professor Muniesa, les seves classes eren molt interessants, m’agradaria sentir-lo ara a veure que ens explicaria de la situació actual.

    Ànims Tomàs suposo que ens en sortirem però no sé com.

    Una abraçada

    Maite Fàbregas
    Confinada a Torelló

    ResponderEliminar
  4. Fantàstic article, Tomàs!

    He estat testimoni de la dedicació i entusiasme que hi has posat però el resultat ha superat en molt les meves espectatives.

    Des del meu punt de vista, i com que no sóc massa entusiasta de les pel·lícules que plantegen distopies, el més interessant i alhora preocupant són tots els interrogants que planteges a propòsit d’aquest món futur que ha arribat per quedar-se i que ja no serà “el meu món”.

    Sí, ens en sortirem però, com?

    Una abraçada,

    Beatriu

    ResponderEliminar

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